domingo, 5 de octubre de 2025

Gilles Lipovetsky, defensor de ChatGPT

El filósofo francés Gilles Lipovetsky. (NJ©YE)

El filósofo francés es un maestro en interpretar los cambio sociales. Hoy, además es defensor de ChatGTP. No hay nada que tenga tanto impacto, dice, ni siquiera un gran libro.

Hubo un tiempo en el que el filósofo Gilles Lipovetsky (Millau, 1944) se colaba en nuestras casas cuando habíamos salido a hacer algún  recado. Revolvía entre los cajones de la cocina, escuchaba nuestros discos, se ponía nuestra ropa e incluso hurgaba en lo que tirábamos en la basura. Todo lo que tenía aparente importancia, o al menos para la clase intelectual de entonces, servía para construir el espejo en el que nos miramos en los últimos 30 años. A través de la moda, del consumo de masas, de la estética o del ocio, el filósofo  y sociólogo trazó un retrato preciso, vibrante de nuestro tiempo. O más bien, de lo que él llama la hipermodernidad, una era marcada por la estética, el consumo  y el exceso y la sensibilidad líquida. De esas visitas furtivas a nuestros hábitos surgieron una veintena de rompedores ensayos como La era del vacío, El imperio de lo efímero o La estetización del mundo. Esta vez, sin embargo, nos toca a nosotros entrar en su casa.

Lipovetsky abre la puerta de su ático en Grenoble, rodeado de las cordilleras de los Alpes. "Fíjese, son la Belledonne, la Chartreuse, les Oisans, el Vercors y el Trièves", explica  dando una vuelta por la gran terraza. En el salón acumula algunos DVD, libros y algún recuerdo inútil en las estanterías, de esos que describe en su último libro. El pensador ha logrado siempre clasificar, dignificar y elevar fenómenos que los intelectuales despreciaban para convertirlos en valiosos termómetros de lo contemporáneo.

Lipovetsky no solo describe transformaciones sociales, las interpreta, les asigna un nombre y, con ello, diseña herramientas para diseccionarlo. Y lo hace, casi siempre, en ese tono poético  que envuelve  suavemente sus ensayos  hasta convertirlos en literatura. Su último artefacto en español es La nueva era del kitsch: Ensayo sobre la civilización del exceso (Anagrama, 2025), escrito junto a Jean Serroy, crítico de cine. Un retrato del viaje de lo vulgar, el mal gusto, lo aparatoso y lo superficial hasta la centralidad el mundo. El kitsch, bajo esta nueva óptica, deja de ser un defecto cultural para convertirse en un portal revelador de la forma en que vivimos, consumismos y pensamos lo bello.

El pensador, de 80 años, está en plena forma físicamente. Hoy escribe, viaja y da conferencias por todo el mundo.

Pregunta.- ¿Qué es hoy un filósofo? Da la impresión de que les están convirtiendo en consultores de empresas, en coaches...

Respuesta.-El lugar central que ocupaban ha desaparecido. El pensamiento filosófico no posee el poder colectivo y social de los últimos siglos. Hoy la inteligencia artificial tiene mucho más impacto que la filosofía. Pero esta es necesaria justamente porque no es una manera de pensar  de expertos y consultores. En un mundo en el que todos saben todo, donde todos estamos inundados de información, existe un desorden en el que la filosofía puede intervenir. Lo que intento hacer de una forma transversal  es una radiografía global para poner un poco de orden. El homo sapiens no se conforma con comer, vivir o hacer la guerra. El espíritu tiene un papel importante, y no se puede vivir sin un cierto número de seguridades que nos hablen de lo que hacemos, de cómo somos y del mundo en que vivimos. La filosofía permite comprender el lugar donde vivimos. Pero comparto la idea de que es terapéutica, de que es mejor leer a Sócrates que el Prozac...

P.-¿Usted usa aplicaciones de IA?

R.- Soy un admirador de la inteligencia artificial. Los resultados que proporciona ChatGPT son increíbles.

P.- ¿Cree que podrá pensar mejor a su manera que usted mismo? 

R.- No, todavía comete errores. Somos nosotros los que preguntamos y eso es fundamental. Es un asistente, no creo que vaya a desposeer al hombre de la preminencia de su pensamiento. Fíjese en la guerra, la IA desempeña un papel muy importante en algunas operaciones. Pero ¿quién la ha desatado en Ucrania? Es una decisión deliberada de un dictador de un país vecino. Las decisiones no vienen de los automatismos, llegan de la paranoia o megalomanía humana. Estamos muy lejos de esa idea en la que los algoritmos  toman el poder y eliminan al hombre. No veo a la IA rivalizando con los Diálogos de Platón, con la Crítica de la razón pura... con lo que Kant llamaba el genio.

P.- Sí, pero hay un genio entre cada 10.000. Los demás serán eliminados.

R.- Es discutible, dependerá de los empleos: la educación, la sanidad... no se hará y no es deseable. La IA puede hacer novelas, películas...una creatividad confortable. Pero la gran creatividad artística o filosófica no está en el orden del día. El genio es quien inventa.

Daniel Verdú. El País, jueves 25 de septiembre de 2025.

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