jueves, 1 de agosto de 2024

Francia, el hexágono en llamas

Ha llegado la hora de la verdad. Los franceses votaran este domingo en la segunda vuelta de las legislativas convocadas de manera repentina por Macron. Algunos atisban el fantasma de Vichy en un horizonte con el partido de Marine Le Pen presto a tomar los mandos de un país polarizado y agitado por el miedo y la rabia social. Sondeamos la perspectiva de varios escritores galos ante este escenario: Gilles Lipovetsky, Michel Onfray, Brigitte Giraud, Nicolas Mathieu, Florence Noiville, Jean-Baptiste Andrea, Abdelá Taia y Lola Lafon. Sus opiniones reflejan las profundidad de las heridas de Francia.

Gilles Lipovetsky: "Hay un Islam que pone al profeta por encima de la República"

 Hay un auge del populismo. No existe ya una adhesión profunda a una ideología. La gente está decepcionada pero no debemos pensar que los franceses se han convertido en racistas y fascistas. Lo que se impone es el escepticismo y la desconfianza, que, en esencia pueden explicarse por el auge del individualismo. Es fácil defraudar a los ciudadanos porque tienen aspiraciones y demandas muy personales. Pronto dejaremos de votar movidos por las ideologías. Lo haremos ya solo por intereses personales. Hay más razones de la situación actual: la reforma de las pensiones, los "chalecos amarillos"... La clase media se siente olvidada en los equilibrios macroeconómicos.

Frente a esto la izquierda no ofrece una alternativa. Y la extrema derecha de Agrupación Nacional nos remite a la Francia de Vichy, porque no se puede olvidar de dónde viene: del Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen, el padre de Marine. Ha heredado características como el antisemitismo. También vivimos una guerra cultural contra el Islam político, no el cultural. Existe un Islam moderado que no va necesariamente  contra los principios republicanos. Pero se da además un islamismo que pone al profeta por encima de las leyes y cuestiona el laicismo. Lo del velo en las escuelas, por ejemplo, es una verdadera crisis.

No creo por otra parte que los intelectuales se hayan lavado las manos. Sigue vigente entre ellos la defensa de la democracia y el laicismo pero su papel ha cambiado. No es como cuando el caso Dreyfus. Hoy su proyección es mucho más pequeña, en gran medida por la mencionada desconfianza de la ciudadanía.

Lipovetsky (Millau, 1944) es uno de los más influyentes filósofos y sociólogos de Francia. Caballero de la Legión de Honor, se ha volcado en el estudio de la cultura de masas, el consumismo, la posmodernidad... Es autor del seminal ensayo La era del vacío.

Michel Onfray: "Mitterrand vendió una Europa mágica que ha sido lo contrario"

Mitterrand nos vendió una Europa mágica capaz de acabar con el desempleo, la miseria, la pobreza, la guerra, la xenofobia, el racismo... Esta Europa que se pagó con el precio del abandono de la soberanía nacional ha generado todo lo contrario. En 2005, la gente rechazó la Constitución Europea pero en 2008 la clase europeísta de derecha y de izquierda se la impuso mediante el Tratado de Lisboa. Lo que sucede hoy no tiene que ver con este ninguneo.

El proyecto europeísta es este: disolución de las naciones y de los pueblos en la unidad del mercado europeo y esto dentro de un gran mercado mundial donde todo se vende y se compra, hasta los úteros.

La descristianización está a la orden del día porque es el antiguo cimiento de la civilización que hay que pulverizar y el Islam político. el de los Hermanos Musulmanes, contribuye eficazmente en esta empresa. Mientras, la izquierda se ha convertido a las ideas liberales de la derecha. Y la izquierda de esta izquierda se ha vuelto islamoizquierdista, wokista, y como acabamos de ver con el 7 de octubre, antisionista y antisemita. Estas dos izquierdas están enviando a la gente a los brazos de Marine Le Pen. Decir, por otro lado que el partido de esta forma parte de Vichy es tanto como decir que el PCF de hoy  es del pacto germano-soviético, que lo convirtió en colaborador  de los nazis entre 1929 y 1941, hasta que Hitler lo rompió con la Operación Barbarroja.

Y los intelectuales, académicos, investigadores, periodistas, actores y cómicos van al comedero, ¡como siempre! Nuestro totalitarismo atmosférico tiene sus resistentes, y yo, como Solzhenitsyn, intento ser uno de ellos.

Onfray (Argentan, 1959) es un pensador siempre incómodo y contestatario, amén de nietzscheano confeso. Autor prolífico, ha publicado más de un centenar de obras, Entre ellas, Política del rebelde, Los ultras de las Luces, Ars moriendi.

El Cultural, 5-7-2024.

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