|
Fotograma de ¡Vaya bichos! |
Adaptación de los cuentos para niños del escritor e ilustrador francés Antoon Krings que intenta ser autónomo del cine de animación de Hollywood, recuperando una de las funciones atribuidas al género, enseñar y entretener al público infantil. Al parecer, la obra de Krings se inspira en la observación de la vida que se desarrolla en el jardín de su propia casa y cuyos personajes son los insectos. Así, la película comienza protagonizada por un grillo con vocación de cantante y showman que canta con la ayuda de luciérnagas y propone ofrecer un espectáculo para la abeja reina de la colmena local. La divulgación de los trabajos y los días, de la organización jerárquica y armónica de la sociedad está dirigida a la mejor comprensión de los niños y por eso se resume y se explica con gran sencillez didáctica. Por supuesto, todos los bichos ( por los que el autor siente evidente cariño ) están sometidos al antropomorfismo, son como seres humanos incluso en los gustos musicales (La vie en rose les enamora) o la vestimenta (el grillo parece Pepito Grillo). Entonces se ve que está vocación de naturalista queda relegada por la fábula tradicional, por el consabido reparto de buenos y malos, de acciones abnegadas y traiciones. Una abeja reina que quiere ver cómo es el jardín que rodea su colmena y emprende una excursión clandestina y una avispa que trama usurpar su trono representan el bien y el mal.
Francisco Marinero. El Mundo, viernes 17 de agosto de 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario