jueves, 25 de septiembre de 2025

Pierre Mabille, explorador de mundos fantásticos

Retrato de Pirre Mabille

El sello gerundense Atalanta publica en castellano la antología de literatura sobre lo maravilloso que confeccionó el médico francés, Pierre Mabille (Reims, 1904-París, 1952). Era médico, pero no uno cualquiera. Además de un facultativo comprometido con los avances de la ciencia  y con el paciente -trabajó, por ejemplo para mejorar la sanidad de Haití, donde también ahondó en la investigación de las culturas animistas y el vudú-,  era un hombre fascinado  por el universo de los mitos, las leyendas, la belleza, la tradición y los "poderes ignorados por el ser humano y aspectos desconocidos de la naturaleza", como él mismo explicaba en el prólogo de su libro El espejo de lo maravilloso (1940), que el sello Atalanta trajo recientemente al castellano.

Esta publicación es la más feliz concreción en su condición de explorador de mundos fantásticos, de gran sabedor e indagador, un verdadero proyecto de trazar un mapa sobre el territorio de lo maravilloso en literatura -una aspiración inalcanzable por definición-, no solo entre los autores más relevantes de Occidente, también en culturas alejadas  de lo europeo, en cuentos y textos indios, tibetanos, armenios, árabes, mesopotámicos, finlandeses, australianos, egipcios subsaharianos...

Apunta Mabille que merveille (maravilla) deriva de la raíz miror ("cosas susceptibles o dignas de mirarse"), en torno a la que ha proliferado  una extraña familia que acoge mirer (mirar), se mirer (reflejarse), admirer (admirar), miracle (milagro), mirage (espejismo) y miroir (espejo). Es esta última palabra la que condicionará, incluso guiará, su hermosísimo viaje: "La búsqueda de la definición de lo maravilloso -incide- nos conduce al espejo, el instrumento mágico más banal y extraordinario de todos". Y más adelante añade: "Gracias al espejo hemos podido escapar de los confines que nos encierran, hemos podido transformar nuestro sentimiento de la existencia en una representación: nos hemos descubierto a nosotros mismos. Nuestra esperanza es que se produzca el fenómeno inverso con respecto a los objetos". 

No es de extrañar que tanto André Breton (que firma  un elogio del autor al inicio del libro) como el editor  Jacobo Siruela se hayan visto seducidos  por esta antología.

"Los reflejos y los ecos  -insiste Mabille- conducen al centro del inconsciente, a los orígenes del sueño, al lugar donde el deseo alcanza  a expresarse de manera confusa". Parece obvio así el criterio  que llevó a Mabille a elegir la Alicia de A través del espejo, de Lewis Carroll, para inaugurar  una selección en la que están presentes creadores como Rimbaud, William Blake, Goethe, Shakespeare, Ovidio, Kafka, Charles R. Maturin, Platón, Julien Gracq, Char, Erskine, Caldwell, Jarry, Poe, Apuleyo... pero también menos conocidos. 

En fin, una gran aventura que propone Pierre Mabille más allá de la distinción  que André Breton subraya  entre lo fantástico - "casi siempre en el orden de la ficción intrascendente"- y lo maravilloso, que defiende y ensalza por su capacidad para iluminar "el extremo más alejado del movimiento vital" y comprender "todo el ámbito de las emociones".

H. J. P. La Voz de Galicia, lunes 25 de agosto de 2025.

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