viernes, 10 de octubre de 2025

El nuevo desfile de Loewe en París

Desfile de Loewe en Paris. (Foto:Launchmetrics)

Ayer Proenza Schouler, Lazaro Hernández y Jack McCollough, decidieron tomar su propio camino en Loewe sin romper del todo con su predecesor, al fin y al cabo fue Anderson quién convirtió una marca de lujo menor en un éxito global durante los 11 años que estuvo trabajando en la enseña , siempre entre España , París y Londres. El desfile lo abría un estilismo de cuero (Loewe es eminentemente marroquinero) y un vestido mostaza, quizá el color  que más y mejor evoca el trabajo del dúo neoyorkino. Pero ahí estaban también los volúmenes de Anderson , su tratamiento técnico de los tejidos  y esa estética de polo de rayas  rediseñado en cada detalle, entre lo vanguardista y lo anacrónico.

Los estadounidenses podían haber aliñado ese legado con dos pinceladas y echarse a dormir, pero en su curriculum destaca también su faceta empresarial. Han fundado, dirigido y mantenido una marca 23 años, saben bien que si no hay creatividad no hay negocio. Su firma Proenza Schouler , nació casi por aclamación popular  en su reducido nicho de amigos, profesionales de la moda. Ahor, dos décadas más tarde y más de una treintena de tiendas propias después, no han querido dejarla morir ante la oportunidad de diseñar Loewe. Han nombrado a Shira Suveke Snyder como consejera delegada y a la diseñadora Rachel Scott para encargarse de ella. No es muy común que los diseñadores de éxito aparquen su ego para dejar desarrollar de forma plena  el que fuera  su proyecto de vida.

A la entrada del cubo erigido en los jardines  de la ciudad universitaria de París para albergar el desfile, una pieza del artista Ellsworth. Eran dos formas geométricas, una roja, otra amarilla. Lo que podía parecer un comienzo demasiado fácil, España igual a rojo y amarillo, se transformó en una mirada muy particular. No hubo ni volantes ni claveles. El país que imaginan McCoullough y Hernandez es más lluvioso que de secano y es más cantábrico que mediterráneo. Las alusiones directas a la pesca y el mar en parkas, cortavientos, zapatos de plástico con calcetines de neopreno  se sumaban a los pantalones de rejilla, gorros de pescador y un bolso  compuesto por mejillones de piel como si fuera una batea portátil. Su gama cromática aludía a esa España colorista y un poco almodovariana (el director se encontraba entre el público), a la imagen de país alocado  y exótico que tienen los guiris. Pero los clichés existen por algo y la conclusión de este homenaje a España, cuna de la casa Loewe aunque ahora los diseñadores vayan a trasladar la oficina a París, era una mirada halagadora. En este homenaje a España no podía faltar el Amazona. El bolso insignia  que Loewe lanzó en 1975 y que fue durante  muchísimos años el bolso  de las mujeres bien. Ahora parece  en su versión más grande , en colores más vivos  y porteado con descuido...

Leticia García. París . El País, sábado 4 de octubre  de 2025.

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