Leído con la distancia, las conclusiones a las que se llegaba en la ficción facilitan la compresión del resultado de la encuesta anual de Ipsos para Le Monde a la que nos acerca Iñaki Gil en su ensayo Arde París. La nueva revolución francesa. Explica Gil que el 62% de los franceses considera que la teoría del gran reemplazo se acabará llevando a la práctica más pronto que tarde. Según esta creencias , la población blanca y cristiana corre peligro de extinción al ser "reemplazada por la inmigración musulmana". Lo que en cifras se refleja de la siguiente manera según todas las encuestas: un 66% de franceses cree que "en Francia hay demasiados extranjeros; un 62% "dice no sentirse en su casa como antes"; solo el 40% piensa que "el islam es compatibles con los valores de la sociedad francesa", y tan solo un 45% considera que "los inmigrantes hacen esfuerzos por integrarse". Parece que desgraciadamente nada ha cambiado en ese aspecto desde la ficción de Houellebecq de 2015.
Pero este es solo uno de los temas a los que, de forma amena y documentada, nos acerca desde las páginas de su ensayo Gil, corresponsal en la capital gala durante muchos años. A lo largo de poc más de 400 páginas, nos movemos a través de las vivencias y reflexiones que le preocupan hasta llegar a mostrarnos la Francia de hoy, con una capital, París, desconectada de las ciudades pequeñas y de su periferia. Un país dividido y fragmentado que, a su juicio, tiene complicada solución si sigue así. Es más, apunta, cuando finalice el Gobierno de Macron en 2027, su derva casi inevitable es que el Gobierno caiga en manos de Marine Le Pen , no olvidemos que el país lleva años sumido en una crisis de identidad.
Pero eso es el futuro y este ensayo también abarca temas más contemporáneos: Argelia, la covid, las revueltas de los chalecos amarillos, las protestas por las reformas de las pensiones, Mélenchon, Sarkozy, Hidalgo, la delincuencia, el terrorismo, hasta la reciente muerte del joven Nahel Mazouk, que ha evidenciado de nuevo los graves problemas de integración de las grandes bolsas despoblación de origen inmigrante. Y aunque parezca que todo es diferente, en realidad todo guarda cierta relación con la crisis de identidad que vive el país vecino. No en vano "dos de cada tres franceses creen que su país está en declive", explica. Un declive en el que solo los que votan a Macron (39%) no creen. O sea solo confían en el país urbanitas, ganadores de la globalización y diplomados. Y añade: "El cabreo existencial del francés nace de la enorme distancia que hay entre la realidad y la idea que cada francés tiene sobre Francia y de su papel en ella". No debe ser fácil asumir la pérdida de la grandeur.
Estamos ante una guía de excepción para entender este y otros estallidos se violencia en el seno de la sociedad francesa y hacerse una idea de por donde puede acabar, si antes alguien no trata de poner remedio.
Carmen Domingo. Babelia. E País, sábado 12 de agosto de 2023
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