Las Gándaras de Budiño |
No todo son grandes monumentos en el Camino Portugués como la catedral de Tui o la iglesia de la Peregrina. Hay extendidas pequeñas obras, o también el peregrino encuentra un sitio acogedor, que figuran en las guías -cuando figuran- como muy secundarias, cuando son en realidad pequeños tesoros. "Solo en Padrón encontrará dos docenas y me quedo corto", dice Manuel Garrido, uno de los expertos en esta ruta jacobea, y autor de una imprescindible guía. Ahí se podrían incluir el puente de las Fiebres y el calvario de Ribadelouro (Tuy), las Gándaras de Budiño (Porriño, que también tiene dos interesantes capillas), el miliario romano después de la subida de Mos y que formaba parte de la Vía XIX, el convento de Vilavella (Redondela), la iglesia y rectoral de Alba, la parroquial de San Miguel (en Valga, después de andar tres kilómetros por un bosque de matrícula de honor), la fuente milagrosa del santuario de la Esclavitud (Padrón), y el crucero gótico (en Teo, antes de la robleda de Francos).
Recomendamos detenerse en: las Encerradas de Tuy para comprar los pececitos de almendra en este convento de las Clarisas; en el puente de Orbenlle que une los municipios de Tuy y Porriño, en un paraje de pura naturaleza y sobre el río Louro. Tiene un solo arco; en la pequeña plaza, dedicada al trovador Macías el Enamorado, en Padrón; al comienzo de una larga subida, Mos ofrece no solo un lugar donde reponer fuerzas también un pequeño museo; la cascada de Barosa no fue siempre un punto de parada pero la reciente ola de calor la convirtió en la estrella entre Pontevedra y Caldas de Reyes.
Cristóbal Ramírez. La Voz de Galicia, lunes 25 de julio de 2022.
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