Guetta que aterrizó en un jet privado y fue escoltado hasta el parque por la Policía Local, salió al escenario a las 23, 33 horas, con más de media hora de retraso. "¡Galicia haced ruido!", gritó. Era su segunda actuación en la ciudad (estuvo en el 2009 en el Ifevi con un caché de 60.000 euros), pero esta vez lo hacía con la vitola de mejor dj en 2011, 2020 y 2021 y previo pago de 930.000 euros por parte del Concello vigués.
El espectáculo también estuvo en las gradas. "Nunca había visto Castrelos tan lleno, aseguraba Dani, resignado en un anfiteatro. "Solo se puede comparar con el concierto de Metallica (1999), pero creo que hoy hay más gente", calculaba José Manuel. El alcalde que ejerció nuevamente de presentador, sacó su particular calculadora. "¡Hoy hay aquí 120.000 personas!", aseguró Abel Caballero.
En lo estrictamente musical. Guetta se estrenó en Castrelos con uno de sus últimos éxitos, I'm good, en el que colabora con Bebe Rexha. El tema supera el billón de reproducciones y es solo uno más del repertorio del músico que alcanzan esa cifra. Titanium, por ejemplo, acumula billón y medio. Pese a tener ya más de diez años, la pieza nunca falla para levantar los ánimos, como se demostró ayer.
En la platea, la gente se amontonó para estar lo más cerca posible de su ídolo. Era de esperar después de que algunos aguantasen más de dos días en la cola para comprar entradas en el Ayuntamiento. El pase valía 15 euros pero hubo mucha reventa por encima de los 300 euros. Ver a Guetta actuando en España en un lugar que no sea Ibiza es de lo más inusual...
David Sánchez. Vigo, La Voz de Galicia, lunes, 21 de agosto de 2023.
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