lunes, 18 de septiembre de 2023

"Pequeños grandes amigos"/ "Quand tu seras grand"

Recurrimos al diccionario y resulta que la humanidad en su acepción femenina se refiere a la naturaleza humana, al género humano y a conjunto de personas. Seguro que el matrimonio Andréa Bescon y Éric Métayer, actores, guionistas y directores, afrontaron su guion sin el recurso al diccionario, porque la vida misma se cuela, primero, entre las líneas del texto y, después, entre sus imágenes. A un lado, una residencia de mayores con diferente grado de incapacidad y de soledad. En el otro, una educadora convencida del valor terapéutico de llevar a sus niños a que se interrelacionen con los otros. Dos grupos vulnerables que representan, de una parte, lo vivido mientras encaran su final y, del otro, el porvenir mientras descubren el lado oscuro de la existencia. En medio, los trabajadores sociales como engranaje entre ambos mundos, a su vez con sus problemas personales, laborables y asistenciales, quizá con una Administración que no entiende la dimensión de un problema que no solo es de Francia, sino que es, ahora mismo, del primer mundo, porque de los otros, del segundo y del tercero, ni te cuento.

No es un documental, aunque lo acertado de los escenarios y el buen trabajo de casting provoca que lo vemos próximo, es realista. Pero insistamos, es una película y los autores afrontan el desafío de colocar su historia en apenas hora y media. ¿Daba par una serie? Sin duda habríamos asistido a un mayor desarrollo de algunos personajes diluidos ante la mayor presencia de otros, en particular, el asistente social  que encarna Vincent Macaigne y la educadora Aïssa Maiga. Unas pinceladas emocionales, algunas situaciones comunes (por otra parte inevitables), junto a concesiones al nudo en la garganta, no restan mérito a un tipo de cine que los franceses producen con valentía, a sabiendas de que no captarán a comedores de palomitas, pero sí al espectador concienciado, que agradece a la pantalla grande que luzca la sociedad real. Y digo que la pantalla grande porque parece llegada la hora de admitir que, en la sala oscura, los sentimientos crecen, y con ellos hasta cabe la indignación ante un estado de cosas que a (casi) nadie gusta. Recomendable por necesaria.

Miguel Anxo Fernández. La Voz de Galicia, jueves 24 de agosto de 2023.

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