Anamaria Vartolomei es, a sus 22 años, la gran revelación del cine francés por su crudo papel en L'evenement/El acontecimiento. "Sé precisa, el resto llegará su debido tiempo". Ante los miedos de la directora Audrey Diwan por llevar a la pantalla el dolor y la angustia de la novela El acontecimiento, Annie Ernaux, la tranquilizó enviándole esa cita de Chéjov. En El acontecimiento, Annie Ernaux recordaba la experiencia de su aborto clandestino en 1963, 12 años antes de que se legalizara en Francia. Ella tenía entonces 23 años y no quería que un embarazo accidental truncara sus sueños profesionales y personales. La novela es la descripción cruda, crudísima de una experiencia que resonó con Audrey Diwan más allá del aborto, porque hablaba de deseo sexual femenino y de libertad. La precisión con que debía retratarlo empezó con la elección de la actriz correcta. La encontró en la rumano-francesa Anamaria Vartolomei (Bacau, 22 años). Absoluta protagonista la cámara se pega a ella, transmitiendo la cárcel que acabó siendo su cuerpo. La actriz que llevaba 10 años trabajando, desde su debut con Isabelle Huppert en My Little Princess, se ha convertido en la nueva sensación del cine francés. La película se alzó con el León de Oro en el pasado Festival de Venecia y Vartolomei es favorita en los premios César. "Solo puede imaginármela a ella interpretando a Anne, y en cierto sentido interpretándome a mí a los 23 años. Es tremendamente auténtica y su interpretación coincide con todo lo que recuerdo", ha dicho la propia Ernaux sobre la actriz.
¿Qué impresión le causó el acontecimiento cuando lo leyó?
Leí el libro justo antes del primer casting porque pensé que necesitaba saber más. Aunque el guión de Audrey Diwan ya era muy detallado, quería más profundidad. Y lo que más me interesó y sorprendió fue el tono tan duro. Es muy directo, no adorna nada. Me enfadó lo poco que sabía de estos abortos ilegales, lo que pasaron y aún pasan tantas mujeres. Fue muy importante leerlo porque sí habla del aborto clandestino, pero sobre todo del descubrimiento del cuerpo femenino, del deseo sexual...
¿Qué ha aprendido de la obra de Annie Ernaux? ¿Qué se ha quedado de Anne, su personaje?
Me ha ayudado a tener más confianza en mí misma, a sentirme más libre y liberada como mujer. Interpretar a Anne ha conseguido que me sienta más valiente. Espero haberme quedado con su audacia, su falta de miedo, su deseo de ser libre. He intentado quedarme lo bueno. Es una mujer muy interesante; aunque la historia está situada en los años sesenta, podría ser una mujer de hoy. Impresiona mucho pensar que no tenía ningún referente para hacer lo que hizo, no tenía a nadie en su círculo que lo hiciera y aún así desafió la ley. Necesitas mucho valor para ser tu propia heroína, tu propio modelo a seguir...
Irene Crespo. Smoda. El País
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