sábado, 24 de octubre de 2020

Clementinas corsas

¿Saturado de cifras de contagios y muertes por el Covid? ¿Harto de bronca política? Déjese llevar de paseo por la cuadrilla a Córcega. En la isla mediterránea este híbrido de mandarinas y naranjo verde debe su nombre al hermano Clemente, el fraile que hizo su primer injerto en un orfelinato de Orán (Argelia) cuyo huerto estaba a su cargo. Se diferencia de la mandarina en que no tiene pepitas.

A las fruterías de París ya han llegado las más tempranas. De Portugal a 3,90 E el kilo y de España, más hermosas y caras (5,90/Kg). Mi frutero me asegura que bajarán mucho  en cuanto avance la temporada. El 98% de las clementinas de la Francia metropolitana procede de Córcega donde se producen entre 20 y 30.000 toneladas que suponen unos 50 millones de ingresos anuales.

La cosecha de 2020 ha sido noticia antes de empezar por culpa ...del Covid. Cerradas a cal y canto las fronteras de la UE, los productores se han unido para montar un puente aéreo que traslada a 902 marroquíes en cinco vuelos charters. La Oficina de  la Inmigración, la prefectura y el Centro de crisis de la oficina del primer ministro francés han firmado con las autoridades marroquíes un protocolo sanitario y diplomático excepcional.

Las redes sociales se han agitado en la isla acusando a los empresarios de favorecer los contagios. El prefecto, François Ravier, ha salido al paso: "Se harán test a los temporeros en Marruecos antes de la salida, a los siete días de su llegada y antes de su marcha. Se han reforzado los controles sobre sus condiciones laborales y de alojamiento". Además los traslados a las huertas están compartimentados. Y en caso de contagio, los afectados pasarán la cuarentena en cámpings.

Los vuelos de ida y vuelta costarán unos 600.000 euros a pagar entre los 72 productores corsos de clementinas  (de un total de 145) que necesitan mano de obra externa. Las autoridades locales de la isla, los siempre vocingleros nacionalistas corsos, no han dicho ni mú.

Loa alemanes ya usaron en primavera el mismo procedimiento para importar trabajadores rumanos en la cosecha del espárrago. Seguramente en España hay algún ejemplo similar que ignoro. Si recuerdo los brotes de covid de fines de mayo en Huesca y Lérida propiciados por las malas condiciones de acogida de los temporeros.

Frente a la pandemia sobra bronca y estadística. Y falta ir al detalle y hacer las cosas bien. Y humildad para copiar lo que otros hacen mejor.

Iñaki Gil. El  Mundo, lunes 12 de octubre de 2020.


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