jueves, 11 de abril de 2019

Las madres imposibles

      A. Nothomb 
 Foto: Pablo Zamora
Un verso del poeta italiano Eugenio Montale lo expresa bien:"Frecuentemente hallé el dolor: vivir". Podría ser lema de la nueva novela de la belga Amélie Nothomb (1967), Golpéate el corazón (Anagrama). Una historia seca, fiel a la estética desasosegante de la autora que hace poco más de un cuarto de siglo encontró un cuarto propio dentro de la literatura en francés con Higiene del asesino. Desde ese momento, Nothomb estableció una red de datos confusos alrededor de su biografía, desarrolló una forma extraña de situarse en el mundo sin aceptar compañeros de viaje y asumió la escritura como un empeño insaciable que la lleva a publicar una historia por año.
Nothomb es una narradora eficaz. Inteligente al trazar la cartografía de sus novelas. Concisa y de una sequedad que no permite puntos de fuga en la lectura. La suya es una notable estrategia. Pero además, muchas de sus novelas mantienen bien el pulso de una complejidad que a veces parece sobreactuada. Al peso, la mayor parte de su catálogo de personajes es de un marcado carácter refractario. Seres incapaces de fijar relaciones de afecto sino vienen afianzadas  (previamente) por una avería, por la herida de sentirse fuera de sitio. Sucede también así en esta pieza que toma el título de un texto de Alfred de Musset, uno de los iconos del romanticismo francés:"Golpéate el corazón, ahí es donde reside el genio". Es la frase que impulsa a Marie a estudiar medicina. Es la frase que le advierte de una traición. Es la frase en la cifra una existencia que tiene altas dosis de desamparo. No de desconcierto, sino de extravío...
Antonio Lucas. El Mundo, domingo 7 de abril de 2019

No hay comentarios:

Publicar un comentario