En 1999 la Asociación francesa Relais & Châteaux puso por primera vez su sello a un hotel de Madrid y lo recibió el recién inaugurado Hotel Orfila. Relais & Châteaux es un exquisito club para establecimientos de lujo de menos de 100 habitaciones que cumplan cinco requisitos: carácter, cortesía, calma, encanto y cocina. Era fácil ver por qué Orfila encajaba en ellos. El carácter y el encanto se lo daba su localización en un antiguo palacio burgués del siglo XIX que vivió su esplendor en la belle époque y que había caído en el olvido. La calma se la aportaba su jardín y su ubicación en la tranquila calle Orfila, en el barrio de Almagro, aun paso de la bulliciosa Génova. La cortesía la lograba una atención exquisita e individualizada. Y la cocina fue siempre fundamental. Todavía más desde 2017, cuando Mario Sanvola, con dos estrellas Michelin en su restaurante Coque, asumió la dirección de los fogones.
Ha pasado un cuarto de siglo. En 2024 Orfila celebra su 25 aniversario y no solo ha respetado esas cinco guías sino que las ha potenciado con la redecoración que realizó Lorenzo Castillo durante la pandemia. Telas, antigüedades y obras de arte que dan la sensación de siempre haber estado allí y, como todo el hotel, que existirán para siempre, ¿No suena como el sitio ideal para alojarse en una ciudad que -ya es oficial- se ha convertido en un torbellino?
Iñigo López Palacios. Icon. El País, 2024.
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