miércoles, 26 de agosto de 2020

Del mar del Norte al mar Negro: Davos-Ischgl

Davos
La pandemia pasó de largo en el lugar de reunión anual de élites y escenario de "La montaña mágica", pero se cebó en la cercana estación de esquí, foco del virus del norte de Europa.
El transbordador se pone en marcha, Alemania queda atrás, los Alpes suizos aparecen nublados en la otra orilla. 
Hans Castorp, el joven protagonista de la novela La montaña mágica de Thomas Mann, siguió hace más de un siglo un itinerario similar:"Se pasa por diferentes comarcas, subiendo y bajando desde lo alto de la meseta de la Alemania meridional hasta la ribera del mar suabo, y luego, en buque, sobre las olas saltarinas, por encima de abismos que en otro tiempo se consideraban insondables".
El transbordador sale de Friedrichshafen y 45 minutos más tarde amarra en Romanshorn. La ruta continúa por la autopista que entre cumbres escarpadas bordea Lichtenstein y Maienfield, en la tierra de Heidi.
En Landquart comienza el ascenso a la alta montaña, un viaje a la vez del cuerpo y del alma, según la visión de Thomas Mann: la distancia recorrida aligera la carga de la vida cotidiana que se aleja y a la vez, los kilómetros pesan como años. "Hora tras hora, el espacio crea transformaciones interiores muy semejantes a las que provoca el tiempo, pero que, de alguna manera, superan a estas", se lee en las páginas iniciales de La montaña mágica, publicada en 1924...
Davos propicia la ligereza y la profundidad. Favorece la esgrima dialéctica, como si el aire de las alturas estimulase ese impulso que hace que algunas personas se sientan con fuerzas para abordar e incluso resolver, las cuestiones más transcendentales -las más abstractas y las más prácticas- de la humanidad ...
Funicular abajo, el pueblo de 11.000 habitantes y que cada invierno acoge a 30.000 personas en el Foro Económico Mundial, es, este verano, un lugar sin brillo. Como si buscase su función y no la hallase. Las mascarillas escasean, o están mal vistas. En un restaurante sugieren a un cliente que se la quite...
Todo es distinto al otro lado de la montaña y de la frontera con Austria, en Ischgl, cuarta kilómetros a vuelo de pájaro desde Davos, pero más de dos horas  en un recorrido terrestre que incluye carreteras escarpadas, un túnel ferroviario de 23 kilómetros en el que hay que subir el automóvil a un tren y pasos fronterizos sin controles... La "Ibiza del Tirol". O la "Ibiza de los Alpes". Así llaman a esta estación austríaca, uno de los principales destinos del país...
¿Davos? Hoy Hans Castorp, aquel joven sencillo aunque simpático· como lo presentaba el narrador  de La montaña mágica, habría ido a Ischgl.

Marc Bassets. El País, lunes 3 de agosto de 2020


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