Noumea, la capital de Nueva Caledonia |
En una breve y sobria alocución en el Elíseo, el presidente Emmanuel Macron, manifestó un "agradecimiento" tras conocer "el deseo de la mayoría" de que Nueva Caledonia siga en Francia, lo que interpretó como una "muestra de confianza en la República". Al mismo tiempo aseguró haber "escuchado la voz de aquellos y aquellas a los que anima la voluntad de independencia", a quienes aseguró que formarán parte de la "construcción de la Nueva Caledonia del mañana".
El resultado implica que Nueva Caledonia, con 271.000 habitantes y en manos francesas desde 1853, seguirá siendo una colectividad francesa, es decir, un territorio dependiente de París, pero con competencias propias. Hace dos años, el no a la secesión ganó con un 56,7%, un margen suficiente pero tampoco tan contundente como para impedir que los independentistas mantuvieran la esperanza de un resultado distinto en una nueva consulta. Los acuerdos entre París y Noumea (la capital del archipiélago) prevén la posibilidad de una tercera y última consulta en 2022...
Usada como presidio para delincuentes franceses en el siglo XIX, Nueva Caledonia figura en la lista de la ONU de 17 territorios no autónomos que deben autodeterminarse. El 39 % de la población es kanak, el 27% es europea o caldoche, un 8% es originaria del territorio de ultramar de Wallis y Futuna y otro 8% son mestizos y de otras comunidades. Más allá del valor simbólico de ser una de las últimas colonias de Francia, Nueva Caledonia tiene un interés estrátegico para París, y además es la cuarta reserva mundial de niquel.
Silvia Ayuso. París. El País, lunes 5 de octubre de 2020.
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