lunes, 4 de agosto de 2025

De repente, el amor. "Tres amigas"

Las películas de Emmanuel Mouret son curiosos oasis a la sombra  de dos de los grandes motores de la vida: el amor y el deseo. El director francés explora esta vez la relación entre tres amigas y sus frustraciones de pareja. Con ecos evidentes a Éric Rhomer y al Woody Allen de Hannah y sus hermanas, Mouret construye con su poderosa -y a la vez ligera- narrativa un engranaje que fluye dichoso alrededor de las incoherencias y contradicciones entre lo que somos, lo que queremos ser y lo que decidimos ser. 

Cada una de las tres amigas de la película tiene su fractura y sus problemas. Las tres quieren lo mismo: ser felices. Mouret no las juzga, pese a que una de ellas se está acostando con el marido de la otra o que el romanticismo de la tercera provoque grandes daños colaterales a su alrededor. Observarlas y escucharlas en la piel de las estupendas actrices Camille Cottin, Sara Forestier e India Hair es una delicia. Mientras ellas se buscan a sí mismas  en las pequeñas y no tan pequeñas rutinas de la seducción y el deseo, el espectador se contagia de sus vidas.

El estupendo guion firmado por Carmen Leroi y Mouret, es generoso con las debilidades de sus personajes. Pese a sus conductas reprochables y muchas veces ridículas, las entiendes. Sus actos pueden ser censurables, pero el amor y la amistad se imponen  de forma inevitable. El director de Las cosas que decimos, las cosas que hacemos no solo demuestra sabiduría terrenal, también espacial. El trasfondo de la ciudad de Lyon, el instituto y sus paredes rojas, las viviendas y su desorden, los diálogos... todo resulta tan liviano y casual como auténtico y hondo.

Elsa Fernández-Santos. El País, viernes 11 de julio de 2025.

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