domingo, 26 de agosto de 2018

El dandi animalista

Estancia de la Casa Deyroye. Foto Credits
Al cruzar el umbral del vetusto edificio que lo alberga, el visitante verá aparecer ante sus ojos un verdadero espectáculo de flora y fauna. Deyrolle es un zoo poblado por animales disecados, un museo natural sin clasificaciones académicas, un gabinete de curiosidades abierto a todos los públicos. La casa de taxidermia más legendaria de París, fundada en 1831, se instaló hace 130 años en este local de dos plantas y paredes revestidas de madera, situado en un rincón del barrio de Saint-Germain. Un nuevo y apasionante volumen revisa ahora su historia, A Parisian Cabinet of Curiosities, publicado en inglés y francés por Rizzoli y Flammarion. El relato empieza con la familia que dio renombre a la tienda, que se sucedió al frente del negocio durante cuatro generaciones seguidas, surtiendo sus innumerables cajones y vitrinas de vertebrados e invertebrados, fósiles y minerales, además de cientos de láminas sobre la naturaleza que abastecieron durante décadas a las escuelas francesas. Deyrolle se convirtió en un templo para biólogos, botánicos y zoólogos o para coleccionistas de moluscos y mariposas, pero también para muchos cazadores en busca de un profesional que ennobleciese sus trofeos.
Los tiempos han cambiado mucho desde entonces. "Para nosotros, la taxidermia es un acto científico y no mortífero. Todos los animales de la tienda murieron por causas naturales o, en algunos casos minoritarios, fueron sacrificados por razones sanitarias", explica su propietario, Louis Albert de Broglie, un dandi con atuendo tirolés que tiene sangre azul corriendo por sus venas : desciende de un príncipe piamontés que fue asesinado en los sesenta y de uno de los hijos de Carlos X, el último Borbón que reinó en Francia. Huelga decir que en su familia se cazaba. Él prefirió abandonar esta actividad a los 18 años. "Ya entonces estaba convencido de que los animales, ya sean domésticos o salvajes, necesitan amor", sostiene De Broglie, militante medioambiental y conocido en su país por su infatigable combate por la conservación de la biodiversidad del tomate. Sus allegados encontraron para él un apodo a la medida: El Príncipe Jardinero.
De Broglie compró Deyrolle en 2001, cuando se encontraba al borde de la quiebra. Desde entonces,  esta peculiar arca de Noé se ha vuelto a convertir en un lugar concurrido. "Deyrolle sigue fascinando porque contiene el misterio de la naturaleza y de la vida...es un lugar para soñadores, una fuente de estímulos para mentes creativas". En Deyrolle hay tanto rigor científico como licencias poéticas...No es casualidad que este santuario de la taxidermia fascinara tanto a los surrealistas, como André Breton, Max Ernst o Salvador Dalí... Deyrolle nunca dejó de fascinar a los creadores. Woody Allen escogió la tienda para rodar una de las escenas de Medianoche en París....
Álex Vicente. El País Semanal, domingo 12 de agosto de 2018

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