domingo, 31 de agosto de 2025

Donar para reducir la deuda pública

Ministerio de Economía de Francia en Bercy, París.
El Ministerio de Economía, conocido popularmente como Bercy, por tener en esta calle su sede, ha recibido hace unos meses un cheque de 45 euros de parte de un contribuyente francés que quiere participar así en la financiación de la deuda pública.

La iniciativa puede parecer insólita, y no es habitual, pero el ministerio la toma en serio y ha publicado en el boletín oficial del pasado 19 de julio la orden  de acuso de recibo del donativo. Aunque en el fondo no es más que un grano de arena  en el desierto de los 3,3 billones de euros que, según el Insee Francia, debe hoy, y que distribuidos entre todos los franceses corresponde  a unos 50.000 euros por habitante.

Stéphane Chaimallard no es el primero que ha tomado la iniciativa  de enviar un cheque al citado departamento del Gobierno francés para financiar la deuda. Estas donaciones al Estado son permitidas desde el 2006. El artículo LIII21-I del Código General de Bienes Públicos establece que "las donaciones y legados hechos al Estado son aceptados, en su nombre, por la autoridad competente, en las formas y condiciones fijadas  por decreto del Consejo de Estado". Una de las condiciones es que se publique un decreto de aceptación de la donación, y los contribuyentes deben saber que este gesto no da derecho a ninguna ventaja fiscal.

Este donativo no es el primero que recibe Bercy. Ha habido otros espontáneos, bastante más generosos, en cualquier caso con más medios, como el que en el 2021 envió un cheque de 40.000 euros para contribuir al reembolso de la deuda pública, tras oír que el Tribunal de Cuentas calculaba que correspondía "al equivalente de casi 40.000 euros por cada francés .

La deuda pública francesa ha crecido  en los últimos 44 años pasando de 100.000 millones de euros en 1981 a más de 3,3 billones en el 2024. En el 2025 ha seguido la misma tendencia, con un aumento de 40.400 millones en el primer trimestre, lo que supone el 114% del PIB, según las cifras publicadas  el 26 de junio por el Insee, y sitúa la deuda de Francia entre las más importantes de la UE, solo por detrás de Grecia e Italia. Esta enorme suma, alimentada por la crisis financiera, sanitaria e inflacionista, solo representaba el 57,8 % del PIB a finales de 1995.

En consonancia con ello, la carga de intereses sigue aumentando de 35.000 millones de euros en el 2018, ha pasado a 58.000 millones de euros en 2024.

Como dijo el primer ministro, François Bayrou, durante su discurso de política general, "esta deuda es una espada de Damocles sobre nuestro país y nuestro modelo social". El Gobierno quiere evitar una sanción de las agencias de notación  que le obligaría a endeudarse a tipos más altos, y prepara unos presupuestos que le permitan reducir el déficit a 4,6% del PIB, aunque dependen de la voluntad de la oposición  y sus amenazas de presentar una moción de censura.

Entre tanto, todo gesto ciudadano para reducir la deuda pública es bienvenido. Otro de los donantes, Bruno Alessi, ha decidido contribuir cada mes con 50 euros y Bercy le ha escrito proponiéndole que realice transferencias periódicas para simplificar el proceso y reducir los costes administrativos. Además, el ministerio ha tomado nota de la sugerencia de esta ciudadano de facilitar las donaciones y están estudiando su iniciativa.

Asunción Serena. París. La Voz de Galicia, domingo6 de julio de 2025.

sábado, 30 de agosto de 2025

París, de jungla de asfalto a selva

Pistas de Voleibol playa en la plaza del Ayuntamiento de Paris.
(Foto: Lucas de Sortiraparis)

Hace 30 años, un gendarme reprendió a dos mochileros que se tumbaron a descansar en el césped de los jardines de Luxemburgo, cerca de la universidad de la Sorbona. Los carteles prohibían pisar la hierba. El verde siempre fue una pieza secundaria en del decorado parisino, pero ahora es la estrella. La lucha contra el cambio climático y la huella de carbono ha convertido a la capital de Francia en la ciudad de los quince minutos donde circulan las bicis  a diestro y siniestro y donde el verde y las plantas están invadiendo las antaño plazas de grises adoquines. El centro de París está muy gentrificado, donde un piso familiar vale más de un millón de euros, y el nivel de vida se elevara más con la implantación masiva del carril bici y la nueva vegetación urbana que suavizarán la jungla del asfalto y mitigarán las olas de calor. Lo de los ciclistas es ya una locura, las escenas recuerdan a Dinamarca, cruzándose decenas de bicis en los semáforos.

Estos días, las fuentes de Trocadero, que ofrecían frescor a los visitantes de la Torre Eiffel, están precintadas  con vallas por obras. En esa zona, la alcaldesa Anne Hidalgo quiere crear más jardines y "vegetalizar" la gran avenida de los Campos Elíseos. Planea plantar más de 170.000 árboles  a finales de 2026 en los barrios y "reverdecer" 500 calles de la ciudad. La idea es que estos jardines funcionen como refugio climático. Otras capitales como la suiza Ginebra están instalando huertos urbanos, invernaderos y chiringuitos en sus tradicionales parques de césped inglés para llenarlos de vida: acuden aficionados al reciclaje y a los tomates, pero también paseantes a tomar café.

Para visualizar lo que significa "ajardinar" la ciudad de París hay que visitar estos días la plaza del Ayuntamiento, el Hôtel de Ville, situada  a escasos metros de Notre Dame. Está incluida en el programa Paris Plages. Aunque solía ajardinarse en Navidad, dicho espacio municipal cuenta ahora con numerosas zonas de ocio veraniego hasta el día 20. Los residentes locales muestran orgullosos al visitante  este exuberante verdor en pleno kilómetro cero de París.

Temporalmente, Anne Hidalgo ha sustituido el cemento y los adoquines de la plaza del Ayuntamiento por tres canchas  de arena para jugar al voleibol playa, gratis y sin reservar, y ha instalado dos food trucks o chiringuitos de gastronomía brasileña (un guiño a las Olimpiadas del 2024), palmeras, frondosos bosques de tilos y acacias de seis a ocho metros de altura y aparcamiento para bicicletas. Los peatones esquivan el calor por senderos bajo la sombra de los árboles recién colocados sobre las losetas.

La alcaldía también ha abierto al público  los arcos y patios municipales, antes muertos, y los ha llenado de vida al instalar grandes mesas en las que hacer pícnic, acudir a talleres de ocio o donde las pandillas charlen.

En la misma línea, el Ayuntamiento parisino ha abierto al público otro refugio climático en un jardín lateral del Hôtel de Ville que está dedicado a los combatientes españoles exiliados que liberaron París en la Segunda Guerra Mundial, en 1944. Una placa recuerda que acompañaban a la Segunda División de Blindados del Ejército de la Francia Libre. El pequeño rincón, libre de tabaco, está equipado con tumbonas ante el jardín con vistas al Sena, un corral, zonas de juego para niños y un invernadero con flores y nidos...

En los jardines de Luxemburgo sigue sin poder pisarse la hierba, pero hay cientos de sillas y tumbonas para que los paseantes se sienten a la sombra cuando aprieta el calor veraniego.

E.V. Pita. París. La Voz de Galicia, lunes 11 de agosto de 2025.

viernes, 29 de agosto de 2025

"Cuando escucho a Ravel soy un niño ante un truco de magia"

Hace tiempo que Thomas Adès divide los meses del calendario entre un céntrico apartamento de Londres, donde nació hace 54 años, y una casa modesta pero elegante de Hollywood Hills. "En Los Ángeles disfruto  de la naturaleza sin renunciar a las comodidades de la gran ciudad" cuenta el compositor y director británico al teléfono  desde su estudio. "Durante seis meses del año  vivo rodeado de coyotes, cuervos, mapaches y hasta serpientes de cascabel". En ese entorno "onírico  y casi irreal", los contrastes con la vieja Europa han encontrado nuevas formas de expresión. "Ese reverso oscuro de Hollywood no deja de sorprenderme".

El asombro que le provoca España es de igual intensidad, asegura, aunque de diferente naturaleza. "La primera ciudad extranjera que visité, con 12 años, fue Bilbao y desde entonces la cultura española ha estado muy presente en mi vida", confiesa Adès, en vísperas de su viaje a San Sebastián  para dirigir  la Orquesta Nacional de la Ópera de París y al pianista  Kirill Gerstein en el tramo final  de la 86ª edición de la Quincena Musical. La primera parte del concierto estará dedicada al 150º aniversario del nacimiento de Ravel. "Ningún otro compositor se ha atrevido a poner la exquisitez técnica de sus partituras  al servicio  de una emotividad  casi infantil", comenta a propósito de Le Tombeau de Couperin, el Concierto para mano izquierda y La Valse. "Cuando escucho estas piezas me siento como un niño ante un truco de magia". (...)

La dirección, dice, es otro cantar. "En el podio siento que tengo un objetivo que cumplir, aunque solo sea convencer amablemente a los músicos de que lo que he escrito no es tan difícil  de abordar como puede parecer a primera vista", bromea... No será la primera vez que dé forma con la batuta al sonido inconfundible  de la orquesta titular  de la Ópera de la Bastilla. Con ella ofició en febrero del año pasado el estreno parisiense de su ópera El ángel exterminador tras el éxito, la temporada anterior en el escenario del vecino Palais Garnier, de Dante, un ballet inspirado en La divina comedia. 

Hace dos años Adès recibió el Premio Fronteras del Conocimiento en la modalidad de Música y Ópera que otorga la Fundación BBVA. Cuando se hizo público el fallo del jurado nadie se podía explicar que su ópera El ángel exterminador, basada en la película de Buñuel, no hubiera elevado un solo telón en España, más allá de los conciertos que el mismo dirigió  en el Auditorio de Madrid.

Benjamín G. Rosado, El País 27-8-25

jueves, 28 de agosto de 2025

"Con la vida por detrás"

Convertido en libro, estamos ante el último curso que Antoine Compagnon (Bruselas, 1950) dio en el Collège de France en 2020. Acaso porque sintió que era "el último", decidió hacer del final de escritores (y algunos pintores) el tema del curso y de este libro, fundamentalmente francés en sus referencias. Hay escritores que a su punto final llegan cansados, hay quienes dejen de escribir antes del fin, y los hay que en el final -títulos de varios capítulos- dan "el canto del cisne", o hasta dicen : "Todo lo que he producido antes de los setenta años no vale la pena tenerlo en cuenta". Pero también es verdad que Virgilio pidió, en trance de muerte: "¡Quemad la Eneida!".

Hay quienes quieren dejar de escribir pero no pueden (la escritura es un fatum), y hay quien escribe por ese mismo impulso, alcanzando el período a veces muy feliz de "un poco de todo, como les digo". Maurice Barrès se volcó en la "última verba" de autores y pintores. Elogió el estilo tardío. En El Greco o el secreto de Toledo (1911) declara que el viejo cretense hispánico, anciano ya, pinta para la iglesia de San Vicente, una "Ascensión de la Virgen" una obra en todo mayor "que encierra su impaciente corazón, henchido de riquezas. En pocos meses morirá".

Para muchos -siguiendo a Barrès o al siempre juvenil André Gide-, uno de los mejores libros del muy prolífico y gran Chateaubriand es su obra final  Vida de Rancé,  en la que el inicial romántico conservador se deleita -dando vueltas y digresiones en un estilo sobrio y magnífico- hablando de la vida y contradicciones del mundano monje Rancé (1626-1700), abad de la Trapa  y gran reformador cisterciense. ¿Tres inmensas obras postreras? Los autorretratos de Tiziano o de Leonardo o la Pietà Rondanini de Miguel Ángel, donde lo no acabado se convierte en futuro. Pero ¿qué son sino  monumentos finales -y nuevos- el Segundo Fausto de Goethe, La tempestad de Sakespeare o el Cuarteto nº 15 de Beethoven? Un francés agrega los versos finales de Victor Hugo. Podríamos añadir al último Miguel de Cervantes.

Colette, ya vieja,  en su apartamento del Palais Royal, que apenas puede abandonar, no deja de escribir. Es su oxígeno, aunque en este caso El fanal azul no sea lo mejor. Proust murió joven  (a los cincuenta y un años) pero todos lo tenían por un viejo...Sartre, al final de Les mots (Las palabras), confiesa que, como fuere, seguirá escribiendo  hasta el final- y fue terrible el final que Simone de Beauvoir  contó en La ceremonia del adiós...

Digamos que es muy cierto que hay mucho más en un final que en el inicio. Lo sublime  senil es una fuente  o resultado del genio, aunque como escribió el poeta griego Teognis de Megara, más que la muerte del viejo debería lamentarse  la muerte de la juventud, cuando deja vivo a quien no es joven ya.

Luis Antonio de Villena. El Cultural  4-7-2025.

miércoles, 27 de agosto de 2025

Blanca Li se debate entre la gestión y lo artístico

La coreógrafa Blanca Li. (Audoin Desforges)

La coreógrafa Blanca Li (Granada, 61 años)ha dimitido como presidenta de La Villette, un complejo artístico de 55 hectáreas situado en el noreste de París, que alberga varios espacios escénicos y musicales y acumula una intensa actividad cultural y social, como informó el Ministerio de Cultura francés. El anuncio se produjo un año después de que Li se pusiera al frente. Los motivos de la dimisión, según la nota oficial del viernes pasan por la incompatibilidad. "Blanca Li desea dedicarse plenamente  a sus actividades artísticas y la proyección nacional e internacional  de su compañía", decía el escueto comunicado, en el que la ministra de Cultura francesa, Rachida Dati, también agradecía su labor.

"Mi carrera artística atraviesa en este momento una etapa muy interesante y.  tras un año en La Villette, he tenido que tomar una decisión. Mi primer mandato finalizaba el 7 de julio y he decido no renovarlo para un segundo. De momento, sigo en la presidencia en calidad de interina hasta que se nombre un nuevo presidente", explica Li desde el Festival de Spoleto (Italia), en el que su compañía ha participado con la obra Dido y Eneas. Preguntada por las posibles desavenencias con parte de su equipo, "al parecer cansado de sus repetidas ausencias". tal y como apuntaba Le Monde. la coreógrafa responde: "No he tenido ningún problema con los equipos. Esto me recuerda a cuando se dijo  que nunca estaba en los Teatros del Canal. Me hace gracia, con los artistas pasa mucho, como nos ven en redes o en nuestra faceta creativa, se interpreta que nunca estamos. Es un clásico". Se refiere Li a cuando dirigió  los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid, entre 2019 y 2023. Un periodo marcado por algunas de esas voces que reclamaban su presencia , pero también por otras que alabaron una de las programaciones más completas y diversas, de las artes escénicas. Aunque no exenta de polémica, La Comunidad de Madrid retiró de la programación , la obra del dramaturgo Paco Becerra Muero porque no muero, con la posterior denuncia  de su autor en este periódico.

Durante su mandato, Li acogió a compañías españolas que jamás habían tenido la oportunidad  de pisar los escenarios de los Teatros del Canal y perfiló reputadas carteleras internacionales con espectáculos  y agrupaciones punteros. Como ejemplo reciente de estas producciones  que le interesan a la coreógrafa gestora queda la actividad en danza que ha dejado armada en La Villette, antes de su renuncia, con nombres como los de la compañía Peeping Tom, o los de la bailarina Sharon Eyal, la coreógrafa Marlene Monteiro y la artista Miet Warlop. "El trabajo de un presidente o un director no se mide en horas de oficina. Hay muchísimo trabajo que no se ve ni se puede cuantificar. Lo importante es el proyecto y los resultados. (...)

¿Seguirá al frente de Madrid en Danza en 2026? "El consejero de Cultura de la Comunidad de Madrid (Mariano de Paco Serrano) está estudiando un posible cambio en la dirección. Me confirmara su decisión en breve. En cualquier  caso, ha sido un gran placer y un honor dirigir este festival maravilloso".

De su paso como presidenta de La Villette quedan iniciativas como el Molière Fest, el Festival de Cine de Verano y la próxima apertura de la Casa de las Culturas Urbanas, un espacio dedicado a la danza, la música y el imaginario hip hop. Al frente de su compañía, Li encara una gira por plazas internacionales con obras recientes, como Dido y Eneas y L'Ombre (La sombra) un espectáculo que combina danza, música en vivo y electrónica, vídeo y tecnología, con inmersión lumínica y sonora.

Mercedes L. Caballero. Madrid. El País, miércoles 18 de julio de 2025.

martes, 26 de agosto de 2025

Joan Miró. Paisajes lunares en la isla estrella

Paysage (Paisage au coq) de Miró, 1927 (Foto: Robert Bayer)

Entre el signo y el sueño, los paisajes emocionales de Joan Miró despiertan en la mayor exposición dedicada al artista en Palma de Mallorca: Paysage Miró. Una poética radical desplegada en cuatro sedes entre azules cerúleos y gestos que nacen de la tierra que le inspiró para reimaginar el mundo.

En 1978 se celebró una exposición histórica en Palma de Mallorca por el 85 aniversario del nacimiento de Joan Miró (Barcelona, 1893- Palma de Mallorca, 1983). La muestra celebrada en La Llotja y en el Palau Solleric tuvo una enorme repercusión con más de 60.000 visitantes en dos meses; una cifra récord para la isla de entonces. 

Casi medio siglo después, cuando el artista hubiera cumplido los 132 años, se celebra, de nuevo una macroexposición -el proyecto  mironiano más ambicioso en las Baleares- con más de un centenar de pinturas, esculturas, cerámicas, dibujos y documentos que se despliegan a lo largo de cuatro sedes de la ciudad, como homenaje  a aquella exposición del 78. Miró se convierte en paisaje balear llenando sus calles de estrellas, lunas y sueños de formas orgánicas  de colores primarios. Su vínculo con el territorio y con su luz ("una luz que hace cantar los colores", como él afirmó) es el punto de partida de este proyecto fruto de un excelente trabajo institucional entre los directores y comisarios de la muestra (a partir del 30 de julio): David Barro (director de Es Baluard Museu), Carmen Fernández (conservadora de escultura  e instalaciones del Museo Reina Sofía), Antònia María Perelló (directora de la Fundació Miró Mallorca) y Fernando Gómez de la Cuesta (director del Casal Solleric), además de convertirse  en sustrato para la candidatura  de Palma de Mallorca como Capital europea de la Cultura 2031).

Cartografía del  Paisaje.

Paysage Miró, como así han titulado el proyecto, se despliega en cuatro puntos. En la Llotja, La força inicial está dedicada a su escultura en bronce y conecta su trabajo tridimensional con la escultura moderna de Jean Arp, Giacometti o Picasso en piezas negras y sinuosas. La Fundación Miró de Mallorca presenta La Guspira mágica, un retrato más íntimo y biográfico a través del que podemos profundizar en sus relaciones  personales y artísticas mediante cartas, material documental y obra plástica de Picasso, Calder, Klee, Giacometti, Braque o Léger, quienes fueron interlocutores creativos del artista. Es Baluard  centra el foco en lo pictórico. Pintar entre les coses incide en su personal modo de articular la "antipintura", una investigación que deconstruía los códigos artísticos de la época para explorar nuevas técnicas y modos de hacer que implicaban el trabajo gestual, el signo y la materia, abriendo camino para los expresionistas abstractos, el arte conceptual y, en definitiva, para un arte más libre.

Después de vivir en París y militar en el surrealismo, comienza a pegar papeles, lija, cuerda, cartón, a rasgar tela, a quemarla, y a trabajar sobre materias "pobres": masonita, arpillera, cartón piedra. A veces  pinta el reverso y cuelga el lienzo al revés, otras, recorta, fragmenta y los enmarca como "pinturas-objeto". Trabaja la intuición de que el soporte vale tanto como la imagen, subvirtiendo el lienzo en blanco de la tradición academicista. 

Por último, Miró vuelve al Casal Solleric 46 años después, con El colori y la seca sombra, un relato que incide en su fascinación por ciertos objetos totémicos, por el arte popular y primitivo.

El valor de una montaña.

El artista siempre ha manifestado una exacerbada sensibilidad por la naturaleza, tomándola como inspiración: "El espectáculo del cielo me sobrecoge. Me sobrecoge ver , en un ciel inmenso , la media luna o el sol. Ahí, en mis cuadros, formas diminutas en enormes espacios vacíos. Espacios vacíos, horizontes vacíos, llanuras vacías: todo lo que está desnudo siempre me ha impresionado mucho", afirmó el pintor.

Su imaginario nace de los ídolos talayóticos baleares, de la artesanía campesina, también de la tierra roja de la masía de Mont-Roig, madurando en las vanguardias parisinas. Para Miró, el arte es una continuación  de los rituales primigenios, de lo atávico junto a lo surreal y lo onírico. Su trabajo enuncia una personal síntesis entre lo local y lo universal e intenta devolver la mirada del espectador  a un estadio infantil.

Paysage Miró constituye un ejercicio curatorial exhaustivo que sitúa su producción en un marco de lectura actualizado. Y su obra, cultivada como un jardín, resplandece como los agrestes paisajes baleares al caer el sol.

María Marco. El Cultural, 25-7-2025.

lunes, 25 de agosto de 2025

"La plus précieuse des marchandises"

Hace años que la animación se reivindica para contar tramas profundas, duras o llenas de humanidad. Es el caso de La mercancía más preciosa, con la que Michel Hazanavicius llega cerrándonos la boca: con delicadeza, aunque sin anestesia. El oscarizado director  de The Artist (2011) se estrena en la técnica del dibujo, con un estilo visual que aparenta tradicional, casi de cuento, a pesar de que es un 3D cuidadosamente texturizado. Lo curioso es que los dibujos son de su autoría, como si estuviera ilustrando una historia íntima que guardaba desde niño. Y bien se nota.

La acción tiene lugar durante la Segunda Guerra Mundial, en medio  de un bosque cubierto  de nieve que parece congelar hasta los sentimientos. Un padre en un último acto de amor desesperado, lanza a su hija fuera de un tren que se dirige a Auschwitz. La niña es rescatada por una humilde pareja de leñadores, quienes deciden adoptarla, pese al riesgo que eso supone. A partir de ahí, la película se mueve entre el calor humano y el horror silencioso de la época, sin caer nunca en golpes bajos ni dramatismos oportunistas.

La imagen es sobria pero poderosa. No hay exceso de movimiento ni fuegos artificiales digitales: todo está calculado para crear atmósfera no un espectáculo queda bien. El uso del color -mejor dicho, la falta de él- potencia el tono sombrío del relato, con una paleta de grises que subraya el peso emocional  sin renunciar a la belleza. Es como si estuviéramos presenciando una fábula triste, una de esas que te cuentan para recordarte siempre  lo que representa el hecho de ser humano.

Apenas hay diálogos, aunque los efectos  sonoros  y el silencio hablan por si solos . Al estilo de La zona de interés (2023) lo que no se muestra  explícitamente  duele igual o incluso más. El último acto es particularmente  demoledor: encajan las piezas del puzle y dejan al espectador  con un nudo en la garganta.

Á. F, Veleiro. La Voz de Galicia, sábado 12 de julio de 2025.

domingo, 24 de agosto de 2025

Los tormentos de las grandes dinastías francesas

Raphaëlle Bacqué y Vanessa Schneider. (Foto: Samuel Kirszenbaum)

Rothschild, Hermès, Peugeot, Dassault, Lagardère...  Estos apellidos se han convertido en marcas mundialmente conocidas, pero tras estas leyendas del capitalismo francés hay historias de familias atormentadas  por el peso de la sucesión  y sentimientos descontrolados que pueden acabar con la empresa. "Es el principio de la humanidad. Los seres humanos no son máquinas: hay padres que no pueden evitar aplastar a sus hijos, grandes empresarios que saben cómo dirigir  a miles de empleados, pero no cómo comportarse ante sus hijos", reflexiona la periodista de Le Monde Raphaëlle Bacqué, autora junto a Vanessa Schneider, de una investigación sobre la transmisión del poder en las familias más ricas de Francia, recogida en dos tomos convertidos en best sellers.

La investigación comenzó a raíz de la biografía que Bacqué dedicó a Karl Lagerfeld, diseñador de Chanel durante más de 30 años, que inspiró una serie de Disney en 2024. Para el libro, Bacqué entrevistó a Bernard Arnault, presidente del conglomerado de firmas de lujo LVMH y el hombre más rico de Francia. Lo encontró haciendo deberes de matemáticas con su hijo pequeño. "Es raro que un dirigente  de su nivel haga eso. Le dije que me encantaría indagar  sobre cómo educaba  a sus herederos. Tardamos dos años en convencerle", cuenta la periodista en declaraciones a El País.

La de los Arnault es quizá la historia más serena  de Successions (Albin Michel, sin editar en España), un título que homenajea  a la exitosa serie  protagonizada  por Brian Cox. Entre relatos descarnados, Arnault parece haber comprendido que una familia unida  es un imperio más difícil de perforar. "Es quién más ha reflexionado en la sucesión, también en términos psicológicos, buscando equilibrio entre sus hijos para eliminar cualquier rastro de celos y rivalidad", asegura Bacqué. Ella lo sabe bien: observó con detalle a otras familias. Así, identificando al eslabón débil en la cadena de Hermès, Arnault fue adquiriendo silenciosamente un porcentaje de acciones que casi dinamita la cohesión de ese clan. El traidor fue un primo, Nicolas Puech, exiliado fiscal en Suiza, que rompió la unidad de la familia Hermès, símbolo por excelencia del lujo francés, vendiendo acciones al patrón de LVMH, su peor enemigo.

 Hay historias con gracia, como la de Édouard Leclerc, que con su cadena de supermercados revolucionó  el comercio minorista con precios bajos. Leclerc, obligado a dar un paso al lado por el alzhéimer, no llevó bien el ascenso de su hijo, que unió su nombre al de su padre (Michel-Édouard Leclerc) en un homenaje que  no le sentó nada bien: "Me lo estás robando todo, hasta el nombre!", le reprochó. No soportaba que la prensa y los ministros franceses  llamaran a su hijo en lugar de a él

"Los lectores más asiduos de nuestros libros son las propias familias. Nadie leyó  con más atención el primero que las solicitadas para el segundo", asegura Bacqué. Familias que viven en los mismos barrios, amarran sus yates uno junto a otro y se consultan entre sí para proteger sus legados. Con excepciones, casi todas abrieron sus puertas a Bacqué y Schneider, aunque solo fuera para dar su versión de los hechos. Algunos clanes tardaron años en aceptar  o rechazaron participar, como Alain y Gérard Wertheimer, propietarios de Chanel. Mientras Arnault es un blanco visible  en manifestaciones contra los recortes sociales en Francia, los  Wertheimer permanecen en el anonimato.(...)

El francés de a pie ha descubierto con estos libros -el primero salió en 2022 y el segundo a finales del año pasado- que en todas las las familias cuecen habas. Pero que cuanto más dinero , más histérica se vuelve la relación..."La gente no los lee para conocer la vida de los ricos, sino para ver cómo lo han gestionado otras familias", dice Bacqué Para ella, el dinero es solo la consecuencia: lo que cuenta es el poder. "No es el patrimonio lo que importa, sino la la sensación de justicia, de haber sido querido. Es una historia de poder y, por tanto de sentimientos, porque transmitir el poder es transmitir un poco de lo que somos".

María R. Valderrama. Burdeos. El País, lunes 28 de julio de 2025.

sábado, 23 de agosto de 2025

El mito de Tánger recorre orillas y recuerdos

Tahar Ben Jelloun

"Llegué a Tánger con siete años, cuando se hablaba español y se pagaba en pesetas", rememora en el Café de París, emblema de la edad de oro internacional de la capital del Estrecho, el escritor francomarroquí Tahar Ben Jelloun (Fez,78 años), premio Goncourt. "Conservamos aún una relación de nostalgia; España está en nuestros sueños. Es algo muy próximo", reconoce. "De niño vivía en el barrio de Marshan, cerca de la alcazaba, y de noche veía las luces de Tarifa", evoca.

En la misma fortaleza que corona la medina se reunieron el fin de semana en torno a su figura escritores, artistas y académicos marroquíes, españoles, franceses y libaneses en la la primera edición de los Encuentros del Mediterráneo en Tánger, coordinados por la Librería de las Columnas, faro cultural de la urbe. "Es una ciudad aparte", relata Ben Jelloun, que inauguró la cita y participó en uno de los debates clave. Sostuvo que el Mediterráneo es una visión del mundo, una manera de ser. "Pero no se trata de un mar calmado", advierte, "el mar blanco" como se le denominaba em árabe, sino un mar rojo", por la sangre de los naufragios de la inmigración.

Acaba de llegar desde París para pasar todo el verano en su casa  del barrio de Iberia, el distrito tangerino con la impronta española más potente. "Es mi ciudad. Entiendo que haya resurgido toda una literatura que la observa como un escenario mítico", precisa. "Como todos los puertos, los lugares de fronteras, era un nido de espías (bajo el Estatuto Internacional, 1923-1956). Ha cambiado mucho. Ahora es muy activa".

El Café de París es casi su oficina en Tánger. "Aquí es donde abrí los ojos a la diversidad humana. Aquí mismo me encontraba con franceses, ingleses, norteamericanos... y conocí a autores coo Roland Barthes o Jean Genet". En esta ciudad Juan Goytisolo se convirtió en su amigo tras publicar Reivindicación del conde don Julián en 1970. "En Tánger he sentido el aliento de la beat generation. Llegué a participar en un recital de poesía en Nueva York con Allen Ginsberg y William Burroughs", recapitula. "Tánger inspira. Está presente en mis libros. Y también en mi pintura".

Ben Jelloun recuerda que su novela Partir se desarrolla entre Tánger y Barcelona, en la transición del reinado de Hasán II al de Mohamed VI, que dio paso a la transformación de Tánger en los últimos 25 años. "Hasán II nunca viajó de forma oficial a esta ciudad. Su hijo celebró aquí su primer aniversario en el trono. No siento ninguna nostalgia del pasado", se reafirma en el presente. En los años sesenta pasó 19 meses en una prisión militar durante los años de plomo de la represión.

El reciente resurgir de Tánger coincide con el bum de escritores españoles, tangerinos por nacimiento o adopción que comporten una urbe mítica como escenario de sus obrasa. Tres de ellos participaron en una sesión d los Encuentros Mediterráneos junto con una hispanista marroquí especializada en el fenómeno literario. "Tánger se está convirtiendo en un espacio literario  entrelazado  de manera significativa con un tiempo. Ese cruce entra la ciudad y el tiempo del estatuto internacional, la fuerza de esa asociación , deja fuera otros tiempos y también el Tánger real", analiza Gonzalo Fernández Parrilla, 63 años, exdirector de la Escuela de Traductores de Toledo.

Se declara también tangerino, o más bien "tagarino", como los moriscos que vivían  y se criaban entre los cristianos, "pero a la inversa". Autor de Al sur de Tánger. Un viaje a las culturas  de Marruecos (La Línea del Horizonte), describe el libro como una obra para el bagaje del viajero. "Con Tánger pasa como con Marruecos. Somos rehenes  de los mitos y de la ficción . El único antídoto es el conocimiento", aconseja.

También profesora de estudios árabes, en la Universidad de Sevilla, escritora y poeta, Rocío Rojas Marcos, de 46 años, ha descrito toda una "cartografía afectiva y literaria" sobre la ciudad  del Estrecho en Tánger. Segunda Patria (Almuzara), o en Tánger. La ciudad Internacional (Almed). "La discusión entre el mito y la realidad es un espacio pantanoso y confuso, pero fértil. En esas confluencias florece la literatura", reflexiona sobre una urbe que conoce muy bien. "Y en ese territorio intermedio  es donde la literatura tangerina cobra su sentido pleno".

Nacida en Tánger hace 71 años, Tina Suau, catedrática emérita de la Universidad de Valencia, recupera en Tánger, la ciudad soñada (Esdrújula) vivencias de su infancia y adolescencia antes de dejar el norte de África. "Tánger ha sido mirada a menudo como excusa narrativa más que como ciudad vivida, en una escritura que se apoya en mitos basados en lo exótico. Yo he intentado escribir desde la memoria, en una tensión frente a la historia oficial", alega. (...)

"¿Cómo no sentir curiosidad cuando eres de Tánger?". Desde las almenas del Borj en Naam (el Fuerte de las Avestruces) que alberga el museo Ibn Batuta en la alcazaba, escenario de los Encuentros Mediterráneos, Salma el Moumni, autora de Adiós, Tánger (Sexto piso, se reserva la contemplación del Estrecho. "No sé si volveré a esta ciudad, donde nací hace 26 años, pero por ahora sigo buscando", confiesa esta narradora afincada en Francia, a la que el temprano éxito de su obra ya le permite vivir "modestamente"- de la literatura.

 Tangerina es precisamente el título de la primera parte de la trilogía Tánger Noir, del periodista y escritor Javier Valenzuela de 7o años. "Desde mis tiempos de corresponsal en El País en Rabat, hace más de tres décadas, Tánger e s un lugar perfecto para tender puentes culturales en el Estrecho, aunque va más allá de lo estrictamente marroquí. ¿Como no querer a una ciudad que inspira historias líricas, historias noir e historias extraordinarias?".

Juan Carlos Sanz. Tánger. El País, lunes 23 de Junio de 2025.

viernes, 22 de agosto de 2025

El Junior Ballet Parisiense presenta su cantera

Son tan jóvenes que nadie esperaría tal habilidad. Relevés precisos, entralacés bien dibujados y pirouettes de quien lleva años haciéndolas. Bailan mientras atienden como soldados las órdenes de los directores  que les corrigen alguna imprecisión . Es un grupo homogéneo de bailarines espigados,  musculosos, que no superan los 25  años pero que ya llevan a sus espaldas un apellido imponente en el mundo de la danza, el  del Ballet de la Ópera de París. con un matiz: son parte de del recién fundado Junior Ballet, un paso previo a la compañía puntera en la élite. Han estado ensayando en el escenario que el festival de los Veranos de la Villa monta  en el escenario del Centro Cultural Conde Duque de Madrid, donde actuaron ayer y volverán a hacerlo hoy, y en Santander el viernes.

Uno de los que corrige es el español Jose Carlos Martínez, antigua estrella de esa formación y director de la compañía principal desde 2022, tras su etapa al frente de la Compañía Nacional entre 2011 y 2019. El proyecto puesto en marcha por Martínez, un modelo extendido en muchas de  las grandes compañías de ballet del mundo, reúne a 18 bailarines  de entre 18 y 23 años, de site nacionalidades distintas . Son aventajados en lo suyo. Todos tienen formación en las mejores escuelas  del mundo y llegaron a la compañía tras unas audiciones donde participaron cerca de 1.000 jóvenes. Aunque la idea principal  de Martínez es crear un vínculo entre la compañía estelar y la propia escuela de la Ópera -fundada en 1713 por Luis XIV-, de donde han salido 12 de los 14 étoiles (estrellas) que tienen hoy la formación principal.

"Tenía que existir una transición más suave antes de llegar a la vida profesional. Es una etpa importante . Este es el momento  donde estas buscando el primer contrato profesional, pero a la vez terminando de desarrollarte físicamente y sigues aprendiendo", explica Martínez. 

A los jóvenes , que inauguraron este proyecto el otoño pasado les ofrecen un contrato de "profesionalización" de dos años donde combinan aprendizaje con trabajo de élite. "Tienen una seri de clases, de distintos tipos de danza, de su historia... Y luego viven experiencias con los coreógrafos, con los maestros de baile, los repetidores que montan los ballets del repertorio de la Ópera de París. Aprenden todos los ballets y pasan así los cuatro primeros meses antes de montar el espectáculo", añade el director.

El gran objetivo de todos ellos, explica el valenciano de 22 años Santiago Sales -uno de los dos españoles del Junior-, es quedarse en la compañía senior al terminar. "Esa es la idea del Junior Ballet, o entrar en la Ópera o en alguna otra buena compañía. Aunque todos queremos quedarnos en París".

Pero probar las mieles del elitismo y el glamur de representar a la agrupación centenaria implica también dosis elevadas de exigencia. "Ghislaine Thesmar (reconocida bailarina francesa) dijo que la Ópera de París es una máquina donde si no eres fuerte no puedes estar", relata Martínez. Por eso además de buscar talento, la característica que más importa a la hora de seleccionar es la fuerza mental. Las enormes exigencias físicas (mantener el peso, desarrollar el cuerpo, lesiones constantes...), la innata competencia para sobresalir y la exigencia psíquica que conlleva la perfección, pueden afectar notablemente  a la salud mental de los jóvenes. La nueva compañía, más allá del psicólogo de base , no incorpora ningún mecanismo adicional para garantizarla. A pesar de ello, el director reconoce tener el tema presente: "Creo que ese es mi reto ahora. Hacer que los bailarines puedan evolucionar, pero teniendo en cuenta esos factores que antes se tenían menos en cuenta".

Rodrigo Naredo. Madrid. El País, miércoles 30 de junio de 2025.





jueves, 21 de agosto de 2025

"El bastión de las lágrimas"

Las lágrimas de Abdelá Taia: las dificultades de olvidar el pasado y huir de los orígenes. De regreso a su ciudad natal tras quedarse huérfano, el protagonista de "El bastión  de las lágrimas" reflexiona sobre sus duros recuerdos, esos que ni el exilio ha conseguido borrar, y sobre en  quién le han convertido. Incluso Odiseo, cuando los marineros feacios lo depositaron dormido sobre la arena de Ítaca, su tierra natal, después de dos décadas  de sufrimientos indescriptibles por regresar, no la reconoció al abrir los ojos: ni siquiera sabía dónde estaba. No es fácil volver al lugar que nos hizo quienes somos, porque nunca se vuelve  al mismo sitio exacto, erosionado por el tiempo y los recuerdos  hasta volverlo irreconocible. "La casa es el lugar del que partimos./ A medida que envejecemos/ el mundo se nos vuelve más extraño, más compleja/ la ordenación de muertos y vivos," como dijo el poeta.

Algo así le ocurre a Yusef, el narrador de El bastión de las lágrimas, que regresa a su punto de partida, Salé -ciudad hermana y empobrecida de Rabat-, pero no por una necesidad existencial, sino por un trámite. Vuelve a la casa familiar, heredada por los hermanos tras la muerte de su madre ("una dictadora consciente de serlo"), con un único objetivo: venderla. "Vender el último vínculo que me unía a mi vida anterior. Vender rápido y volver a Francia". La Ítaca/Salé de Yusef no es el lugar al que se quiere volver , sino del que se quiere huir. 

Aunque lo existencial -la necesidad del perdón o de venganza- termina por imponerse, pues el gesto material de la venta y el cumplimiento de las tradiciones fúnebres, que lo obligan a regresar a las calles del barrio de Al Salam, desencadenan una cascada de memorias familiares conflictos irresueltos y heridas abiertas. Tal vez sea esta la última oportunidad  de reconciliarse consigo mismo y con los demás para poder dejar de mirar atrás, hacia un pasado de violencia sexual, homofobia y hambre en "Salé, la maldita. Salé, la puta. Salé, la apestosa. Salé, la prisión. Salé, el infierno. Salé, el incendio permanente. Salé, la asesina. Salé, sin corazón. Mi Salé, que amó a pesar de todo. A pesar de mi mismo". O hacerlo sin tanto dolor, desde la distancia, como un intento de sobrevivir  al daño sin seguir reproduciéndolo, extrayendo la última gota de veneno de su torrente sanguíneo. Su forma de perdonar  será seguir escribiendo y ser quien no pudo ser en Marruecos.

La estructura de la novela de Abdelá Taia (Saé, 1973), una nueva vuelta de tuerca a su ficción autobiográfica, combina capítulos dialogados con largas evocaciones oníricas en las que Nayib -una suerte de amor adolescente, mayor que él- se le aparece en sueños, incluso antes de emprender el viaje. Así le revela su historia silenciada, un pasado de violaciones colectivas, prostitución infantil, exilio interior, y ascenso en la jerarquía corrupta del narcotráfico a través de una relación con un coronel del ejército marroquí. "El amor nunca gana. Ni en las películas egipcias ni en la realidad de Salé", se convence.

La ciudad de Salé, más que escenario, es personaje que devora a sus hijos. El lugar donde se hereda la miseria y se asfixian los sueños, pero también donde se forjan memorias que ni el exilio ni la represión consiguen borrar. Salé es madre y carcelera, cadena y horizonte. Taia entrelaza con delicadeza sus mitos fundacionales -el asedio de los navíos de Alfonso X, que arrasaron, saquearon, violaron, quemaron y se llevaron  a miles de esclavos a Sevilla, lo que motivó la posterior construcción de una fortaleza- con una historia de violencia social y gubernamental  que parece no interrumpirse.

El título remite a ese bastión donde los salenses observan el mar -promesa de fuga y olvido- a través de las arpilleras. lugar de duelo e introspección. Y orbitando en esta odisea interior, las seis hermanas mayores: un reducto de rebelión y sororidad, de feminidad y anarquismo, aunque tampoco ellas pudieron (¿quisieron?) salvarlo. "No harán nada por tí, por el maricón. Verán cómo te ahogas y nunca moverán un dedo. Son egoístas. Acomplejadas. Están bloqueadas por sus vidas estériles. en las cárceles que este país  les tiene siempre  preparadas". Unas cárceles llamadas matrimonio.

Marta Rebón. El Mundo, 1 de julio de 2025

miércoles, 20 de agosto de 2025

Laurence Debray y su biografía sobre Juan Carlos I

La autora francesa ultima  su colaboración con el rey emérito en las memorias de éste, Reconciliación, que se publican en noviembre. Era otoño de 2020. El mundo estaba sumido en plena pandemia de coronavirus. Laurence Debray (París, 49 años) había ido a aquella tarde  al apartamento de una de sus amigas, que daba al Panteón, un imponente edificio en pleno centro de París donde "están enterrados los grandes héroes  franceses", dice con un indiscutible orgullo galo. Sonó su teléfono móvil. "Contesté y era el rey Juan Carlos", explica  durante una entrevista en un hotel de Madrid. Hacía dos o tres meses que el rey emérito se había autoexiliado en Abu Dabi (Emiratos Árabes), con lo que pretendía alejarse de sus problemas personales  y financieros. "Quería agradecerme un artículo que publiqué en El Mundo y en Le Figaro apoyándole con el fin de que los españoles recordaran todo lo que  (Juan Carlos) había hecho por España a pesar de los últimos escándalos", reconoce Debray, experta en la Transición española y gran admiradora de la figura -"política", puntualiza-  de Juan Carlos I. Durante esa llamada el emérito le pidió que fuera a Abu Dabi a visitarle para avanzar en un proyecto que le rondaba la cabeza: sus memorias, un libro que Planeta publicará el 12 de noviembre, 10 días antes del 50º aniversario de la monarquía parlamentaria española.

A partir de ese día, Debray estuvo un par de años visitando al rey emérito en su nueva residencia emiratí, donde, asegura la autora, está "muy solo". Conversaban, a veces discutían y reían. Durante sus visitas, el que fuera jefe del Estado durante casi cuatro décadas le iba deslizando la idea de escribir sus memorias y le fue seduciendo para el proyecto. "Yo no me veía capacitada para llevarlo a cabo", confiesa en varias ocasiones la escritora. Él le insistió y finalmente, en septiembre de 2022, Debray se mudó con su familia (su esposo, Émile Servan-Schreiber, y sus dos hijos de 14 y 12 años) a Abu Dabi para comenzar unas de las memorias más esperadas. "Escribir el libro en primera persona era algo inédito para mí, pero me parecía magnífico que él pudiera contar su verdad", explica sobre capítulos de los que el rey emérito no se ha pronunciado. Uno de ellos es el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 y el papel  que desempeñó el propio monarca.

Debray se guarda muy bien de adelantar cualquier atisbo del contenido de Reconciliación , un título que tardó en llegar y que fue el resultado de un trabajo colectivo. Y asegura que, aunque el libro puede ser que no revele nada nuevo, sí tiene un valor añadido, no solo por el 23-F, sino también  por su versión  de su relación  con las monarquías del Golfo. "Es él quien lo cuenta y recuerda todo (...) En España se ha olvidado que Juan Carlos es uno de los grandes héroes europeos del siglo XX que sigue vivo", dice con una admiración, emoción e interés que se reflejan en su mirada.

La autora, que ha trasladado recientemente su residencia a Madrid para que sus hijos perfeccionen el español - y por el temor al avance del antisemitismo y la extrema derecha en Francia, pide añadir ella-, asegura que no ha recibido ningún tipo de presión ni coacción de la Casa del Rey...

Sí lamenta, sin embargo, que el rey emérito no tuviera acceso a su archivo personal porque "está en La Zarzuela", explica sin entrar en detalles. Ante la repetida oposición  de la Casa del Rey -hasta febrero de 2024 con Jaime Alfonsín como su jefe y después con Camilo Villarino-,  Juan Carlos I tuvo que encontrar atajos y tirar de familiares, amigos y otros contactos de la época para documentarse y refrescar su memoria. "Para mí fue una decepción. Incluso pensaba que iba a tener acceso a los archivos de su padre (don Juan), lamenta Debray.

Pero al final la escritora tuvo material para desarrollar la biografía, fotografías" inéditas" incluidas. "Era el rey quien me organizaba la logística para hablar con unos y con otros. El me da el material. El resto (cómo lo conseguía y a través de quién ) no me interesaba mucho, la verdad", revela. Yo ya tenía suficiente con escribir", suspira con cierta arrogancia, una actitud que ella misma reconoce tener...

Debray reconoce que el libro pretende que "los españoles se reconcilien con su historia". "Un francés iría presumiendo y dando lecciones", exclama en referencia al cambio que ha experimentado España desde los ochenta. "Espero que este libro contribuya a elevar la mirada de los españoles y reconocer la figura política e institucional del rey emérito".

Belén Domínguez Cebrián. Madrid. El País, marte 1 de julio de 2025.

martes, 19 de agosto de 2025

"Imágenes indóciles": Arlés celebra la fotografía más desobediente

'Tajeew, la serpiente' 2020, del mexicano de
 Octavio Aguilar. (Enrique Macias Martínez)
La imagen del cartel de la nueva edición de los Encuentros de Arlés, el mayor festival de fotografía de Europa, no deja lugar a dudas. En medio del desierto australiano, un niño aborigen posa en traje de superhéroe, con la capa al viento y los pies firmes sobre un coche desvencijado. El retrato, obra de los fotógrafos Tony Albert y David Charles Collins, pertenece a la gran exposición antológica dedicada este año a Australia. Es todo un manifiesto visual para presentar el festival, que tiene lugar hasta el 5 de octubre en la ciudad francesa. Su misión: devolver la voz a los pueblos silenciados y revisar las memorias fracturadas del siglo XX. 

Entre las 47 muestras que propone la cita fotográfica, repartidas en 26 edificios históricos, abundan los fotógrafos surgidos de pueblos autóctonos. Por ejemplo, el mexicano Octavio Aguilar, ganador del premio Découverte Louis Roederer. Su exposición parte de un gesto performativo: reapropiarse del encuadre como estrategia de resistencia simbólica, reinventando un paisaje que la mirada occidental convirtió en mero decorado. A través de conversaciones con su abuela y otros miembros de la comunidad indígena de Santiago Zacatepec, en Oaxaca, reconstruye relatos orales sobre la cosmogonía indígena. En las imágenes, sus amigos interpretan estos personajes siguiendo los códigos visuales del imaginario ayuuk. Se regenera así una memoria colectiva sepultada por la colonización. 

Una y otra vez, las fotografías de esta 57ªedición, titulada Imágenes indóciles, nos conducen a los márgenes. Una exposición recupera el archivo de dos fotógrafos, Joao Mendes y Alfonso Pimenta, que desde los setenta han documentado la vida cotidiana en Serra, una de las mayores favelas de Belo Horizonte, en Brasil. De la fotografía documental a la de archivo, las formas son cambiantes y proceden  de geografías y realidades diversas, pero el gesto es compartido. Responde a un movimiento social de gran calado: desmontar el relato hegemónico y cuestionar quién tiene derecho a mirar y de qué manera.

En otros rincones, hay adolescentes desviadas y encerradas en instituciones, niños abandonados, personas racializadas y queer  en lucha por una visibilidad plena. En una capilla del centro, la muestra Futuros ancestrales reivindica el trabajo de artistas que denuncian  la violencia histórica contra los afrobrasileños, los indígenas y el colectivo LGTBIQ+ en la Amazonia. El testimonio político no eclipsa al objeto plástico. "Es importante hacernos eco de lo que ocurre en el mundo, pero sin olvidar la calidad artística de los proyectos, que sigue siendo el primer criterio", afirma el director del festival, Christoph Wlesner (...) d

En el cruce entre performance ante la cámara y denuncia militante, destaca la propuesta de Brandon Gercara, artista drag de la isla La Reunión, que retrata a sus coetáneos queer del Sur Global en retratos cargados de misterio y sensualidad. Pero nadie encarna esa fusión de intimidad y resistencia como Nan Goldin, una pionera en estos asuntos. En la penumbra del iglesia de Saint Blaise, la fotógrafa estrena Stendhal Syndrome, una pieza febril acompañada de la música hipnótica de Soundwalk Collective...

Goldin, la semana pasada, al recibir el premio en el Teatro Antiguo de la ciudad, subió al escenario junto al escritor Édouard Louis para denunciar la ofensiva contra las personas trans en EE UU y la situación en Palestina...

Varios proyectos apuntan el declive del imperio estadounidense. En 1954, la fotógrafa Berenice Abbot recorrió la mítica Ruta 1, la carretera más antigua de EE UU, que une las antiguas 13 colonias desde el norte de Maine hasta los cayos de Florida. Sus fotografías retrataron un país en plena transformación, donde los viejos paisajes rurales  dejaban lugar a una industria exuberante y a una población diversa  y enfrentada a una persistente desigualdad. Más de medio siglo después las fotógrafas  Anna Fox y Karen Knorr retomaron el mismo itinerario entre 2016 y 2024. Sus fotos muestran un país en declive: casas deshabitadas, jardines con pancartas a favor de Trump y banderas por todas partes, síntomas del nacionalismo febril que ha sustituido a la vieja promesa del sueño americano.

El certamen se ha convertido en una referencia para entender el mundo a través de las imágenes . Durante la semana de apertura, reservada a los profesionales, el número de visitantes aumentó un 15% con respecto a 2024, alcanzando las 23.000 personas. Al final del verano se espera  que la cifra roce las 200.000. Con todo, el festival también despierta críticas por su impacto en la ciudad. El 24% de sus habitantes vive por debajo  del umbral de pobreza mientras Arlés se gentrifica a marchas forzadas. En la entrada de la ciudad, una pared cubierta de casilleros para llaves de apartamentos turísticos ilustra otra realidad.

Álex Vicente, Arlés. El País, viernes 13 de julio de 2025.

lunes, 18 de agosto de 2025

"A nuestros amores"

Sandrine Según Pialat. Maurice Pialat (1925-2003 ) fue uno de los grandes del cine francés posterior a la nouvelle vague. Su debut en el largometraje con La infancia desnuda (1968), y los cortos que le preceden -en su gran mayoría documentales- toman influencia de este gran movimiento francés de mediados del siglo XX. Retomará, eso sí, la narrativa fresca y (casi) espontánea de una corriente que revolucionó el lenguaje cinematográfico y la manera de filmar, como esos personajes enfrentados a dilemas íntimos, en particular sus retratos femeninos. Con motivo de la celebración del centenario de Pialat, se han recuperado sus diez largometrajes , restaurados en 2K y4K. A nuestros amores, cinta donde el autor regresó a sus inicios, se acaba de reestrenar en las salas . Este trabajo, que data  de 1983,  recibió el César a la mejor película, y supuso también el sublime debut de la actriz Sandrine Bonnaire, quien  -con esta primera aparición y con tan solo 16 años - se llevó también el galardón correspondiente a la intérprete revelación.

Sandrine asume el papel de Suzanne, una joven de 16 años nacida de una madre trastornada y criada en el seno de una familia desestructurada . Con un hermano que la maltrata y un padre ausente, Suzanne utiliza las relaciones casuales con hombres como forma de evasión de la realidad. Ella cree en el sexo libre, al límite del desenfreno.

En el drama hace acto de presencia el propio Pialat , que encarna a un peletero que en contraste con la irrespirable atmósfera de la familia parisina , aporta lucidez y equilibrio a la historia.ro decenios después de su aparición, el filme no ha perdido vigencia. La obra de Pialat es capaz de mantener  sus constantes : abundancia de diálogos -con sus respectivas referencias culturales- , cámara suelta en un descuido calculado, secuencias largas e intensas de apariencia improvisada  y el tópico recurrente del amor y sus circunstancias.

En este largometraje hay momentos brillantes, pero quizá es la comida final en la casa familiar lo que mejor sintetiza y expone las líneas estilísticas del autor. Las recurrentes alusiones a la pintura, la literatura y el cine -alguien vio una exposición en Berlín  con la rapidez  de la visita  al Louvre en Banda aparte (1964) de Godard- dotan de sentido a la que muchos consideran  la película más redondeada de Pialat. Em fin, una obra genuinamente francesa.

Miguel Anxo Fernández. La Voz de Galicia, viernes 11 de de julio de 2025

domingo, 17 de agosto de 2025

El Tapiz de Bayeux será expuesto en el British Museum


Una tela del siglo XI para vendar las heridas del Brexit. La idea no es exactamente nueva. Emmanuel Macron la había anunciado en 2018. El momento dulce que atraviesan ahora las relaciones entre Francia y el Reino Unido, sin embargo, ha empujado al presidente de la República a echar mano de la pirotecnia  más espectacular que ha encontrado en el cajón de la diplomacia cultural para celebrarlo: el Tapiz de Bayeux. Macron anunció el martes que Francia prestará  al Reino Unido  la "vieja dama" de lino, de casi 70 metros de largo y creada en el siglo XI, para ser expuesta durante casi un año, desde septiembre de 2026 hasta junio de 2027, en el Brthish Museum de Londres. 

El Tapiz de Bayeux, una impresionante obra medieval, narra la conquista de Inglaterra por el duque de Normandía, Guillermo El Bastardo, en 1066. El bordado, también considerado el primer cómic de la historia, fue elaborado entre 1066 y 1082 por orden del obispo Odón de Bayeux para ser expuesto el día de la consagración de la catedral de la ciudad en 1077. Además de ser una obra de arte de incalculable valor, es una de las pocas fuentes históricas que relatan todo el proceso de conquista de la isla, desde la muerte del rey Edmundo El Confesor hasta la entronización de Guillermo El Bastardo, posteriormente renombrado El Conquistador.

Los casi 70 metros que se conservan -el último tramo se perdió- pesan 350 kilos y se dividen en 73 escenas o tramos a modo de capítulos que, acompañados de texto, narran los motivos que llevaron a la invasión, la preparación del ejército normando, el viaje por el canal de la Mancha y la batalla de Hastings, en la que los invasores derrotaron al rey Haroldo II, que murió en la batalla.

La victoria normanda en tierras inglesas es considerada por muchos historiadores una de las pocas  en las que el ejército extranjero ha conquistado suelo británico. Siglos después, Napoleón y Hitler intentaron hacerse con el famoso tapiz, probablemente en busca de la inspiración necesaria para invadir Inglaterra. Pero en ambos casos el tapiz medieval, sin parangón en Europa, resistió.

Francia ve en este préstamo  el certificado perfecto para el reacercamiento al Reino Unido, algo que se hace extensible a la Unión Europea. Un potente cicatrizante de la enorme herida que provocó el Brexit en enero de 2020 y que los conflictos geopolíticos actuales han ayudado a también a sanar. El plan entusiasma en Londres, pero también a sus promotores en Francia, como Hervé Morin, presidente de la Región de Normandía, o al propio alcalde de Bayeux (Calvados), Patrick Gomont. Hace varias décads que Inglaterra reclamaba el préstamo de una obra que, seguramente, fue fabricada allí y luego trasladada al norte de Francia. Pero los expertos en conservación alertan de los peligros que conlleva.

En 2021, ocho restauradoras contratadas por la dirección regional de asuntos culturales de Normandía entregaron un diagnóstico alarmante: expuesto en disposición vertical durante cuarenta años, el tapiz está deteriorado por todas partes. La tela bordada presenta 24.000 manchas, 16445 pliegues, cerca de 10.000 faltantes (huecos en la tela) y una treintena de desgarrones. Cada manipulación la debilita aún más, señalaron. Los conservadores alertan de que es peligroso que el tapiz viaje sin una restauración previa.

Jack Lang, ministro de Cultura de Francia en la etapa de François Mitterrand como presidente (primero entre 1981 y 1986, y luego, de nuevo, entre 1988 y1993), comparte a El PAÍS su visión "extremadamente positiva" del préstamo. Lang ya vivió en su etapa los primeros intentos de traslado de la tela. "Es una obra enorme y larguísima. Hoy puede que no esté en un estado excelente. Pero es normal que el Estado francés la preste. Apruebo completamente la decisión. El Museo de Bayeux va a pasar unas obras de rehabilitación, y el tapiz hubiera tenido igualmente que moverse para protegerlo. Mejor exponerlo a la mirada humana que encerrarlo en una bodega. Es maravilloso,  una decisión inteligente", apunta.  

Lang opina además que el préstamo es un deber histórico y una suerte de deuda moral con el Reino Unido. "Piense una cosa, el tapiz se lo debemos también a los ingleses. Si los nazis nos hubieran invadido y ocupado permanentemente, quizá no estaríamos hablando del Tapiz de Bayeux. La historia de Francia e Inglaterra es muy rica y ha sufrido muchos altibajos, guerras y reconciliaciones. La lengua inglesa contiene muchas palabras de origen francés, se nutrió de ella por razones históricas. Y eso es parte de este asunto. Estoy muy feliz de que se renueven los lazos con el Reino Unido y de que se haga de esa manera", asegura...

Daniel Verdú. París. El País, jueves 10 de julio de 2025.

sábado, 16 de agosto de 2025

Quince mil cajas de pino gallego al día para envolver el mejor vino francés

El municipio orensano de Piñor, que cuenta con 1.119 habitantes, ha saltado a los medios nacionales por la decisión de Julio Iglesias de comprar una mansión en una de sus aldeas. Antes de todo esto, era conocido en el mundo empresarial por ser una potencia en el sector funerario. Concretamente, una decena de firmas ubicadas en este ayuntamiento rural ourensano fabrican aproximadamente  ocho de cada diez de los ataúdes españoles que se exportan.

Sin embargo, no todas las empresas madereras han apostado por este nicho de mercado. En el lugar  de Loeda se encuentra Maderas Gómez, una sociedad familiar que ha encontrado el valor añadido para su negocio en el mundo del vino.

En su factoría fabrica una media diaria de 15.000 cajas de pino gallego que se utilizan para envolver  algunos de los más afamados vinos de países con tanta tradición  como Francia o Italia.. En sus almacenes se encuentran muestras de productos de vinos que tienen un precio en el mercado que se sitúa en el entorno  de los 400 euros. Para hacer frente a esta demanda, Maderas Gómez cuenta con una plantilla de un centenar de personas. Muchos llegan desde lejos de Galicia  y se asientan en el municipio. "Son gente que se adapta muy bien al pueblo. Estamos encantados con ellos", explica el alcalde de Piñor, José Luis González.

El negocio tiene a Valeriano Gómez  al frente como gerente. Es un empresario de los de la vieja guardia, al que no le gustan  los focos y sí trabajar codo con codo con su equipo en el negocio. " Un 60% de nuestros pedidos van con destino a Francia. También tenemos encargos de Italia y Austria", explica... La fábrica de Maderas Gómez tiene su secreto en la materia prima. Se trata de un pino gallego que garantiza su trazabilidad y que es  muy demandado en el sector vinícola  de calidad. Centra su actividad en el terreno de transformación de la madera como industria de aserradero.

Para la realización de sus productos disponen de tres factorías  destinadas para ello, en las cuales realizan todos los procesos con madera de kilómetro cero, Cuentan con la Normativa Internacional para medidas Fitosanitarias que regula el embalaje de madera utilizado en el comercio Internacional (NIMF15). Se trata de un tratamiento basado en calentar la materia prima mediante vapor siguiendo escrupulosamente la normativa. Para la aplicación de calor disponen de calderas de biomasa. Su apuesta por el medio ambiente  se ha incrementado con la instalación de paneles fotovoltaicos   en todas sus factorías.

En una visita a la empresa, el consejero de Empleo, José González, puso en valor el compromiso de la Xunta  con el tejido empresarial rural y con la creación  de un ecosistema  emprendedor sólido y vinculado al territorio. Explicó que Galicia  ha sido reconocida como Región Emprendedora Europea 2025 gracias a  iniciativas como la Red de Polos de Emprendimiento, que ha asesorado  a más de 4.100 proyectos, 800 de ellos en la provincia de Ourense. "Este es emprendimiento ligado al territorio con una empresa que usa un producto ligado a la madera, como son las cajas de primerísima calidad", señaló José González. Además la empresa Maderas Gómez cuenta con un compromiso de cadena de custodia.

Rubén Novoa. Orense. La Voz de Galicia, miércoles 25 de junio de 2025.

viernes, 15 de agosto de 2025

Aviñón, Sherezade y Gisèle Picot

Le procès Pelicot de Milio Rau en el Festival de Aviñon.
(Christophe Raynaud de Lage/Festival d'Avignon)

La cita teatral inaugura  una de sus ediciones más políticas, con la lengua árabe como invitada y la reconstrucción del juicio por violación  que se celebró en la ciudad. Milo Rau lo tuvo claro: era imposible regresar a Aviñón sin hablar de Gisèle Pelicot. Para el director suizo, convertido en nombre imprescindible del teatro europeo, la ciudad provenzal  ya no es solo conocida como la antigua sede del mundo cristiano, con su imponente Palacio de los Papas, o la capital internacional de las artes escénicas. También lo es  por ser el lugar  donde el otoño pasado se juzgaron  los abusos que Pelicot sufrió durante años, drogada por su marido y entregada a desconocidos  para que la violasen.

"Ha hecho que todo el mundo sepa situar Aviñón en el mapa. Hoy para muchos, es sobre todo la ciudad  donde ese juicio ocurrió", decía el jueves Rau, con ojeras que delataban sus escasas dos horas de sueño mientras, a su alrededor, decenas de compañías  -algunas más amateurs que otras- promocionaban sus espectáculos a pleno pulmón, con pancartas improvisadas y coreografías de emergencia.

El resultado es Le procès Pelicot, una reconstrucción escénica del juicio, basada en las actas del proceso y los artículos  aparecidos en la prensa, ya que las grabaciones estuvieron prohibidas. Se estrena el viernes 18 de julio con la participación de un puñado de famosos  pero también de los abogados que llevaron el caso, militantes de colectivos feministas y la propia familia Pelicot. Para Rau, persona non grata en Rusia y censurado en varios lugares del mundo, el teatro no puede limitarse a documentar el colapso de la civilización : debe intervenir para evitar que ese derrumbe llegue a consumarse. Participa en este certamen por partida doble, con su obra sobre Pelicot y con un espectáculo itinerante, La lettre, inspirado en los clásicos teatrales y que representa en varios puntos de la periferia de la ciudad, con una informalidad asumida.

Rau compara a este lugar con los festivales de la antigua Grecia. "Eran reuniones políticas de ciudadanos, más que simples ocasiones para ver obras", dice. Cree que certámenes como  Aviñón  o el Festwochen de Viena, que él dirige desde 2023, abren un paréntesis en la vida común: "Son espacios donde  el tiempo suspendido permite pensar, crear y debatir con intensidad". Reivindica un teatro "que no adoctrine ni excluya", capaz de convocar tanto al crítico especializado como a los vecinos de un pueblo gobernado por el Reagrupamiento Nacional, como es frecuente en los alrededores de Aviñón. "Busco una forma teatral  que incluya  a todo el mundo desde el placer y con un sentimiento real real de experiencia compartida, en lugar de forzar al espectador a participar en un juego que no entiende".

Bajo un cielo sin nubes -Aviñón presume de disfrutar de más de 300 días de sol al año-, la ciudad se convierte cada julio en una maquinaria teatral a pleno rendimiento: 1.800 espectadores, 180 teatros, tres millones  de entrada a la venta en apenas tres semanas. La joya de la corona sigue siendo  el llamado Programa In, con sus 42 espectáculos: una cuidada selección de lo mejor de las artes escénicas internacionales, cuyas funciones son anunciadas por las míticas trompetas de Maurice Jarre, que marcan el momento ritual de cruzar el umbral de la sala. El festival, 79 ediciones después de la primera, sigue fiel al espíritu de su fundador, el actor y director Jean Vilar, que en 1947 lo imaginó como una plataforma popular para llevar al teatro a todos, en los días negros de la posguerra europea. Hoy continúa ofreciendo una programación  exigente, valiente y que dialoga con el presente, que rara vez se conforma con entretener  y que aspira a funcionar como una auténtica ágora contemporánea.

Este año, como ya es habitual, varios de los grandes títulos apuntan al contexto social y político. Undo de los regresos más esperados ha sido el de Thomas Ostermeier ausente  del certamen  desde hace una década. El director de la prestigiosa Schaubühne de Berlín presenta una versión profundamente revisada  de El pato salvaje de Ibsen, reescrita en un 80 % y trasladada a la Europa contemporánea...

En Aviñón también resuena la voz de Boualem Sansal. El escritor francoargelino condenado en su país a cinco años de prisión por "atentar contra la unidad nacional", fue homenajeado con una lectura pública de sus textos. Además en el variopinto Programa Off -que reúne a cientos de compañías de calidad desigual-, una compañía presenta La aldea del alemán. Es la primera vez que una obra de Sansal se representa en esta cita teatral.

"Aviñón es un escenario donde el porvenir  se reinventa sin cesar", afirma el responsable del festival, el director y dramaturgo portugués Tiago Rodrigues. "En un mundo donde los autoritarismos siembran la guerra, amenazan las democracias, niegan la urgencia climática y oscurecen toda idea de futuro, aprovechemos cada instante para imaginar nuevas vías". El propio Rodrigues contribuye a ese horizonte con la obra La distance, un diálogo interplanetario entre un padre y su hija en el año 2077. Ella se ha marchado a Marte; él permanece en una Tierra en ruinas. El futuro en este festival se encuentra en el espacio exterior. Lo confirma también Planètes, de Jeanne Candel, otra pieza de ciencia ficción protagonizada por dos astronautas a la deriva, muy aplaudida en esta primera semana del festival...

Álex Vicente, Aviñón. El País, domingo 13 de julio de 2025.

jueves, 14 de agosto de 2025

La última gran novela naturalista

Los Thibault consta de ocho novelas, seis de las cuales (El cuaderno gris, El reformatorio, Estío, La consulta, La Sorellina y La muerte del padre) conforman este primer volumen de la obra completa y las dos últimas (El verano de 1914 y Epílogo) el segundo. Su autor, Roger Martin du Gard, cuya obra pertenece a la tradición del realismo naturalista procedente de Émile Zola, es su último representante en el siglo XX con esta larga novela  cuya sobriedad  de escritura corre pareja con su afán de ofrecer un retrato objetivo de la realidad. La serie  empezó a escribirla tras su participación en la I Guerra Mundial y transcurre a lo largo del periodo de decadencia y caída del Ancien Régime. La fue escribiendo en el periodo de entreguerras  con el deseo de crear un fresco histórico del gran acontecimiento  que ocasionó la guerra más inútil de Europa, responsable de la masacre  de una generación  entera de jóvenes  y la caída de la vieja Europa y del Imperio Austrohúngaro. 

La caída de la vieja Europa solo aparecerá per se en las dos últimas novelas. De hecho la penúltima es la que recoge la parte de Gran Guerra, que no queda integrada en el desarrollo de la familia Thibault. La familia está dirigida por el padre, un hombre autoritario, un perfecto representante del Ancien Régime bajo cuya educación se encuentran sus dos hijos que serán quienes lleven los hilos de la historia. Antoine, el mayor de los dos, es un hombre de orden, médico, que se encuentra afectivamente entre su padre y hermano. Jacques es un soñador, de espíritu aventurero, que al principio de la novela se fuga de casa junto su amigo inseparable, Daniel Fontenin. La chapucera huida termina siendo ambos conducidos a sus familias, pero en el caso de Jacques, su despótico e intolerante padre le manda al reformatorio, donde purga su pecado hasta que la intervención del hermano mayor consigue sacarlo de allí bajo su tutela. La novela-río sigue de cerca los acontecimientos que se van sucediendo en el ámbito familiar de los Thibault y los Fontenin y se convierte en un retrato de la vida de unos y otros, observados meticulosamente por el autor. Los personajes están tratados con atención psicológica y al detalle, aunque el uso del realismo que hace el autor coloca en un mismo plano lo esencial y lo accesorio, lo que puede advertirse especialmente en sus envarados diálogos.

Ante esta novela no se puede rehuir la comparación con la novela de Flaubert La educación sentimental. La de Flaubert es nada menos que la cumbre y el nacimiento de la novela moderna, porque en ella consigue lo que antes nunca se había logrado: machihembrar la historia (la de Francia en este caso) con la vida del personaje protagonista y su entorno personal. Estilísticamente hablando, la exigencia de la "palabra justa", la mot juste de su autor, es el impulso que permite el salto adelante. Pues bien, la diferencia entre Flaubert y Martin du Gard reside en que el primero es lo que podemos denominar un autor seminal y el segundo un autor terminal. Por poner una comparación, en el siglo XX el seminal sería William Faulkner y el terminal Samuel Beckett. El primero admite continuidad, el segundo, no.

La de Martin du Gard es una crónica relatada desde el punto de vista de la evolución de una familia y su realismo sobrio y seco anuncia el final del realismo que viene de Zola, pero la influencia de la guerra, el gran acontecimiento histórico en la familia Thibault, pertenece solo al segundo volumen. Flaubert representa el triunfo de la sugerencia como motor de la imaginación literaria pues entre crónica y narratividad  hay una diferencia esencial...

José María Guelbenzu. Babelia. El País, sábado 7 de junio de 2025.           

miércoles, 13 de agosto de 2025

De la mujer al mito: vidas de Agustina de Aragón

La audaz acción bélica protagonizada por Agustina Zaragoza Domènech el 2 de julio de 1808 no fue la única llevada a cabo por mujeres de extraordinario valor ante el asedio francés de la ciudad aragonesa, pero sí la mejor tratada por la posteridad, sobre todo por la intervención del general Palafox en la creación de una imagen heroica reforzada por los testimonios de testigos y por militares, diplomáticos, viajeros y escritores extranjeros (entre ellos Lord Byron) que la convirtieron en un modelo de valentía y resistencia. Así lo subraya Rafael Zurita en su biografía de Agustina de Aragón (Ático de los libros),  la Artillera, una de las figuras más recordadas de la Guerra de la Independencia (acontecimiento que suministró numerosos episodios, personajes y relatos  a la historia épica española) y cuya dimensión mítica ha ido creciendo a partir de la evidencia de que la retórica de la guerra, centrada en el discurso patriota, dio un lugar fundamental a la presencia femenina desde 1808". Si Agustina  no hubiera existido, afirma, "la habrían inventado".

Con apoyo en numerosas fuentes, incluidos documentos inéditos  y la biografía novelada  que Carlota Cobo Zaragoza dedicó a su madre en 1859 , Zurita propone una "doble" biografía porque existen dos "Agustinas": la mujer real (1786-1857) y el personaje mítico (desde 1808 hasta la actualidad). Así, la obra "muestra la relación entre historia, memoria y ficción y, al mismo tiempo, la tensión entre individuo y sociedad".

Agustina de Aragón nació en Barcelona, ciudad que disfrutaba  de un notable auge económico y urbano. A los 17 años se casa con Joan Roca  Vilaseca, cabo segundo de artillería. Vibraciones de un tiempo turbulento: 1804, autocoronación de Napoleón Bonaparte como emperador; 1805, victorias inglesa en Trafalgar y francesa en Austerlitz; 1806, Napoleón entra en Berlín  y decreta el bloqueo continental contra el Reino Unido; 1807, Tratado de Fontainebleau entre España y Francia y llegada del Ejército francés a Lisboa; 1808, ocupación francesa de España, levantamiento del 2 de mayo en Madrid (y luego en otras ciudades), abdicaciones de Carlos IV y Fernando VII en favor de Napoleón que nombra a su hermano José rey de España. A principios de junio, Agustina deja Barcelona con destino a Zaragoza, que sufre dos sitios, el primero entre el 15 de julio y el 13 de agosto y el segundo, finalizado  con capitulación ante el mariscal Lannes, entre el 20 de diciembre y el 20 de febrero de 1809.

Llevaba por lo tanto pocos días en la ciudad cuando el 2 de julio un ataque francés arrasa la batería del Portillo. Las columnas napoleónicas avanzaban con la bayoneta calada. Era una situación desesperada  para los defensores  cuando Agustina  se abalanzó  por encima  de los heridos  y los cadáveres, arrebató la mecha de la mano de un artillero muerto y disparó un cañón de 24 contra el enemigo entre juramentos de resistencia, según el relato de Charles Vaughan. La acción estimuló a sus conciudadanos, que reanudaron el fuego, llegaron refuerzos y los franceses tuvieron que retirarse.

Agustina continuó como artillera tras el primer sitio y ofreció nuevas muestras de valor en el segundo. Tras la rendición sale en una columna  de prisioneros hacia Pamplona y logra escapar. En la huida fallece su primer hijo. A continuación empieza un periplo por varios lugares en los años que quedan de la guerra; Teruel, Cádiz, Sevilla, Gibraltar, Alicante, Valencia... En 1810 participa en la defensa de Tortosa, de donde sale de nuevo prisionera y otra vez se escapa. Es vista en Castelo Branco (Portugal), vuelve a combatir en Alba de Tormes Vitoria y el 25 de agosto de 1814 es recibida por Fernando VII en el Palacio Real de Madrid.

En las décadas siguientes lleva una vida casi anónima ente Valencia, Almería, Sevilla y Ceuta... Murió en Ceuta. Según su hija, pasó muchos años "entregada  solo a la religión y a practicar la caridad". Este anonimato cotidiano es compatible con el hecho de que Agustina  apareciera  en relatos, crónicas, poemas e imágenes tras la derrota de Napoleón, dentro y fuera de España, asociada a la percusión romántica y la cristalización de una narrativa "que convirtió los sitios de Zaragoza en uno de los mitos fundacionales de la nación"...

Alfredo Asensi. El Cultural, 17-7-2025.