lunes, 15 de enero de 2018

Loving Vincent

Escena de Loving Vincent
Premio del Público del prestigioso Festival de Annecy -dedicado al cine de animación  y del galardón  a la Mejor Película de Animación  de los Premios del Cine Europeo, Loving Vincent, llegó a las salas españolas este viernes pasado. Es la primera película pintada al óleo que se produce a nivel mundial. Esto significa que cada uno de los 65.000 fotogramas que la componen es en realidad un lienzo de 103 cm por 60 cm pintado a mano por un pintor profesional, dando lugar al método cinematográfico más lento jamás ideado y a un acabado visual tan original como apabullante. "Este proyecto se ha hecho por puro amor", explica la realizadora polaca Dorota Kobiela, que codirige el filme junto al británico Hugh Welchman -autor del oscarizado corto de animación Pedro y el lobo (2006)- . "He trabajado en él siete años a tiempo completo. Mi amor al trabajo de Van Gogh, a sus cartas y mi respeto a su lucha en la vida me han sacado adelante estos 7 años. Pero no era solo yo la que tenía que amar a Vincent Van Gogh. Nuestro equipo de artistas tenía que pintar los más de 65.000 fotogramas al óleo, tardando hasta siete días en elaborar un segundo de la película. Esto requería por parte de todos mucho compromiso y mucho trabajo". La película fue rodada en un principio con actores reales, entre los que se encuentran Saoirse Ronan (Brooklyn) o el televisivo Jerome Flynn (que interpreta al carismático Bronn en Juego de tronos). Estos trabajaron en sets construidos en estudios de Londres y Polonia con la apariencia real de los cuadros de Van Gogh o en cromas que recreaban después del rodaje los cuadros del pintor mediante técnicas de animación por ordenador. Después los artistas trabajaban sobre ese material. "La razón creativa para rodar con actores era que Van Gogh pintaba en sus retratos a personas reales porque quería transmitir sus emociones", asegura Hugh Welchman. "Por ese motivo queríamos tener personas de carne y hueso delante de nosotros también...La razón práctica es que al rodar acción real con actores podíamos crear en pocos días un material que en animación nos llevaría meses obtener".
 La película arranca en Francia en el verano de 1891, un año después de la muerte del pintor cuando el joven Armand (Dougla Booth) recibe una carta de su padre, el cartero Joseph Roulin (Chris O' Dowd), para entregarla en mano en París al hermano de Van Gogh. Sin embargo, en París no hay rastro de Theo del que se cuenta que murió poco después de que Vincent se quitara la vida. "Escribí muchas historias algunas basadas en su vida, otras partiendo de cuadros completos, también de época en Holanda  y de cuando vivió en los barrios bohemios de París", relata Dorota Kobiela. "Pero el primer guión real que surgió se centraba en los últimos días de su vida. Además los cuadros de aquella época me gustaban especialmente y el hecho de que pintara a gente con la que tenía un contacto regular al final de su vida también me atraía: el doctor Gachet, su misteriosa hija Marguerite Gachet, a la que pintó tres veces, y la hija del dueño de la posada en la Van Gogh murió, Adeline Ravoux".... En la película aparecen 31 cuadros representados parcialmente y otros 94 con un aspecto muy cercano al original, pero en las últimas escenas de flash backs se opta por un estilo diferente en blanco y negro...
Javier Yuste. El Cultural 12-1-2018

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