El mensaje se inicia en la cripta del Pórtico, donde se representa el mundo terrenal, que necesita de los astros para iluminarse -en las claves de las bóvedas-, al contrario que la nueva Jerusalén, cuya luz es el Cordero -en la clave de la tribuna-.
Los arcos laterales carecen de tímpano; en el izquierdo, de compleja interpretación, se representaría el Pueblo de Israel, en la arquivolta superior, sujeto a la ley mosaica y, en la inferior, el descenso de Cristo al limbo. En el de la derecha, se representaría el Juicio Final o el purgatorio, con las cabezas de Cristo y San Miguel en la clave, separando los bienaventurados, que son conducidos a la Gloria y los condenados que sufren tormento.
La Gloria del tímpano central está presidida por una imagen de Cristo en Majestad, rodeado de los cuatro evangelistas y el grupo de bienaventurados. En la parte inferior, se representan ángeles con instrumentos de la Pasión y, en la arquivolta, veinticuatro ancianos afinan sus instrumentos para tocar música celestial.
La individualización de los rostros y la complicidad entre los personajes del Pórtico de la Gloria, constituyen dos de las principales aportaciones del Maestro Mateo a la historia del arte.
Fundación Barrié. Fundación Catedral de Santiago
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