Estancia de la Casa Deyroye. Foto Credits |
Los tiempos han cambiado mucho desde entonces. "Para nosotros, la taxidermia es un acto científico y no mortífero. Todos los animales de la tienda murieron por causas naturales o, en algunos casos minoritarios, fueron sacrificados por razones sanitarias", explica su propietario, Louis Albert de Broglie, un dandi con atuendo tirolés que tiene sangre azul corriendo por sus venas : desciende de un príncipe piamontés que fue asesinado en los sesenta y de uno de los hijos de Carlos X, el último Borbón que reinó en Francia. Huelga decir que en su familia se cazaba. Él prefirió abandonar esta actividad a los 18 años. "Ya entonces estaba convencido de que los animales, ya sean domésticos o salvajes, necesitan amor", sostiene De Broglie, militante medioambiental y conocido en su país por su infatigable combate por la conservación de la biodiversidad del tomate. Sus allegados encontraron para él un apodo a la medida: El Príncipe Jardinero.
De Broglie compró Deyrolle en 2001, cuando se encontraba al borde de la quiebra. Desde entonces, esta peculiar arca de Noé se ha vuelto a convertir en un lugar concurrido. "Deyrolle sigue fascinando porque contiene el misterio de la naturaleza y de la vida...es un lugar para soñadores, una fuente de estímulos para mentes creativas". En Deyrolle hay tanto rigor científico como licencias poéticas...No es casualidad que este santuario de la taxidermia fascinara tanto a los surrealistas, como André Breton, Max Ernst o Salvador Dalí... Deyrolle nunca dejó de fascinar a los creadores. Woody Allen escogió la tienda para rodar una de las escenas de Medianoche en París....
Álex Vicente. El País Semanal, domingo 12 de agosto de 2018
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