Actuación de The Rapants en el festival Emigrason. (Foto: Pablo Vázquez) |
Tras su paso, el encuentro se trasladó al Centro García Lorca. Allí tenía lugar la gran foliada con Alumea, una formación folclórica domiciliada en Bélgica reivindicando la música tradicional, tocándola y bailándola por toda Europa. Ante un público joven -de entre 20 y 30 años- convirtieron en sonido y movimiento todo este discurso, contagiando a una audiencia que, enseguida, se fundió en el festejo. Hasta levitar en una eufórica felicidad de corazón flotando entre gaitas y panderetas y pies descontrolados.
Después de recorrer el recinto de una esquina a otra, cedieron el foco a los dj's del festival. Estes establecieron una curiosa mezcla de ese nuevo pop gallego y urbano -sonando desde el Diego Tristán de Boyanka Kostova a Oliveira dos cen anos de C. Tangana- con músicas latinas. El espacio se convirtió en una enorme discoteca en la que se escucharon todos los acentos gallegos. Y también los de españoles de otros lugares de la Península atraídos por esta celebración universal pero con denominación de origen.
En la segunda jornada de este EmigraSon tomaron el protagonismo The Rapants, Catuxa Salom, Ataque Estampe, Lontreira y Grande amore. Un abanico plural que sirve como fenomenal fotografía de la creación sonora actual en Galicia. Un clic, eso sí, hecho a 1.800 kilómetros de la "tierra". Con la misma nitidez pero con un extra de emotividad. El de la emigración.
Javier Becerra. Bruselas/Enviado especial. La Voz de Galicia, domingo 10 de marzo del 2024.
No hay comentarios:
Publicar un comentario