lunes, 18 de marzo de 2024

"Nuestro último baile"

Fotograma de Nuestro último baile

Hay muchos modos de afrontar el duelo de un ser querido. El escogido por Germain, un viudo de 75 años que pierde a su mujer inesperadamente, es ocupar el lugar de ella como componente amateur de un espectáculo de danza contemporánea, para así "acabar" aquello que ella empezó y sentirse más conectado a su recuerdo. El filme de Dephine Lehericey (conocida sobre todo por El horizonte, película multipremiada en los Premios de Cine Suizo de 2020 y reconocida también en el Festival de San Sebastián) aborda la tercera edad de un modo dinámico y optimista. Su protagonista es un hombre acomodado en una rutina en la cual su esposa se encarga de todo, que pasa tras su muerte a estar bajo el férreo control sobreprotector e infantilizador de unos hijos que organizan agendas, tuppers y llamadas telefónicas continúas. Con un enfoque que se decanta desde un inicio por la comedia a pesar de su triste trasfondo, Lehericey aboga por una perspectiva vitalista de la senectud, nunca es tarde -defiende- para abrirse a nuevas experiencias y conexiones con la vida.

El mayor logro del film, premio del público en el Festival de Locarno, es aunar cine y danza, mostrándonos el poder curativo de esta última, pues mediante la conexión con un grupo de extraños que se expresan mediante su cuerpo en un baile performántico, se depuran penas y tristezas. El cuerpo anquilosado de Germain (un acertado François Berléand), no acostumbrado a moverse, consigue coger ritmo, flexibilidad y belleza, y expresarse de un modo inimaginable anteriormente. Y además con el añadido de ver a la Ribot,-coreógrafa, performer e icono  de la escena contemporánea- en su primer papel de la gran pantalla, interpretándose a sí misma y haciéndose cargo de las coreografías del filme.

Sabela Pillado. La Voz de Galicia, sábado 16 de marzo de 2024.

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