sábado, 8 de marzo de 2025

Lágrimas de música gallega en Bruselas

Ninghures, Fillas de Cassandra y Tanxugueiras rinden homenaje a Terbutalina
 en EmigraSON./ P. Vázquez

Decía nada más pisar el escenario Miguel Cernadas, el cantante de Terbutalina, que no iba a hablar mucho porque acabaría llorando. Así que, con su contagioso humor habitual, en lugar de articular frases entre tema y tema apelaba a un onomatopéyico "bla, bla, bla, bla, bla". Cada vez que o repetía generaba  más y más euforia en la audiencia. Su fiesta de punk-rock acelerado tuvo respuesta en forma de gritos, saltos y también lágrimas. Muchas. La formación de Muros que irrumpió en 2010 como una anomalía en el panorama gallego, se ve hoy como un precedente de bandas actuales como The Rapants y Grande Amore. El sábado en el sala La Madeleine de Bruselas ofrecía su último concierto. Allí, en el espacio que varias décadas atrás se llenaba de emigrantes gallegos para bailar con la orquesta Los Satélites, se establecía la misma conexión de entonces pero con códigos de 2025.

Seguramente nunca se tocaran con anterioridad trallazos de guitarra como Filloa e Compostela con músicos derramando lágrimas, las mismas que caían por las mejillas de los que estaban en las primeras filas. El recital que ofrecían en el Emigrason miraba a la eternidad dejando una estela. Y cientos de gallegos emigrantes acudieron para decirles adiós. "Fue el cierre perfecto para nuestra trayectoria, algo impresionante", comentaba al final Cernadas. Pero no ocurrió solo en su actuación. Antes, al principio del Festival, De Ninghures sorprendió invitando a los otros dos grupos del cartel, Fillas de Casandra e Tanxugueiras. Juntos interpretaron la Muiñeira da Costa de Terbutalina, en modo tradi y por sorpresa. Homenajeaban así una formación que ya es historia de la música gallega, además de banda sonora generacional de muchos de los que vibraban en el Emigrason. "Fue muy especial dejar egos y prejuicios y unirnos todos para eso. Detrás de nosotros estaban los de Terbutalina llorando" explicaba Tomé Mouriño, uno de los integrantes del grupo(...) Tanxugueiras hicieron estallar de emoción el Emigrason, viralizándose el gran momento. Lo que se vivió con su interpretación de Terra y el mítico "no hay fronteras" resulta difícil de traducir en palabras. "Fue espectacular ver a la gente bailando, gente que tenía muchas ganas de reencontrarse con Galicia", reflexionaba Sabela Maneiro, del trío. De nuevo hay que retomar la imagen de las lágrimas. Las de los rostros de los organizadores y el público ante lo que estaba sucediendo.

Javier Becerra, Bruselas. La voz de Galicia, 25 de febrero de 2025.

viernes, 7 de marzo de 2025

Charmatz: silbar la danza, consagrar el cuerpo

Bortis Charmaz en escena. (Marc Domage)

Las luces de la sala se apagan  y se hace la oscuridad total. Tampoco hay iluminación  en el escenario ni se cuela claridad por ninguna rendija. Durante unos segundos, pocos, solo se da la inquietud compartida que provoca esa opacidad colectiva. La vida en el negro más recóndito. Y voilà, con este sencillo acto escénico se da uno de los principales ejes del discurso de Boris Charmatz (Chambéry, 52 años) : romper los límites del escenario y situar al público dentro de la obra con tanta delicadeza como rotundidad. Entonces se escucha un silbido, se enciende una luz cenital tenue y vemos a Charmatz en escena, ataviado con una falda de tablas hecha de retales verticales. Silba y se mueve al mismo tiempo, se funden el sonido y el movimiento, la escucha y la mirada. Y en este marco de vigilia escénica y prestidigitación corporal navegaremos con el intérprete durante una hora (que transcurre como media), en una obra imprescindible de gran entrega y belleza.

 Es también un despliegue del movimiento que interesa a Charmatz, alejado de formalidades y no por ello menos exigente, y de un credo artístico en el que la danza surge de acciones cotidianas, en principio, menos probables. "Me gusta la idea que existe detrás del hecho de silbar casi de manera mecánica, mientras haces cualquier cosa. No hay pensamiento detrás de ese silbido. Solo una especie de pasividad, como cuando estás medio dormido y te mueves sin querer". Lo cuenta el coreógrafo a través de videoconferencia desde Bruselas, unos días antes de la representación de su pieza Somnole en el Centro Conde Duque de Madrid, el pasado 20 de febrero. "Vivo a caballo entre esta ciudad y Wuppertal", añade. En la ciudad alemana dirige la Tanztheater de Pina Bausch desde 2022.

Su trayectoria, que lo sitúa desde hace años como reputado y requerido coreógrafa en plazas internacionales de prestigio (ha sido coreógrafo asociado del Festival de Aviñón), está diseñada por la intimidad de solos como Somnole y la amplitud de obras como 10.000 gestos (2017), para 24 bailarines; Cercles (2024), proyecto que reúne a 200 intérpretes amateurs y profesionales, o Liberté Cathédrale (2023). Sobre esta holgura de miras, explica que lo que le interesa de la danza es la capacidad de comunicación y conexión que le proporciona con el mundo. "Como poder estar haciendo esta entrevista. La danza me conecta conmigo mismo, claro, pero, sobre todo me lleva a conocer personas, a escribir o a leer, de una manera especial, y al mismo tiempo me hace vivir la vida de la manera más normal posible", explica con un discurso reflexivo y próximo como su danza. 

Este sábado el Conde Duque completa el tributo a Charmatz con otro solo, untitled (2000), del artista Tino Sehgal, interpretado por Charmatz en varias ocasiones, que establece la conexión entre danza y museo que influyó de modo concluyente en el discurso de Charmatz , creador del concepto Musée de la Danse. Somnole también se verá el 28 de mayo en el teatro Cánovas de Málaga. No se la pierdan.

Javier Vallejo. Babelia, el País, sábado 22 de febrero.

jueves, 6 de marzo de 2025

Vigencia de Perec, el escritor que jugó con nuestras neurosis

Georges Perec. /DA

Dice la leyenda que Georges Perec (París, 1938-1982) nunca cerraba su pequeño apartamento de la calle Quatrefages de Paris. Aquel piso que se citaba en Las cosas (1965), un quinto en el número 5, siempre tuvo la puerta abierta para que sus amigos entrasen cuando quisieran. Pasa con la obra de Perec como con ese gesto de confianza. Parece que el autor la dejó abierta para que otra buena gente se recreara y la hiciera suya. Siempre es un buen momento para reivindicar a este sociólogo de formación y miembro del taller de escritura experimental OuLIPO (Ouvroir de Littérature Potentielle, un movimiento creado por Raymond Queneau que apuesta por establecer reglas más o menos arbitrarias para crear textos, como por ejemplo evitar una letra a lo largo de todo un relato) pero la actualidad ha querido que un buen puñado de creadores, sin planearlo, como en ese disparador  que lanzó en uno de sus textos, se hayan puesto de acuerdo para decirnos; "Ah,  de Georges Perec "yo también me acuerdo".

Primero fueron Andrea Genovart y Vincenzo Latronico, dos escritores que, desde Barcelona y Berlín, revisitaron en dos novelas muy distintas Las cosas, aquel texto sobre una parejita pequeñoburguesa hipnotizada por la sociedad de consumo de 1965. Revisitar a Perec vino con premio: Consum preferent, el debut de Genovart sobre una joven sobrestimulada por la ciudad moderna, se hizo en 2023 con el premio Anagrama de novela en catalán; Las perfecciones, la historia de una pareja de nómadas digitales ansiando autenticidad, había ganado un año antes el Mondello y se ha traducido a más de 17 idiomas. Hace unos pocos meses el escritor Kim Nguyen debutó escribiendo 237 razones  de Por qué Georges Perec (editado por LaUñaRota). Claire Marin  recurre a su poética del espacio y su espíritu bartlebyano para sostener la tesis de su ensayo Estar en su lugar (Anagrama, 2024). Ahora es Emili Manzano el que con Me'n record (Llibres Anagrama, 2024) también ha utilizado ese Je me souviens de Perec de 1978 que imitó el I remember de Joe Brainard, como muleta para rememorar sus vivencias íntimas. ¿Qué tiene Perec para sentirse tan pertinente para los autores que narran el presente?

Perec murió de un cáncer de pulmón siete años antes a que se inventara la World Wide Web, pero Vicenzo Latronico cree que el francés es uno de los autores que mejor vaticinó la neurosis por colisión con la esfera digital. "En muchos niveles anticipó la forma en que una masa cuantitativa de datos se convierte en una comprensión cualitativa de nosotros como usuarios, consumidores y personas", apunta en un intercambio de correos electrónicos el escritor italiano, que hace hincapié en su capacidad predictiva sobre el ansia de optimización y cuantificación de nuestras experiencias. "Su narrador en Las cosas y en La vida instrucciones de uso es esencialmente un algoritmo de extracción de datos. Supone que al enumerar las relaciones de un personaje con los objetos (los que usa, los que odia, los que desea, los que compra, los que sueña) puede modelar la psique y el intelecto de esa persona. Es lo mismo que hacen los algoritmos de las redes sociales con nosotros", escribe este autor, que con Las perfecciones se planteó reescribir Las cosas, pero en un mundo donde la red ha cambiado la forma de vernos a nosotros mismos. "Me di cuenta que la mejor forma para escribir sobre internet era volviendo a una novela de los sesenta", asegura. Mientras Emili Manzano admira de Perec su capacidad de "no castigarse con los géneros"; para Andrea Genovart, que descubrió a Perec durante la carrera de Literatura, la contemporaneidad  del francés se muestra como "un ente vivo, moldeable y juguetón" en el uso del lenguaje.

Quien conecta más puntos en este furor perequiano es Pablo Martín Sánchez, el primer miembro español de la historia del OuLiPo, un escritor que en pocos meses verá publicada en Anagrama su traducción de Lieux (Lugares), el texto de Perec que ha inspirado dos de sus obras: El proyecto, en el que lleva trabajando 23 años "y que debería terminar el año que viene" y Tentativa de agotamiento de la ciudad de Barcelona en diez plazas, para el que recibió una de las becas Premis Barcelona 2020 y que sigue inédito.  "Perec es un autor total, su obra es tan rica y diversa que es imposible que no seduzca alguno de sus libros", explica este escritor, que entró en OuLiPo en 2014 y que descubrió a Perec a los 20 años (ahora tiene 48), cuando su madre le regaló La vida instrucciones de uso. Martín Sánchez es, además, el traductor al castellano del premio Goncourt La anomalía (Seix Barral), de Hevé Le Tellier, que demuestra la vitalidad de la obra de Perec también en Francia...

Noelia Ramírez. Barcelona. El País, jueves 13 de febrero de 2025.

miércoles, 5 de marzo de 2025

'In Memoriam'. Yvonne Choquet-Bruhat

Yvonne Choquet-Bruhat

El 11 de febrero, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, falleció la insigne matemática y física francesa Yvonne Choquet-Bruhat a los 101 años. Proveniente de una familia de científicos, inició sus estudios en la École Normale Supérieur durante la ocupación nazi de Francia. Aquellos fueron tiempos difíciles para ella: su padre, el físico Georges Bruhat, a quien estaba muy unida, fue arrestado por la Gestapo y deportado al campo de concentración de Sachsenhausen. No sobrevivió. 

La carrera científica de Yvonne Choquet-Bruhat despegó rápidamente. El núcleo de su tesis doctoral dio lugar al resultado más importante de su carrera: un artículo fundacional publicado en Acta Mathematica donde establece el carácter hiperbólico de lasa ecuaciones de Einstein de la relatividad general. Así estas ecuaciones no se limitan a proporcionar una interpretación  de la gravedad generada por una masa en términos de la curvatura del espacio-tiempo, sino que son un modelo efectivo para calcular la evolución de dicho espacio-tiempo en función de la densidad de materia.

Hoy este marco analítico se usa cotidianamente para explorar objetos cosmológicos mediante simulaciones numéricas -usando ordenadores-. Estas técnicas de relatividad numérica han sido esenciales para el descubrimiento experimental de las ondas gravitacionales, un hito en cosmología por el que los fundadores de la colaboración científica LIGO fueron reconocidos en 2017 con el premio Nobel de Física.

 A lo largo de su extensísima carrera publicó más de 300 artículos sobre diversos aspectos de las ecuaciones diferenciales y su relación con diversas teorías físicas. Entre sus contribuciones más destacadas se encuentra la introducción , junto con el físico Robert Geroch, del concepto de desarrollo  maximal de Cauchy, una noción de unicidad para las ecuaciones de Einstein que refleja el principio de covarianza general en que se basa la relatividad, y que formaliza la idea de que las leyes de la física deben ser las mismas para cualquier observador.

Choquet-Bruhat tuvo que superar que sus colegas masculinos nunca experimentaron. Y, en gran medida, es gracias a pioneras como ella que muchas de estas barreras han ido desapareciendo. En 1979, fue la primera mujer elegida miembro de la Academia de Ciencias de Francia, un merecido reconocimiento que había sido negado anteriormente a científicas como Marie Curie (Premio Nobel de Física en 1903 y de Química en 1911) e Irène Joliot-Curie (Premio Nobel de Química en 1935), por razones que hoy resultan difíciles de comprender.

Alberto Enciso. El País, sábado 22 de febrero.

martes, 4 de marzo de 2025

Huguette Caland. Una vida en pocas líneas

Huguette Caland. © Souheil Michael Koury
Antes de que estallara la guerra civil en 1975, se hablaba de Líbano como de la  Suiza de  Oriente Próximo. Durante mucho tiempo los años sesenta fueron recordados allí como "los años dorados". Huguette Caland, hija del primer presidente de la República tras la independencia de Francia, con 30 años y dos hijos pensó por entonces en reiniciar su vida dedicándose al arte. Su padre murió antes de que ella pintara su primer cuadro. Su madre provenía de una familia de banqueros. Beirut era una capital bulliciosa: grupos de artistas, fiestas y conversaciones en los estudios, galerías modernas, como Gallery One, fundada por su amiga Helen Khal, profesora en la Universidad Americana de Beirut, donde se matriculó Huguette.

Así pues, el arsenal retórico que valida las cosas en los centros de cultura contemporánea debería ser puesto en paréntesis para su caso. Las "cuestiones de género", la"geopolítica de la descolonización" o el "creciente neoliberalismo", con los que han salpimentado sus notas informativas tanto el Museo Reina Sofía como el Deichtorhallen de Hamburgo, que coproducen esta magnífica exposición, resultan francamente ortopédicos. Huguette Caland nunca necesito salvoconductos. No fue feminista (ella se ocupó de negarlo), no fue descolonizadora (se casó, dijeron con un colonizador, adversario político de su padre, un francés del que tomó su apellido artístico). Fue una mujer libre como ninguna; su libertad era, eso sí, la libertad autárquica y snob de los privilegiados, hecha de optimismo y desdén ante cualquier constricción a su santa voluntad.

En 1970 abandonó todo y a todos, hijos incluidos, para trasladarse a París. Sus obras, todavía libanesas ya mostraban la alegría, el humor y el descaro que fueron siempre suyos. Gruesas líneas negras evocan el enrejado de las celosías y las antiguas caligrafías orientales. Luego, ya en Francia, y adelgazadas hasta el extremo, dieron lugar a encantadores dibujos cómicos y eróticos trazados sin alzar la mano del papel, con la síntesis divertida de las viñetas. Los grandes vacíos entre ellas se convertirán, sobre los lienzos en amplias áreas de color con las que sugerir orondas anatomías brindadas al gozo.

La delgadez de la figura femenina era un trasunto de la occidentalización de su país; Huguette decidió pues, engordar y vestir su opulencia con los caftanes de la tradición, sobre los que pintó jocosamente las partes que ocultaba la tela. Ya en París, un día de 1979, Pierre Cardin le dijo:"Me gusta su ropa", y ella le contestó: "A mí también". Vemos algunos de esos holgados atuendos diseñados para el modista sobre los maniquíes igualmente grotescos. La serie Bribes de corps que pintó durante los años setenta quizá sea lo más conocido de su trabajo. Ella consideraba esas pinturas como autorretratos.

Huguette Caland, una joie de vivre confiada a la gloria de la felicidad carnal. Huguette o el placer como brújula. Con todo estas 200 piezas permiten comprobar cómo las maneras y las formas desaparecían de su obra, se mantenían latentes y luego reaparecían, incluso décadas después...

En 1987, tras la muerte de George Apostu, el escultor rumano con quién convivía, Huguette decidió otro giro radical y se estableció en California. Y emprendió quizá el cambio más sorprendente de su carrera. Sobre papel japonés y con gruesos pinceles mojados en tinta, pintó abstracciones severas que inevitablemente evocan el minimal y a sus artistas con quienes sin embargo no tuvo ningún contacto, como tampoco lo había tenido con la neofiguración o el pop a los que podrían recordar sus obras parisienses.

No tuvo ningún contacto con ningún mundillo prestigioso. Era libre, nadie atendía a su arte....Sus primeras retrospectivas se celebraron en el Museo Hammer, de Los Ángeles, en el 2016 y en el Instituto de Arte Árabe de Nueva York en 2018, cuando ya había regresado a Beirut, donde murió poco después y donde se celebraron algunas otras. En la última y espléndida sala de esta exposición asistimos al movimiento final de su gozosa sinfonía: telas colgadas, no exactamente obras textiles, pero sí prendidas de las labores tradicionales palestinas -y de Paul Klee-. Las pacientes puntadas, el esplendor de los amarillos y los azules. La vida era como una naranja  que debía ser exprimida , hasta comerse la cáscara; eso dijo.

Hugette Caland. Una vida en pocas líneas. Museo Reina Sofía. Madrid, Hasta el 25 de agosto.

lunes, 3 de marzo de 2025

"La Marsellesa de los borrachos"

En 1961, el colectivo italiano Cantacronache se vino a España y de manera clandestina se propuso recorrer parte de ella recogiendo canciones críticas  con el Franquismo, vinculadas a la resistencia de izquierdas ya desde la misma Guerra Civil, pero también en la posguerra inmediata. Un poco de suerte, otra de persistencia y de casualidad, provocó que aparecieran aquellas grabaciones bien conservadas. Lo que hace el montador Pablo Gil Rituerto es estrenarse con el tan curioso como fascinante documental La marsellesa de los borrachos, que permite recuperar la voz de Celso Emilio Ferreiro cantando Santo Cristo de Fisterra, que además versiona para el filme Faia Díaz Novo, porque entre los enclaves que visitan las cámaras para recoger testimonios de aquel tiempo, están Vigo, Santiago de Compostela y la isla de San Simón. Con materiales de archivo también.

La estructura narrativa es sencilla. Se trata de una rood movie con paradas en varios de los lugares recorridos por aquellos intrépidos, combinación de etnomusicólogos y comprometidos con la izquierda. Naturalmente, fueron detenidos por "vilipendio religioso y ataque al jefe del Estado", con la que correspondiente prohibición de la difusión de su trabajo. Con la colaboración del italiano Elilio Jona, ya nonagenario y único superviviente de aquel colectivo, poniendo la voz en off y acompañando al nuevo equipo, recorremos algunas de aquellas paradas, escuchamos voces y valoraciones, mientras realiza una sutil labor de recuperación de memoria histórica junto a varios colectivos, algunos fieles a posiciones muy próximas, uniendo  así pasado con presente. Con aportes de nuevas canciones en la misma línea reivindicativa, en parte próxima al nacionalismo. Trazado todo con un ritmo ajustado, una luz de paleta tamizada, acorde con lo que representaba aquella época.

M.A. Fernández. La Voz de Galicia, sábado 15 de febrero de 2025.

domingo, 2 de marzo de 2025

Yaël Braun-Pivet. Presidenta de la Asamblea Nacional francesa

Yaël Braun-Pivet, Presidenta de la Asamblea Nacional Francesa.
 EFE

"Es necesario ser firmes en Ucrania para proteger Europa". 

La paradoja de Francia o al menos de su política, se puede explicar desde el Palacio Bourbon, sede de la Asamblea Nacional. Nunca en su historia reciente había estado tan fragmentado. Una Cámara presa de dos extremos y un centro cada vez más diluido. Tampoco casi nunca un presidente de esta institución había sobrevivido a tres primeros ministros y se había mantenido en el cargo. Yaël Braun-Pivet (Nancy, 54 años), cuarta representante del Estado es una suerte de ancla entre un mundo que se extingue, el de las grandes mayorías, y el de las minorías que pugnan por alcanzar acuerdos que permitan sobrevivir al ejecutivo de turno.

Braun-Pivet, diputada por Ensemble pour la République, el partido de Emmanuel Macron, recibió a El País un día antes de viajar a Madrid, donde se reunió ayer con su homóloga, la socialista Francine Armengol, para firmar un acuerdo. La presidenta, cuya incomodidad por la deriva derechista del actual Ejecutivo francés se manifiesta sin reparo, habla de los últimos años en Francia.

P.- Usted es una de las pocas cosas estables en Francia en este momento. 

R.-  (ríe) Junto con el presidente de la República y el del Senado, efectivamente  representamos polos de estabilidad. 

P.- También es la presidenta del Parlamento más fragmentado de la historia reciente de Francia. ¿Es viable seguir así más tiempo?

R.- Sí. Estamos aprendiendo una cultura política que antes  no teníamos  y que ustedes  sí tienen. Tratamos de aprender  a construir  coaliciones, a formar pactos de Gobierno. Es lo que sucede en España, Alemania o Italia. Todavía no hemos llegado al nivel de formar una coalición, pero sí hemos establecido una base común  que nos permite avanzar. No es fácil para los franceses, pero creo firmemente en ello.

P.- El auge de los extremos es un factor que lo complica.

R.- Hay suficientes partidos moderados en la Asamblea con los que se puede trabajar. Pero es cierto que la fuerte presencia de los extremos en el Parlamento dificulta mucho las cosas y polariza el clima político...

P.- Frente al ascenso de la extrema derecha hay ministros que compiten con ella en temas como la inmigración. ¿Cómo se siente?

R.- Me mantengo fiel a mis convicciones y valores progresistas. No siempre estoy de acuerdo con lo que completa este Gobierno y lo digo abiertamente. Creo que los ciudadanos esperan políticos coherentes con sus principios (...)

P.-El 31 de marzo, una sentencia podría dejar fuera de la política a Marine Le Pen

R.- No me pronuncio sobre esta caso particular, pero sí creo que los políticos deben ser ejemplares. Los franceses exigen que respetemos la ley.

P.- Usted es nieta de judíos. ¿Cree que aumenta el antisemitismo en Francia?

R.- Es muy preocupante. Aumenta en toda Europa, no solo en Francia. Este fenómeno está relacionado con el conflicto entre Israel y Gaza y también con un antisemitismo más antiguo.

P.- ¿Cree que Macron tiene razón al decir que Vladimir Putin representa una amenaza existencial para Europa?

R.- Lo que está sucediendo en Ucrania es una preocupación primordial para los europeos, ya que afecta a nuestra seguridad y estabilidad. Es crucial que no dejemos a Ucrania a su suerte, porque no sabemos hasta dónde llegará Putin. Es necesario ser firmes para proteger la seguridad de Europa.

Daniel Verdú. París. El País, sábado 22 de enero de 2025.

sábado, 1 de marzo de 2025

Cité International Universitaire de Paris

Cité internationale universitaire de Paris

Una ciudad mundial en el corazón de París. Es un campus único en el mundo. Cada año acoge a 12.000 estudiantes, investigadores y artistas de 150 nacionalidades en sus 45 casas. No ofrece enseñanza sino un modelo original de vida colectiva. Laboratorio  de ideas para pensar el mundo de mañana, la Cité internationale es una ciudad mundial en el corazón de París. Está administrada por una entidad de derecho privado, reconocida de utilidad pública por decreto del 6 de junio de 1925. Las universidades de París son propietarias de los edificios. Por ello la Cité internationale constituye un activo al servicio del atractivo  de las universidades parisinas y de Île-de-France-

Una escuela de vida y de compartir. Concebido en el contexto pacifista del periodo de entreguerras, promueve la convivencia, los intercambios y la comprensión  de un mundo rico y complejo, contribuyendo a la construcción de un mundo de paz. La ambición de sus fundadores  era crear  una "escuela  de relaciones humanas para la paz, ofreciendo un alojamiento y condiciones de estudio para la paz.

La génesis de un proyecto utópico.  André Honorat, uno de los fundadores  de la Cité Universitaire, expresó en 1919 el deseo de crear  "un lugar donde los jóvenes  de todos los países  puedan, en la edad en que se forjan amistades duraderas, tener contactos que les permitan conocerse y apreciarse". 

Ministro de instrucción Pública y Bellas Artes, imaginó con Paul Appell, matemático y rector de París una ciudad destinada para acoger a los estudiantes de las universidades parisinas. Para realizar este ideal, encontraron a Émile de la Meurthe, un próspero industrial al frente de los Petróleos Jupiter, luego SHELLFrancia, el primer gran mecenas  que financiaría íntegramente en 1925 la primera residencia, la Fundación Émile et Louise Deutsch de la Meurthe. Tras la construcción de la Fundación, era necesario dar a la Ciudad Universitaria  la dimensión internacional  prevista desde el principio por André Honorat. Con el apoyo del talento administrativo de Jean Branet, consejero de Estado que se convirtió  en presidente y director en 1924, y de la generosidad del banquero David Weill, se creó una Fundación Nacional, una asociación sin ánimo de lucro. Fue reconocida como de utilidad pública en 1925. A partir de 1925 la construcción se aceleró. Gobiernos extranjeros, mecenas  y escuelas se movilizan  para financiar la construcción  de las primeras casas. En menos de 15 años se construyeron 19 casas en el campus.

 Entre 1945 -1969: un nuevo impulso constructivo. A pesar del duro golpe de la Segunda Guerra Mundial, los ideales pacifistas no han perdido nada de su relevancia. Es hora de ampliar la Ciudad Universitaria. Un patrimonio restaurado y 17 casas nuevas  pueden acoger hasta 5.500 estudiantes.  Hoy  situada en un parque ajardinado de 34 hectáreas bajo gestión ecológica, reúne 45 casas construidas entre 1925 y 1969. Estas ciudades jardín se caracterizan por una gran diversidad de estilos arquitectónicos inspirados en los diferentes países representados y en el movimiento modernista. Cinco de ellos están catalogados como monumentos históricos, entre ellos la Fundación Suiza y la Maison du Brésil, ambos diseñados por Le Corbusier. La "Cité U" acoge cada año 12.000 estudiantes e investigadores internacionales (140 nacionalidades están representadas) y ofrece un rico programa cultural: eventos, espectáculos, exposiciones y visitas guiadas para descubrir su rico patrimonio.

 17 boulevard Jourdan- 75014 París.

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