lunes, 10 de junio de 2024

"Un año difícil" Picaresca a la francesa

En el panorama actual de la comedia francesa, dominado por las buenas intenciones y el costumbrismo más perezoso, Un año difícil, dirigida por el tándem formado por Olivier Nakache y Eric Toledano, los autores de la exitosa Intocable  (2011), se presenta como una estimulante anomalía. La pulsión transgresora del filme palpita ya en su inspirado prólogo, que encadena fragmentos de discursos presidenciales en los que la plana mayor de la política francesa de las últimas décadas, de Mitterrand a Hollande, invoca la resiliencia de la ciudadanía ante el final de "un año difícil".

A la resignación de los presidentes de la República, Nakache y  Toledano responden con una estampa, ya ficcional, prendada de valor iconográfico: un enfrentamiento entre manifestantes antisistema y compradores compulsivos a las puertas de un centro comercial en la apertura de un Black Friday. Así es como Un año difícil cimenta su dialéctica esencial, que conforman el espíritu altruista, vestido de idealismo anticapitalista, y la codicia materialista, que campa a sus anchas en una realidad marcada por el individualismo.

Para el estudio de la batalla entre la solidaridad y el egoísmo, Nakache y Toledano, autores de comedias más bien blandas, podrían haberse decantado por la vía del sentimentalismo y el maniqueísmo. Sin embargo, en esta ocasión, los directores de Especiales (2019) apuestan por meterse de lleno en las turbias y fructíferas aguas de la sátira más ácida, aquella capaz de agitar la realidad a golpe de trazo caricaturesco. Es bajo este prisma que toma forma el impensable triángulo semisentimental que forman la atolondrada líder de un movimiento medioambientalista y dos rufianes hundidos por las deudas que se involucran en el activismo antisistema por motivos personales. 

En este contexto, afín a la picaresca, Nakache y Toledano se toman el tiempo necesario para ilustrar , sin afectación, las vicisitudes de unos personajes golpeados por la ola de precariedad que azota Europa y al mismo tiempo encuentran la distancia para retratar el activismo anticapitalista desde una perspectiva cómplice y escéptica.

Pero Nakache y Toledano no son la reencarnación Ernst Lubitsch: el equilibrio de Un año difícil ente la comedia romántica y la sátira sobre la sociedad de consumo queda lejos de la perfección de El bazar de las sorpresas (1940). O, sin ir tan lejos la mirada del dúo francés apenas se asoma al fulgor subversivo del John Landis de Entre pillos anda el juego (1993), aquella sátira de Wall Street cuyo triángulo de caballeros sin espada alberga más de un punto en común con los nobeles protagonistas de Un año difícil, interpretados por unos muy queribles Noémie Merlant, Pio Marmai y Jonathan Cohen. No estamos ante "la comedia francesa del año", sino ante algo mejor: una película para el gran público capaz de afrontar , con la ceja levantada  y el corazón en un puño, el pantanal ideológico, financiero, sociopolítico que nos rodea.

Manu Yañez. El Cultural, 24-5-2024.

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