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Victoire de Castellane |
Victoire de Castellane (Neuilly-sur-Seine, 61 años) no sabe cuándo ni cómo comenzó su fascinación por las joyas, pero recuerda con claridad el hormigueo que sentía en la piel que veía a su abuela española. "Ella siempre llevaba muchas joyas, todo el día. Me encantaba el sonido que producían todas las piezas juntas. Yo entraba en un trance y me quedaba hipnotizada escuchando el ruido de las piedras. Para mí era como ASMR, aunque entonces no sabía qué era ASMR", explica en conversación con El País Semanal. La directora artística de Dior Joaillerie se refiere al concepto de autonomous sensory meridian response (respuesta sensorial meridiana autónoma en español, una sensación física y psicológica de calma y tranquilidad ante ciertos estímulos creativos). "Realmente sentía placer al escuchar y mirar sus joyas", repite. De hecho, está convencida de que no habría sido diseñadora de joyas de no ser por la abuela paterna, a la que recuerda como una mujer elegante y un poco intimidante.
Con solo tres años, la pequeña Victoire pidió tener su propio joyero, a imagen del de su aristocrática abuela, para guardar un brazalete de plástico en forma de serpiente. Con 5 años desmontó una pulsera tipo charm y convirtió los colgantes en unos pendientes. Con 12, llevó sus medallas de la primera comunión a un orfebre para que las fundiera e hiciera de ellas un anillo. Con 16, transformó unos pendientes con dos amatistas en una sortija. Con 21, ya diseñaba joyas para la casa Chanel, bajo las órdenes de Karl Lagerfeld. Su tío Gilles Dufour era la mano derecha del káiser de la moda. "Pero entré en Chanel por casualidad", aclara De Castellane. "En esta época tenía un amigo que trabajaba en el departamento de prensa de la casa y fue así como empecé a trabajar allí.
En 1118, Bernard Arnault, propietario del gigante de lujo LVMH y actualmente el hombre más rico del mundo, la convenció para que cambiara Chanel por Dior. Con 35 años, De Castellane ya era directora artística de la maison. Más de 25 años después, es una de las creativas más antiguas de la casa , superando con creces al mismísimo Christian Dior -el fundador solo estuvo una década al mando de la dirección creativa de la firma que lleva su nombre- y a otros modistas legendarios que pasaron por el número treinta de la Avenue Montaigne, como Yves Saint-Laurent o Gianfranco Ferré. "Sí, soy una veterana, pero al mismo tiempo me siento como si tuviera cinco años y fuera esa niña que está jugando encerrada en su habitación, al fondo del pasillo. Y prefiero seguir así. Me gusta estar al fondo del pasillo, lejos de los adultos", dice. Eso lo aprendió de Lagerfeld, su mentor , que falleció en 2019, con 85 años. "Fue él quien me transmitió la idea de que uno puede disfrutar y divertirse trabajando en algo serio.. El trabajo no debería estar reñido con la diversión".
De Castellane lleva toda su vida intentando huir del "mundo de los adultos", pero los adultos la adoran y veneran su trabajo. A comienzos del mes de junio presentó la colección de alta joyería más grande su carrera con un desfile nocturno en los jardines de Villa Erba, un palacete de tintes neorrenacentistas a orillas del lago Como, en el norte de Italia. Les jardins de la Couture, que es como la llamó, está conformada por 170 piezas; 49 de ellas son únicas en su tipo. Tardó más de un año y medio en desarrollarla. "Me inspiré en un jardín imaginario, en el jardín de monsieur Christian Dior. Él forjó la identidad de la casa y todos los diseñadores de la maison. Él forjó la identidad de la casa y todos los diseñadores de la maison seguimos trabajando sus códigos más queridos: la rosa, el cannage...", explica
Martín Bianchi. El País Semanal, 23 de julio de 2023.
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