domingo, 25 de agosto de 2024

Jack Lang:"Los países árabes han abandonado a Palestina"

Jack Lang. Foto: Sipa/J.E.E

A paso lento. A bordo de un gabán negro, una bufanda fucsia y una melena al viento, atraviesa uno de los viejos puentes sobre el Sena Jack Lang (Mirecourt, 84 años). Se dirige a su despacho en la última planta del Instituto del Mundo árabe (IMA), institución que él mismo inauguró en 1987 como ministro de Cultura junto a su entonces jefe, el presidente de la República Francesa, el socialista François Mitterrand. Nadie si exceptuamos a Luis XIV y André Malraux, tuvo nunca más peso en la política cultural de Francia y muy probablemente en la de ningún país. Este doctor en Derecho Internacional y licenciado en Ciencias Políticas, consejero municipal, alcalde , diputado, portavoz gubernamental, ministro de Cultura y Educación, exmilitante socialista, hombre de teatro y personaje barroco donde los haya, amante de las cámaras de televisión , los trajes caros y las agendas privilegiadas, y vieja estrella mediática de la gauche caviar, todo un Rey Sol tres siglos y medio después del monarca absolutista, impulsó a las órdenes de Mitterrand controvertidas aunque decisivas conquistas en política cultural: el precio único del libro, la atribución del 1% del presupuesto del Estado a la cultura, la imposición de cuotas de producción audiovisual europea en las pequeñas y grandes pantallas, el combate por la excepción cultural frente a las visiones más comerciales y liberales, la creación de una ambiciosa red nacional de centros de arte ... y sobre todo la puesta en pie  de faraónicas e icónicas infraestructuras culturales en París -las Grandes Obras-, como el Gran Louvre y su célebre pirámide, la ópera de la Bastilla, la Biblioteca Nacional de Francia, la Ciudad de las Ciencias, el Gran Arco de la Defense... y el propio Instituto Árabe, donde recientemente renovó su cuarto mandato como presidente. Charlamos en el despacho desde el que, el 15 de abril de 2019, vio arder la catedral de Notre Dame.

P.- Un cuarto mandato al frente de una institución que usted mismo creó junto con François Mitterrand. ¿El círculo se cierra?

R.- Es una rareza, en efecto. Las malas lenguas hasta podrían decir: "Este tal Jack Lang, desde el principio, solo ha pensado en su futuro, se inventó una casa de la cultura árabe para acabar presidiéndola para ser otra vez una especie de ministro de Cultura" (se ríe). Pues no, esa no es la verdad.

P.-¿Cuál es la verdad?

R.- Pues que cuando François Mitterrand se convirtió en presidente de la República y me nombró ministro, me pidió que reflexionara sobre mil y un proyectos, algunos de los cuales yo le había sugerido. Entre ellos estaba dotar de una sede al Instituto del Mundo Árabe, que ya existía como tal pero que no era más que unas oficinas. Me dijo que adelante, y muy rápidamente  encontramos el lugar ideal y pusimos en marcha un concurso de arquitectos, solo para arquitectos jóvenes.

P.- Y ganó Jean Nouvel. ¿Qué es el Instituto del Mundo Árabe? Más allá de lo meramente cultural... ¿no es una especie de ministerio de Asuntos Exteriores en pequeño?

R.- Bueno, sí, técnicamente trabajamos bajo la tutela del Quai d'Orsay. Pero no somos en absoluto un ministerio en miniatura. Esto no es el Gobierno, yo no soy ministro. Pero la cultura en todas sus formas, no sólo en el ámbito artístico, sino también en el científico, en el diplomático, en el económico y en todos los ámbitos que forman parte de la vida de los países árabes, es puesta en valor aquí. Es cierto, puede que eso tenga a veces una amplia influencia política.

P.- Algunos de los países que se sientan en el consejo de administración del IMA, como Arabia Saudí, no acaban de proyectar una imagen demasiado positiva en Europa en cuanto a derechos humanos, respeto a la mujer, etcétera. ¿Cree de verdad que ha habido una evolución y que esa evolución va a continuar? Los problemas de los derechos humanos subsisten.

R.- Desde luego, eso está claro. Yo no hablo del régimen político, que es lo que es. No es un régimen democrático. No tienen los mismos valores que nosotros. Pero su estrategia es inteligente. Se basa en el desarrollo de los jóvenes, de las mujeres, del empresariado, con el fin de liberarlos de la tutela de los extremistas religiosos que bloquean la evolución del país...

P.- Otro de los miembros del consejo del IMA es Palestina. ¿Qué relación mantiene Palestina con el IMA en un contexto de guerra como el actual?

R.- Lo que está ocurriendo es terrible. La situación es catastrófica. Catastrófica para Palestina y para los ciudadanos palestinos. Pero también Israel vive también momentos muy duros actualmente. La situación en la región es de verdad de inmensa gravedad.

P.-¿Cree, como muchos, que lo que está haciendo Israel es un genocidio como respuesta a actos terroristas?

R.- Yo soy jurista y he sido durante muchos años profesor de Derecho Internacional. Y hay que tener cuidado cuando se utilizan conceptos como ese. El Tribunal Internacional de Justicia ha sido requerido y creo que ha dicho que podría haber un inicio de acciones genocidas. Pero no ha calificado de "genocidio" los ataques israelíes en su conjunto. Lo que ha hecho  y está haciendo el ejército israelí es grave. La guerra tiene que parar y los países tienen que participar en la reconstrucción de Palestina...

Borja Hermoso. El País, 2 de mayo de 2024.

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