La secretaria de Estado para la Igualdad Marlene Schiappa
Junto con los Estados Unidos, Francia es uno de los países donde más eco ha tenido el escándalo Weinstein. Una avalancha de denuncias en el mundo del espectáculo, la política o la cultura han llevado al Gobierno de Emmanuel Macron, que ha proclamado la igualdad entre mujeres y hombres la "gran causa" de su mandato, a anunciar una respuesta contundente. La reacción no es solo vertical. Las denuncias por violencia sexual aumentaron en octubre un 30% respecto al año pasado, según la gendarmería. Además, bajo un hashtag paralelo al MeToo internacional, el muy francés Balancetonporc /denuncia a tu cerdo), miles de mujeres han denunciado en las redes sociales, y en la calle, casos de acoso. Algunos ya han llegado a la justicia, como las dos denuncias por violación contra el islamólogo Tariq Ramadan. Este mes comenzó el juicio contra Georges Tron, exsecretario de Estado y alcalde de una localidad al sur de París, también denunciado por violación por dos antiguas empleadas municipales. Un antiguo dirigente de las juventudes socialistas también ha sido acusado de agresión sexual por varias mujeres mientras que la fiscalía de París ha abierto por la misma causa una investigación preliminar al director de la cadena France 2, Eric Monier... Francia el país del amour, de la seducción, ¿ no será también un oasis para depredadores sexuales? "Ante una denuncia, en Francia tenemos la tentación de preguntarnos: ¿no será más bien un caso de seducción?, critica la secretaria de Estado para la Igualdad Hombre-Mujer, Marlène Schiappa. "Algunos quieren hacernos creer que es algo inscrito en el patrimonio cultural francés, porque aquí habría un cierto apego al galanteo. No estamos contra la seducción o las relaciones libres entre personas. Pero hay que definir la frontera", precisó Schiappa en una entrevista con este y otros diarios de la alianza de medios europea LENA. "Toda mujer debe tener derecho a no consentir. Esa es la línea roja. Lamentablemente todavía hace falta mucha pedagogía sobre ese punto"... Por eso para la secretaria de Estado "es extremadamente importante que la ley del país ponga blanco sobre negro que condena el acoso en la calle, que está prohibido en Francia intimidar a las mujeres en la calle, seguirlas, pedirles 10 veces el número de teléfono". "Cuando tienes 40 minutos de trayecto hasta tu trabajo y te los pasas vigilando porque temes por tu integridad física, no llegas a tu puesto de trabajo serena. Combatir el acoso sexual de la calle es también permitirle a las mujeres llegar a su lugar de trabajo, ocupar el espacio público con serenidad y libremente, igual que los hombres". Silvia Ayuso. París. El País, domingo 24 de diciembre de 2017
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