domingo, 4 de marzo de 2018

Onfray, el filósofo superventas

Michel Onfray -el filósofo  más popular, el más mediático, el más detestado también y el más prolífico en la Francia del sigloXXI- lo deja caer en medio de la conversación,como si fuera lo más natural del mundo. "Este año publicaré mi centésimo libro"dijo el pasado domingo en la cafetería del hotel Normandy, en Deauville. Han leído bien: cien. Cien libros ya desde el primero en 1989, en la bibliografía del autor del Tratado de ateología, un autodidacta de 59 años alejado de los cenáculos intelectuales de París pero que contiúa la tradición tan francesa del intelectual comprometido con el debate público.. Se define como"socialista libertario, pero no liberal", con ideas alejadas de la centralidad política, pero con más lectores y seguidores que ningún otro intelectual vivo en Francia. Parece capaz de escribir de todo, y a una velocidad y con un éxito -si no siempre de crítica, sí de público- que muchos de sus colegas envidian. 
De Decadencia, el segundo volumen de la aún inconclusa trilogía Breve enciclopedia del mundo, ha vendido más de cien mil ejemplares. Sus cursos en la Universidad Popular de Caen -un centro gratuito formado hace 16 años para llevar la alta cultura a los franceses de a pie- congregan auditorios multitudinarios. La popularidad de Onfray es tan intensa como el rechazo que suscita. El presidente francés Emmanuel Macron, según le explico al novelista Philippe Besson, lo incluye en la categoría de autores que no le interesan porque "viven encerrados en viejos esquemas y miran el mundo de ayer con los ojos de ayer". Polemista, grafómano, reaccionario son algunos de los adjetivos que le han dedicado sus críticos.
La historiadora y especialista en psicoánalisis Élisabeth Roudinesco publicó en 2010 un libro, ¿Por qué tanto odio?, para rebatir el "panfleto trufado de errores y plagado de rumores" que Onfray dedicó a Freud. En 2016 el filósofo de izquierdas Alain Jugnon publicó Contra Onfray, en el que sostenía que Onfray, con quien hace años simpatizó, ya no era un pensador de izquierdas sino de derechas: "Un puritano hedonizante, un revolucionario dandizante, un banquero anarquizante", un filósofo que "decide no saber nada, no leer nada, no escribir nada, no vivir nada: vende libros e interviene en los medios".
Onfray que cita como referentes ideológicos a Proudhon, Orwell o Camus, cifra en "una quincena"los libros dedicados a atacarle. "Tengo éxito y esto es un pecado mayor. Además no soy parisiense. Mi padre era obrero agrícola. Mi madre, mujer de la limpieza. No fui a la Escuela Normal Superior (centro donde se forman las élites de Francia). No soy catedrático. No pertenezco a ninguna tribu. Me he hecho a partir de los libreros y los lectores", afirma.
Este año, el centro de convenciones de Deauville, en Normandía, acoge los cursos de la Universidad Popular de Caen. Donde el domingo disertó durante una hora -mas de 45 minutos de preguntas- ante mil personas sobre San Pablo y el origen de la civilizacion judeocristiana. Podría parecer un predicador americano, por la magnitud del local y la devoción del público, pero recuerda más a un maestro republicano que a un gurú.....
Marc Bassets. Deauville. El País, miércoles 28 de febrero de 2018

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