jueves, 6 de marzo de 2025

Vigencia de Perec, el escritor que jugó con nuestras neurosis

Georges Perec. /DA

Dice la leyenda que Georges Perec (París, 1938-1982) nunca cerraba su pequeño apartamento de la calle Quatrefages de Paris. Aquel piso que se citaba en Las cosas (1965), un quinto en el número 5, siempre tuvo la puerta abierta para que sus amigos entrasen cuando quisieran. Pasa con la obra de Perec como con ese gesto de confianza. Parece que el autor la dejó abierta para que otra buena gente se recreara y la hiciera suya. Siempre es un buen momento para reivindicar a este sociólogo de formación y miembro del taller de escritura experimental OuLIPO (Ouvroir de Littérature Potentielle, un movimiento creado por Raymond Queneau que apuesta por establecer reglas más o menos arbitrarias para crear textos, como por ejemplo evitar una letra a lo largo de todo un relato) pero la actualidad ha querido que un buen puñado de creadores, sin planearlo, como en ese disparador  que lanzó en uno de sus textos, se hayan puesto de acuerdo para decirnos; "Ah,  de Georges Perec "yo también me acuerdo".

Primero fueron Andrea Genovart y Vincenzo Latronico, dos escritores que, desde Barcelona y Berlín, revisitaron en dos novelas muy distintas Las cosas, aquel texto sobre una parejita pequeñoburguesa hipnotizada por la sociedad de consumo de 1965. Revisitar a Perec vino con premio: Consum preferent, el debut de Genovart sobre una joven sobrestimulada por la ciudad moderna, se hizo en 2023 con el premio Anagrama de novela en catalán; Las perfecciones, la historia de una pareja de nómadas digitales ansiando autenticidad, había ganado un año antes el Mondello y se ha traducido a más de 17 idiomas. Hace unos pocos meses el escritor Kim Nguyen debutó escribiendo 237 razones  de Por qué Georges Perec (editado por LaUñaRota). Claire Marin  recurre a su poética del espacio y su espíritu bartlebyano para sostener la tesis de su ensayo Estar en su lugar (Anagrama, 2024). Ahora es Emili Manzano el que con Me'n record (Llibres Anagrama, 2024) también ha utilizado ese Je me souviens de Perec de 1978 que imitó el I remember de Joe Brainard, como muleta para rememorar sus vivencias íntimas. ¿Qué tiene Perec para sentirse tan pertinente para los autores que narran el presente?

Perec murió de un cáncer de pulmón siete años antes a que se inventara la World Wide Web, pero Vicenzo Latronico cree que el francés es uno de los autores que mejor vaticinó la neurosis por colisión con la esfera digital. "En muchos niveles anticipó la forma en que una masa cuantitativa de datos se convierte en una comprensión cualitativa de nosotros como usuarios, consumidores y personas", apunta en un intercambio de correos electrónicos el escritor italiano, que hace hincapié en su capacidad predictiva sobre el ansia de optimización y cuantificación de nuestras experiencias. "Su narrador en Las cosas y en La vida instrucciones de uso es esencialmente un algoritmo de extracción de datos. Supone que al enumerar las relaciones de un personaje con los objetos (los que usa, los que odia, los que desea, los que compra, los que sueña) puede modelar la psique y el intelecto de esa persona. Es lo mismo que hacen los algoritmos de las redes sociales con nosotros", escribe este autor, que con Las perfecciones se planteó reescribir Las cosas, pero en un mundo donde la red ha cambiado la forma de vernos a nosotros mismos. "Me di cuenta que la mejor forma para escribir sobre internet era volviendo a una novela de los sesenta", asegura. Mientras Emili Manzano admira de Perec su capacidad de "no castigarse con los géneros"; para Andrea Genovart, que descubrió a Perec durante la carrera de Literatura, la contemporaneidad  del francés se muestra como "un ente vivo, moldeable y juguetón" en el uso del lenguaje.

Quien conecta más puntos en este furor perequiano es Pablo Martín Sánchez, el primer miembro español de la historia del OuLiPo, un escritor que en pocos meses verá publicada en Anagrama su traducción de Lieux (Lugares), el texto de Perec que ha inspirado dos de sus obras: El proyecto, en el que lleva trabajando 23 años "y que debería terminar el año que viene" y Tentativa de agotamiento de la ciudad de Barcelona en diez plazas, para el que recibió una de las becas Premis Barcelona 2020 y que sigue inédito.  "Perec es un autor total, su obra es tan rica y diversa que es imposible que no seduzca alguno de sus libros", explica este escritor, que entró en OuLiPo en 2014 y que descubrió a Perec a los 20 años (ahora tiene 48), cuando su madre le regaló La vida instrucciones de uso. Martín Sánchez es, además, el traductor al castellano del premio Goncourt La anomalía (Seix Barral), de Hevé Le Tellier, que demuestra la vitalidad de la obra de Perec también en Francia...

Noelia Ramírez. Barcelona. El País, jueves 13 de febrero de 2025.

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