martes, 7 de agosto de 2018

Duchamp, Magritte, Dalí. Revolucionarios del siglo XX

Como un claro ejemplo de cultura patriarcal, el Manifiesto surrealista (1924) de André Breton rezaba: "¿Acaso lo esencial no es que seamos dueños de nosotros mismos y, también, señores de las mujeres y del amor?". En Duchamp, Magritte, Dalí. Revolucionarios del siglo XX, exposición que acoge el Palacio de Gaviria de Madrid -que reúne 180 obras-, se puede observar como los surrealistas concebían a la mujer como un objeto. Abierta hasta el 29 de julio, en la muestra se ve como el cuerpo femenino se convirtió en el elemento central de muchas obras de los autores más famosos: idealizado y mitificado, o destruido y fraccionado. Un ejemplo es una de las muñecas de Hans Bellmer en que aparece fragmentado.
"Los surrealistas son muy contradictorios en todos los sentidos: hay muchas mujeres con un papel importante dentro del movimiento", apunta la catedrática de de Historia del Arte de la Universidad de Barcelona Lourdes Cirlot, que denuncia, no obstante, que ellos "que son la mayoría", despreciaban a la mujer. Para Cirlot, los surrealistas le dan a la mujer un rol especialmente erótico. Concretamente se sentían atraídos por la figura pasiva de la femme-enfant/ la mujer -niña. El caso es que en un momento de eclosión de los regímenes totalitarios y del fascismo, el deseo y la líbido se convirtieron en los protagonistas de muchas de las obras surrealistas. Además, usan las teorías de Freud sobre la sexualidad como punto de partida.
Otro de los ejemplos del papel de mujer -objeto es la fotografía que Philippe Halsman hace a Salvador Dalí, junto a una figura de una calavera formada por mujeres desnudas. También aparece la imagen de Dalí como Mona Lisa, en la que se ve la Gioconda con el bigote del pintor de Figueras.... Uno de los autores más famosos del movimiento dadaísta, Marcel Duchamp de quien se expone la famosa Rueda de la bicicleta. "Duchamp coge un objeto ya fabricado y lo descontextualiza: pone la rueda de la bici encima de un taburete de cocina", relata Cirlot...En la parte final de la exposición se encuentra el famoso cuadro de Magritte Castillo de los Pirineos, que muestra un paisaje onírico, obra que protagoniza el cartel de la exposición...
Nuria Martínez. Madrid. La voz de Galicia, lunes 23 de julio de 2018.

No hay comentarios:

Publicar un comentario