sábado, 23 de agosto de 2025

El mito de Tánger recorre orillas y recuerdos

Tahar Ben Jelloun

"Llegué a Tánger con siete años, cuando se hablaba español y se pagaba en pesetas", rememora en el Café de París, emblema de la edad de oro internacional de la capital del Estrecho, el escritor francomarroquí Tahar Ben Jelloun (Fez,78 años), premio Goncourt. "Conservamos aún una relación de nostalgia; España está en nuestros sueños. Es algo muy próximo", reconoce. "De niño vivía en el barrio de Marshan, cerca de la alcazaba, y de noche veía las luces de Tarifa", evoca.

En la misma fortaleza que corona la medina se reunieron el fin de semana en torno a su figura escritores, artistas y académicos marroquíes, españoles, franceses y libaneses en la la primera edición de los Encuentros del Mediterráneo en Tánger, coordinados por la Librería de las Columnas, faro cultural de la urbe. "Es una ciudad aparte", relata Ben Jelloun, que inauguró la cita y participó en uno de los debates clave. Sostuvo que el Mediterráneo es una visión del mundo, una manera de ser. "Pero no se trata de un mar calmado", advierte, "el mar blanco" como se le denominaba em árabe, sino un mar rojo", por la sangre de los naufragios de la inmigración.

Acaba de llegar desde París para pasar todo el verano en su casa  del barrio de Iberia, el distrito tangerino con la impronta española más potente. "Es mi ciudad. Entiendo que haya resurgido toda una literatura que la observa como un escenario mítico", precisa. "Como todos los puertos, los lugares de fronteras, era un nido de espías (bajo el Estatuto Internacional, 1923-1956). Ha cambiado mucho. Ahora es muy activa".

El Café de París es casi su oficina en Tánger. "Aquí es donde abrí los ojos a la diversidad humana. Aquí mismo me encontraba con franceses, ingleses, norteamericanos... y conocí a autores coo Roland Barthes o Jean Genet". En esta ciudad Juan Goytisolo se convirtió en su amigo tras publicar Reivindicación del conde don Julián en 1970. "En Tánger he sentido el aliento de la beat generation. Llegué a participar en un recital de poesía en Nueva York con Allen Ginsberg y William Burroughs", recapitula. "Tánger inspira. Está presente en mis libros. Y también en mi pintura".

Ben Jelloun recuerda que su novela Partir se desarrolla entre Tánger y Barcelona, en la transición del reinado de Hasán II al de Mohamed VI, que dio paso a la transformación de Tánger en los últimos 25 años. "Hasán II nunca viajó de forma oficial a esta ciudad. Su hijo celebró aquí su primer aniversario en el trono. No siento ninguna nostalgia del pasado", se reafirma en el presente. En los años sesenta pasó 19 meses en una prisión militar durante los años de plomo de la represión.

El reciente resurgir de Tánger coincide con el bum de escritores españoles, tangerinos por nacimiento o adopción que comporten una urbe mítica como escenario de sus obrasa. Tres de ellos participaron en una sesión d los Encuentros Mediterráneos junto con una hispanista marroquí especializada en el fenómeno literario. "Tánger se está convirtiendo en un espacio literario  entrelazado  de manera significativa con un tiempo. Ese cruce entra la ciudad y el tiempo del estatuto internacional, la fuerza de esa asociación , deja fuera otros tiempos y también el Tánger real", analiza Gonzalo Fernández Parrilla, 63 años, exdirector de la Escuela de Traductores de Toledo.

Se declara también tangerino, o más bien "tagarino", como los moriscos que vivían  y se criaban entre los cristianos, "pero a la inversa". Autor de Al sur de Tánger. Un viaje a las culturas  de Marruecos (La Línea del Horizonte), describe el libro como una obra para el bagaje del viajero. "Con Tánger pasa como con Marruecos. Somos rehenes  de los mitos y de la ficción . El único antídoto es el conocimiento", aconseja.

También profesora de estudios árabes, en la Universidad de Sevilla, escritora y poeta, Rocío Rojas Marcos, de 46 años, ha descrito toda una "cartografía afectiva y literaria" sobre la ciudad  del Estrecho en Tánger. Segunda Patria (Almuzara), o en Tánger. La ciudad Internacional (Almed). "La discusión entre el mito y la realidad es un espacio pantanoso y confuso, pero fértil. En esas confluencias florece la literatura", reflexiona sobre una urbe que conoce muy bien. "Y en ese territorio intermedio  es donde la literatura tangerina cobra su sentido pleno".

Nacida en Tánger hace 71 años, Tina Suau, catedrática emérita de la Universidad de Valencia, recupera en Tánger, la ciudad soñada (Esdrújula) vivencias de su infancia y adolescencia antes de dejar el norte de África. "Tánger ha sido mirada a menudo como excusa narrativa más que como ciudad vivida, en una escritura que se apoya en mitos basados en lo exótico. Yo he intentado escribir desde la memoria, en una tensión frente a la historia oficial", alega. (...)

"¿Cómo no sentir curiosidad cuando eres de Tánger?". Desde las almenas del Borj en Naam (el Fuerte de las Avestruces) que alberga el museo Ibn Batuta en la alcazaba, escenario de los Encuentros Mediterráneos, Salma el Moumni, autora de Adiós, Tánger (Sexto piso, se reserva la contemplación del Estrecho. "No sé si volveré a esta ciudad, donde nací hace 26 años, pero por ahora sigo buscando", confiesa esta narradora afincada en Francia, a la que el temprano éxito de su obra ya le permite vivir "modestamente"- de la literatura.

 Tangerina es precisamente el título de la primera parte de la trilogía Tánger Noir, del periodista y escritor Javier Valenzuela de 7o años. "Desde mis tiempos de corresponsal en El País en Rabat, hace más de tres décadas, Tánger e s un lugar perfecto para tender puentes culturales en el Estrecho, aunque va más allá de lo estrictamente marroquí. ¿Como no querer a una ciudad que inspira historias líricas, historias noir e historias extraordinarias?".

Juan Carlos Sanz. Tánger. El País, lunes 23 de Junio de 2025.

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