Millones de personas estarán atentas a lo que ocurra en julio y agosto durante los Juegos Olímpicos. Nosotros apostamos por cinco miradas diferentes de la capital francesa para vivirla en cualquier momento.
El arquitecto y diseñador de interiores Luis Laplace (Buenos Aires, 53 años) dejó su Argentina natal por Estados Unidos. En concreto, se mudó a Nueva York, donde aprendió la eficiencia americana. Si en Nueva York aprendió a trabajar, en París aprendió a vivir: "Al llegar aquí tenía poco trabajo y mucho tiempo, así que me pasaba la vida en museos, cafés y, sobre todo, en anticuarios. A estos últimos lugares les debo la carrera". Laplace no ha perdido ese espíritu curioso de recién llegado.
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Fundación Giacometti. |
"Hay tres espacios imprescindibles para cualquier amante del arte contemporáneo y, como yo, apasionado de los objetos", relata el arquitecto. "El Centre Pompidou fue, y sigue siendo, un referente en este aspecto: su colección permanente es indispensable, pero siempre consigue sorprender con sus colecciones temporales". En los próximos meses, a la exposición de Constantin Brâncusi, le sucederá la de la pionera del arte digital Vera Molnár, o la exhibición L'enfance du design, que analizará la historia y la evolución del diseño desde el siglo XX a través del mobiliario infantil. La Fundación Cartier y la Fundación Giacometti son otros dos lugares done él encuentra inspiración. La de Cartier cuenta con una colección de 4.000 obras de más de 500 artistas de todo el mundo, donde podremos encontrar las pinturas de David Lynch, las fotografías de Alair Gomes o las esculturas de José Bezerra, todo ello en un espacio acristalado diseñado por Jean Nouvel, rodeado de un espectacular y cuidado jardín que bien merece una pausa. "Y la de Giacometti es una joyita, ya que se trata del estudio que el propio artista tuvo en el barrio de Montparnasse", explica el arquitecto, "es la manera más humana de aproximarse al artista".
Caminamos ahora hacia la "poco pretenciosa pero muy parisiense" plaza Saint-Georges, en el distrito IX, que ya en 1875 fue pintada por Renoir, donde el arquitecto recomienda tomarse un café: "La vida de los cafés parisiense es una experiencia aparte: ellos saben lo que es sentarse y ver la vida pasar, comentarla, disfrutarla, el placer de la vida contemplativa". Cerca de la plaza se encuentra la calle Martyrs, que une la iglesia Notre-Dame de Lorette y la basílica del Sagrado Corazón, pero que, a pesar del interés turístico, no ha perdido el encanto de las tiendas y comercios tradicionales...
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Mercado de las pulgas. |
El diseñador vuelve a sus orígenes de buscador de tesoros : "El mercado de las Pulgas es el sitio más increíble de todo París.Y ya sé lo que dice la gente: ¡'El mercado de las Pulgas ya no es lo que era!'. Y yo les respondo: '¡Nada es lo que era! Ni siquiera yo soy lo que era... ¿Qué importa?". Laplace podría tirarse horas contando sus aventuras en este mercadillo que fue creado en 1885 y que, en la actualidad, con sus más de 1.700 puestos (muchos de ellos anticuarios), es uno de los mercados de antigüedades más grandes de Europa, además de ser de los más antiguos. "Me parece necesario reivindicar estos lugares, si la gente deja de ir porque considera que ya no son como antes, al final, desaparecerán".
Beatriz Serrano. El viajero. El País, sábado 8 de junio de 2024.
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