Hélène Cixous |
Amiga de Foucault, Cortázar y Carlos Fuentes, cómplice apasionada de Jacques Derrida, Cixous pertenece a la estirpe de intelectuales y escritores de los años sesenta, parisienses del siglo XX desprendidos, potentes, críticos, despojados, fieles al lenguaje, que hoy se ha extinguido casi por completo. En 1969 fue nombrada catedrática de Literatura Inglesa de la Universidad de París 8 y cinco años más tarde fundaría en su seno el Centre d'Études Féminines et études de Genre, que ofreció el primer programa de doctorado en estudios femeninos de Europa. A lo largo de su dilatada y productiva carrera ha cultivado el ensayo, la dramaturgia, la novela, la docencia -en universidades de todo el mundo-; ha leído a Freud y Joyce y sobre todo ha sido una escritora en busca de lo que ella bautizó como "escritura femenina" que reta al discurso jerarquizado y las dualidades del pensamiento occidental... Autora de La risa de la medusa, un texto fundacional para el feminismo.., Mitterand la distinguió en 1994 con la Legión de Honor. Es una intelectual que cree en la acción política y siempre se muestra dispuesta a implicarse en los problemas de los migrantes y los refugiados, quizá porque entendió hace mucho que todos vivimos desplazados, porque se siente irremediablemente extranjera salvo en la única patria que reconoce como propia: la escritura...
"Para mi pintar y escribir son dos cosas muy similares, requieren soledad y necesitan cierto diálogo que los artistas suelen encontrar más con los escritores que con otros pintores. Por eso, cuando acepto escribir sobre un creador debe ser alguien que me llegue al corazón: si la obra no me conmueve, el texto se convierte en artificial intelectualmente hablando. Me interesan las emociones y leer las mías delante de la obra. Es un país que algunos llamamos frontera, si bien nunca es un lugar de paso porque tiene profundidad, mucha profundidad, y recursos extraordinarios. Y dificultades. Ahí se han ido desarrollando los temas en mis textos, a lo largo de 50 años. Ese es mi país. Es un espacio liminal donde me encuentro con todo tipo de lenguajes... Es algo muy profundo que no tiene nada que ver con las acciones políticas o mediáticas, con esa actualidad que mucha gente persigue ahora. Tampoco tiene que ver con los filósofos que escriben en los periódicos y acaban por hablar un lenguaje periodístico. Ese tipo de acciones no tienen influencia real, pues las cosas no son al final tan diferentes a lo largo del tiempo. Hoy día hay que seguir buscando las respuestas a las preguntas actuales en Dante, Sha- kespeare o Cervantes. Ellos hablan de las metáforas de lo que vivimos hoy también"...
Estrella de Diego. El País Semanal, 24 de julio de 2017.
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