martes, 14 de agosto de 2018

Annette Messager. Púdico-Público

Instalación de A. Messager en el IVAM. Foto.  J. MONZÓ
Annette Messager (Berck, Francia,1943) cuenta con cuatro espacios de trabajo, uno para cada una de sus actividades. El primero está dedicado al dibujo. El segundo, más pequeño, a la costura. El tercero, dotado de un ordenador, sirve para la concepción de sus proyectos. Pero el más grande es el cuarto, un almacén pegado a su casa donde acumula sus esculturas e instalaciones. En función del rincón observado parece un parque de atracciones abandonado, un cementerio de peluches gigantes o un laboratorio donde las obras se hacen o deshacen. Entre ellas se encuentran las piezas que la artista francesa reúne en el IVAM desde el 5 de julio, que resume sus últimos 20 años de trayectoria, tomando el relevo a la retrospectiva que el Reina Sofía le dedicó en 1999 en el palacio de Velázquez. Llevaba un título especialmente adecuado para englobar una obra de aspecto liviano y trasfondo funesto: La procesión va dentro. 
La exposición coincide con la concesión del Premio Julio González a Messager, que se convierte así en la primera mujer de una lista de galardonados donde ya figuraban Georg Baselitz, Frank Stella. Anish Kapoor o Christian Boltanski, con quien la artista reside, desde los años setenta, en el suburbio parisiense de Malakoff, lugar de pasado comunista y presente multicultural. La morada que comparte con Boltanski se encuentra en un antiguo recinto industrial formado por distintos pabellones de cristal reconvertidos en espacios híbridos, entre la vivienda y el atelier, propios de una generación que creyó que el arte y la vida eran sinónimos...Sino es la utopía cumplida del 68, se le parece mucho.
"Admiro a los artistas que son capaces de hacer lo mismo cada día de sus vidas pero yo no soy de esos. Me apetece hacer un bordado y luego un dibujo, una escultura y después un papel pintado, una obra con tejido y la siguiente con alambre. Como artista y como persona, creo mucho en las identidades múltiples", señala. Messager prefirió fijarse en Joseph Beuys o Bruce Nauman, a quien considera "el mayor artista del siglo XX junto a Picasso". Compartió con ellos su gusto por lo indefinible. Y un anhelo por usar todo lo que tuviera a su alcance. Sus primeras obras trataban de la condición de las mujeres a partir de elementos del entorno doméstico, espacio de reclusión que Messager transformó en escenario de liberación...Le colgaron la etiqueta de artista feminista. "Odio que me digan eso. En realidad, evito participar en muestras para mujeres artistas, porque es como si nos metieran en un nuevo gueto", denuncia Messager"...
Álex Vicente. El País, sábado 30 de junio de 2018
"Annette Messager. Púdico. Público". IVAM. Valencia.Del 5 de julio al 4 de noviembre.

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