Biógrafo, novelista, periodista, analista, profesor... Curiosamente, una de las facetas que más impacto tiene de Assouline es la de bloguero: da gusto asomarse a su página, donde en cada post acumula cientos de comentarios de usuarios que discuten entre sí.
"Francia es un país de tradición literaria", desgrana. "Los premios itenerarios son importantes. El Goncourt (él es miembro de la Academia Goncourt) es copiado por todos; es el premio más antiguo y el único independiente. En España, el Planeta, como en Italia el Strega o en Inglaterra el Booker, los dan los editores... En Francia hay 2.000 festivales que dan premios. Existe una efervescencia cultural y literaria". En España, está la Feria del Libro de Madrid: Assouline conversó el viernes con Leila Guerriero y el exfubolista Miguel Pardeza sobre el tema de este año, lectura y deporte y esgrimió su propia contribución, El nadador, libro que narra la vida de Afred Nakache, nadador olímpico francés, superviviente del Holocausto.
No en vano una de las partes más importantes de la obra de Assouline es la biografía. A ella ha dedicado algunas de sus mejores obras, que radiografían a personajes como el editor Gaston Gallimard, el novelista Georges Simenon, el fotógrafo Cartier-Bresson o Hergé, el creador de Tintín. La variedad que ha tratado Assouline me asombra. ¿Qué tienen en común ? "Si algo he encontrado es que los problemas de los artistas son los mismos", tercia, "toda la cultura forma una miasma que hace que los creadores, aunque la forma en que realizan su arte sea distinta, se parezcan entre sí. Son de la misma raza.
Judío nacido en Marruecos, el origen sefardí de su familia le hizo poder luchar la ciudadanía que sus antepasados perdieron en 1492. Tras casi seis años consiguió la nacionalidad prometida por el Gobierno español en 2015. "En parte, porque hice mucho ruido", explica con mirada resignada. Durante este tiempo, Assouline denunció las numerosísimas trabas burocráticas que acompañaron la consecución de la nacionalidad y que relató en Regreso a Sefarad (2019). ¿Cómo vive lo que está pasando en Gaza? "Mal", dice sin dejar terminar la pregunta. "Esta guerra es consecuencia de otra guerra, que duró un día y que pasó el 7 de octubre, 1.200 judíos muertos. E equivalente en España hubiera sido decenas de miles muertos". "Estoy muy triste por la postura del Gobierno español con el conflicto de Gaza. Yo voto a la izquierda y voté a Pedro Sánchez", cuenta. "Pero estoy muy decepcionado". También con las declaraciones de la vicepresidenta segunda Yolanda ("Son irresponsables", señala el escritor) o con la ley de Amnistía. Todo esto lo dice ya como español de pleno derecho que muestra con orgullo su DNI. (...)
Ha hablado de Gaza y España, pero también tiene palabras para Francia. Ahora son las elecciones europeas, pero en Francia la calidad del debate político está siendo muy pobre, y creo que habrá mucha abstención. El debate sobre Europa ha estado completamente cooptado por la Francia Insumisa, que ha centrado el debate sobre Palestina. ¿Y la política común? ¿Y la defensa europea?"..."En Francia decimos: solo son europeas, no son tan graves... veremos en las presidenciales"...
Política, literatura, deporte... ¿Y la vida? Alguna vez dijo que querría vivir en España. "Podría, me encanta. Pero para un judío, no se si ahora hay sitios seguros en Europa", termina. "De todos modos, amo Francia. Y España. Podría vivir en otro sitio pero no dejar de escribir en francés". termina. "Para un escritor lo importante es su lengua. Y mi patria real es la lengua francesa". Vive la langue.
Jorge Morla. Madrid. El País, domingo 2 de junio de 2024.
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