Kate Winslet siempre es un valor seguro. En Lee Miller, la actriz dota a su encarnación de la célebre fotógrafa de las dosis justas de tenacidad y de delicadeza, de orgullo y fragilidad, de inconformismo y dulzura, entregando un personaje que vibra con verdad y que se desenvuelve con inteligencia en un mundo de hombres, sexista hasta el extremo. Su trabajo no ha pasado desapercibido, ya que fue nominado al Globo de Oro.
El filme de Ellen Kurras (Nueva Jersey, 1959), que debuta tras la cámara tras una nutrida carrera como directora de fotografía en filmes como Summer of Sam (Spike Lee, 1999), Blow (Ted Demme, 2001) y Olvídate de mí (Michel Gondry, 2004), consigue destilar algunas imágenes poéticas, como en ese momento en el que Solange (Marion Cotillard) y Jean D'Ayen (Patrick Mille) bailan despreocupadamente en el retiro surrealista de Cornualles mientras un proyector refleja en sus cuerpos las inquietantes imágenes de una Alemania rendida a Hitler. En términos generales, nos encontramos ante una producción sólida, que luce en todos los apartados técnicos. El guion, que parte de la biografía publicada por el hijo de la fotógrafa, Antony Penrose -al que interpreta Josh O'Connor-, se centra estrictamente en la peripecia de Miller como corresponsal de guerra, mostrando a una mujer aguerrida que no admite un no por respuesta, pero que no saldrá indemne de la experiencia, tras descubrir el horror de los campos nazis de exterminio y sufrir el ninguneo de su trabajo una vez que acabó la contienda...
Javier Yuste. El Cultural, 7-3-2025.
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