domingo, 11 de octubre de 2020

Joseph Pérez, historia sin leyendas

Joseph Pérez
Uno también se retrata por sus héroes. Si Joseph Pérez, el hispanista francés fallecido el jueves en 
Burdeos a los 89 años tenía uno, ese era el cardenal Cisneros, por su defensa del bien común y los intereses generales. "Es el mayor hombre de Estado que ha tenido España. Desgraciadamente llegó viejo y tarde", afirmaba en Madrid, cuando presentó su biografía sobre el personaje. Pérez también creía en el bien común y en los intereses generales. Sin ningún tipo de complejos se definía a sí mismo como jacobino, esto es, al final de todo, un señor que quiere que en todos los pueblos de Francia, tengan mil o un millón de habitantes, haya una escuela, una oficina de correos y un centro médico para todos. Él se sentía un producto de esa visión francesa que ahora creía en extinción. "Nací en 1931, mi lengua materna era el valenciano, no el castellano. A los cuatro o cinco años ingresé en la escuela. En la escuela jacobina entraba un pequeño español, un pequeño portugués y salía un francés. Eso se ha terminado. La idea jacobina es fundar una nación formada por ciudadanos con los mismos derechos, nadie me dijo nada por ser español. ¿Por qué no se hace con los árabes como se hizo conmigo?".

Joseph Pérez nació en Laroque-d'Olmes (Francia) en 1931, pocos años después de que sus padres, valencianos, emigrasen a esta región pirenaica. La España de 1924 ofrecía pocas oportunidades de progreso. Ambas circunstancias acabaron pesando sobre el futuro profesional de Pérez, tan interesado por la Historia como por la patria de sus padres. La suma de ambas inquietudes alimentó un sólido hispanismo, especializado en la edad moderna, que en 2014 mereció el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. Perteneció junto a John H, Elliott y Geoffrey Parker, al grupo de especialistas extranjeros que ayudaron a desenredar mitos, personajes y episodios de unos siglos en los que España pasó de ser una potencia a una ruina económica...

El primer libro que publicó fue su tesis sobre la revolución comunera, el levantamiento contra Carlos V entre 1520 y 1522, que en España se publica 1977. Luego se sucederían obras sobre Carlos V, Teresa de Ávila o Cisneros. Pero no sólo investigó a los protagonistas históricos, también estudió aspectos de la sociedad de aquel tiempo como la presencia de los judíos en la Península (Historia de una tragedia  el inequívoco título del libro que dedicó a su expulsión en 1492), la Inquisición o efectos colaterales contra la leyenda negra, a la que dedicó un ensayo que indagaba en las causas de un fenómeno surgido en el siglo XVI que sigue despertando encendidas controversias. "Siempre me pareció algo exagerada, que procedía de prejuicios que había que desterrar", señalaba el historiador que presidió la Universidad de Burdeos III entre 1978 y 1983.

Galardonado con múltiples distinciones en Francia y en España (tenía, entre otras, la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X El Sabio y la Oficial de la Legión de Honor francesa), pertenecía a varias Academias de España y Portugal. Entre 1989 y 1996 dirigió  la Casa de Velázquez.

Su último libro publicado en España fue la biografía del cardenal Cisneros, dentro de la colección Españoles eminentes, que coeditan la editorial Taurus y la Fundación Juan March. Como muestra de su relación estrecha con España, el Ayuntamiento de Villalar de los Comuneros decretó dos días de luto oficial tras conocerse la muerte de un historiador que estuvo muy vinculado a la localidad vallisoletana, donde hay una calle con su nombre.

Tereixa Constenla. Madrid. El País, sábado 10 de octubre de 2020. 

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