miércoles, 8 de marzo de 2023

La bestia humana, Marina Foïs

Marina Foïs
Marina Foïs (Boulogne-Billancourt, 1970) forma parte de la aristocracia del cine francés. La maestra de ceremonias de la gala de los César en 2021 tiene una filmografía engrosada por 85 títulos, donde ha alternado el drama y la comedia. La actriz mantiene una amistad de más de una década con el diseñador de Louis Vuitton, Nicolas Chesquière, y un idilio tanto con el público, tras su participación en programas televisivos  de humor, como con la crítica, por sus papeles bajo las órdenes  de Laurent Cantet, François Ozon y Christophe Honoré. A pesar de sus galones cuando su representante la llamó con la oferta de un papel en el nuevo proyecto de Rodrigo Sorogoyen, la estrella le hizo repetírselo, incrédula.

En verano de 2016, había ido al cine a ver un thriller que la dejó impactada. Era Que Dios nos perdone, la tercera película del director español. Aquella turbia trama sobre un violador de ancianas en el contexto del 11-M  y la visita del Papa "era demasiado buena". Le había recordado a la crónica de un asesino en serie relatada por Bong Joon en Memories of Murder (2013). "Me encantó su transformación del género, que estuviera ambientada en el verano de Madrid. A partir de ahí he visto toda su filmografía. Le hubiera dicho que sí sin leer el guión", asegura la hoy protagonista de As bestas, la maña siguiente de su visita a Zaragoza para la gala de los Premios Feroz, donde estaba nominada. Laia Costa se alzó finalmente con el galardón. 

Mujerhoy. ¿Cómo se siente una gran estrella del cine francés nominada a los grandes premios del cine español?

Marina Foïs. En mi país soy muy famosa, lo cual es genial, pero te limita, porque la gente te conoce y tiene una idea preconcebida de ti. Los actores célebres en Francia tienen mucho poder y eso no es necesariamente interesante en los sets. Más bien es peligroso. El hecho de rodar en un país donde nadie te conoce es una oportunidad, no siempre muy cómoda, pero me permite reinventarme y ser  otra persona.

-Da la impresión de que en Francia no se conoce el cine español más allá de Almódovar.

-El cine español es muy querido en mi país.. El año pasado fui a ver El buen patrón. Ha funcionado muy bien, como también Competencia oficial. Cuando fui jurado en la sección de  Una cierta mirada en el Festival de Cannes le dimos un premio a Óliver Laxe por Lo que arde. Albert Serra ha recibido 10 nominaciones en los premios César y Sorogoyen es muy popular entre la gente de la industria. Cuando comenté que iba a rodar con él, me dijeron : "¡Qué suerte!". Y As bestas ha arrasado en la cartelera...

-¿Qué le ha aportado  As bestas a un nivel más personal?

-Más allá del trasfondo político y social, lo que me ha conmovido ha sido la historia de amor  y  el hecho de que no sea una película de venganza. Hay toda una categoría de filmes del rencor. François Truffaut decía que detestaba las películas de venganza, y a mí me pasa igual. No me gusta la idea de que un día nos suceda algo y volquemos toda nuestra energía y nuestro tiempo en encontrar la forma de hacerlo pagar.

-¿ Por qué no quiso ver a la mujer que inspiró su personaje?

- Margo Pool no es alguien que haya buscado la luz, sólo usó los micrófonos y las cámaras como un arma  para saber la verdad sobre la muerte de su marido. No me parecía apropiado acercarme a ella y robarle su privacidad para una película. Rodrigo fue a su casa y tengo entendido que le ha gustado mucho.

-¿Qué poso le ha dejado?

Margo es una heroína. En todo el mundo hay muchas mujeres que, como ella, luchan por la justicia, por la paz y por la libertad. No tendrán una estatua en una plaza de Madrid ni de París, pero me parece hermoso aferrarse a estas personas como guías. Son una lección de humanidad y una solución para el mundo, ya que eligen otros caminos diferentes al del odio...

Begoña Donat. Mujerhoy. 13 de febrero de 2023.

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