martes, 7 de marzo de 2023

Triángulo Picassiano: 01, Museo Picasso de Málaga. "El cubismo trata de las formas"

- Pablo Picasso simboliza la abrumadora persuasión del artista triunfante, todo en él nos incumbe, no solo porque hizo avanzar la modernidad, también porque rompió todos los códigos. Fue un gigante de la pintura, por mucho que su amante Fernande Olivier lo describiera como "bajito, achaparrado, con manos de mujer, ojos negros penetrantes, casi obsesivos" la primera vez que lo vio en su estudio del Bateau-Lavoir de París.

- Para reconocer su paradójica escala, contamos con esos rompecabezas que son los museos, aunque en ellos solo podamos intuir una pequeña parte de la formidable producción de un artista admirablemente francés, del hombre orgullosamente español: está el Picasso de Las señoritas de Aviñón en el MoMa, el del Guernica en el Reina Sofía o el de La mujer que llora en la Tate Modern. Cuando uno los tiene delante, aprende a escucharlos con mucho cuidado. Igual que las más famosas obras, otras decenas, centenares, descansan en colecciones públicas y privadas. Cada una es una prolongación del pintor, sus otros museos. En ellas, Picasso lleva al límite un tiempo completo de su larga vida, el momento imponente. Podemos decir que hay tantos museos Picasso como decenas de obras maestras que ejecutó. 

-El Museo Picasso de Málga (MPM), más específicamente que cualquier otro que lleva su nombre, envuelve a su público en la invocación y evasión simultánea del andalucismo del pintor, nacido en 1881 en el número 15 de la plaza de la Merced (hoy su museo casa natal). Ocupa desde 2003 el palacio de Buenavista.

- La idea inicial de crear un museo dedicado a Picasso en Málaga se remonta a 1953, cuando el artista y Juan Temboury, delegado de Bellas Artes hablaron de buscar un espacio donde poder mostrar obras realizada en todas las técnicas. Se dice que Picasso, entusiasmado, prometió que enviaría "no dos obras, sino dos camiones". La donación se frustró por el rechazo del Gobierno franquista y no fue hasta 1992 cuando Christine Ruiz-Picasso, viuda del primogénito del artista, Paul, retomó los contactos con la Junta de Andalucía y prestó parte de su colección para las exposiciones Picasso clásico y Picasso primera mirada, comisariadas por Carmen Gímenez, que crearon un clima favorable para una presencia permanente de la obra del pintor en su ciudad natal.

- "El MPM nació con la misión de sumarse a los grandes ejes picassianos, junto a Barcelona, París y Antibes", explican desde el museo, "subrayar el carácter andaluz del artista  y reintegrar su producción a su tierra, donde el espíritu innovador del seguramente mejor creador plástico del siglo XX servirá de estímulo a sucesivas generaciones".

-La Fundación Museo Picasso Málaga Legado Paul, Christine y Bernard Ruiz-Picasso, entidad constituida en 2009 por la nuera y el nieto del pintor, posee el pleno dominio sobre los fondos, es propietaria del palacio Buenavista y de todos los edificios que conforman la pinacoteca, sumando 8.300 metros cuadrados entre las 12 salas de exposiciones temporales, auditorio, biblioteca y taller de restauración, además del subsuelo con restos fenicios, romanos y nazaríes hallados durante las obras de ampliación.

- La colección permanente agrupa 240 obras de todas las épocas, entre pinturas, esculturas, dibujos, bocetos, grabados y cerámicas. A estas se añaden 43 en régimen de comodato (depósito temporal) por la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte. Del conjunto destacan los bronces cubistas Pequeña figura  y Copa de absenta ("muchos piensan que el cubismo es un arte de transición y no es así. El cubismo no es semilla ni feto, sino un arte que trata fundamentalmente de las formas", escribió Picasso); Fernande con mantilla, de la época azul; la más realista Olga Khokhlova con mantilla, y Mujer con los brazos levantados, anuncio de los retratos cubistas de Dora Maar llorando que surgirían  a finales de los años treinta.

- Con Picasso es difícil describir al personaje sin recurrir a contradicciones. En su relación con las mujeres fue un sátiro -con el pincel y parece que también con el corazón-. pero hoy sabemos que en los abundantes retratos de juventud que hizo de su hermana Lola proyecta una imagen del ideal femenino que hace evolucionar, proporcionando a la modelo la libertad de convertirse en diferentes tipos de mujer. Inventamos los sentimientos que provoca un cuadro incluso sin haberlo visto directamente, o después de haberlo visto demasiadas veces. Picasso nos hace pintura como Shakespeare nos hace teatrales...

Ángela Molina. El País Semanal, 22 de octubre de 2022.

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