sábado, 13 de abril de 2019

Ramas de hierro forjado

Séquence Blerot.
 Foto: René Van Wallendael
Bruselas cuenta con más de 500 edificios de estilo modernista o art nouveau, el movimiento artístico que emergió a finales del siglo XIX y que rompió  con los cánones estéticos de época. En lo arquitectónico, sus icónicas líneas curvas, inspiradas en las formas de la naturaleza, se multiplicaron  en la capital belga. Maderas sinuosamente talladas, vitrales de colores y amplias ventanas que dejan entrar la luz al interior de las casas son algunos elementos recurrentes. Proponemos un paseo en busca de este espíritu renovador que iluminó la ciudad en la época anterior a la Primera Guerra Mundial.
En el barrio de Saint-Gilles, en el corto tramo entre la avenida de Jean Volders y la Chaussée de Waterloo, la calle Vanderschricken cuenta con 17 imponentes casas art nouveau, la llamada Séquence Blerot. Una maravillosa concentración del estilo. Detalles dorados, barandales ondulados, puertas de madera y esgrafiados adornan los edificios construidos entre 1900 y 1902 por el arquitecto Ernest Blerot (1870-1957). En la esquina con la avenida Jean Volders, el restaurante La Porteuse d'Eau cuenta en el primer piso con una bella cúpula de vitrales. 
Los antiguos almacenes textiles Waucquez, en el número 20 de la rue des Sables, se han convertido en un centro de la novela gráfica. The Belgian Comic Strip Center, con tienda y museo. El edificio, terminado en 1906, fue proyectado por el célebre arquitecto Victor Horta (1861-1947) a petición de un mayorista de telas y tejidos. El interior muestra estructuras metálicas de aire industrial. Las barandillas de las escaleras que llevan al segundo piso imitan las ondulantes formas orgánicas de las plantas.
A un costado de la bolsa, en Henri Mausstraat 19, se encuentra el famoso bar-restaurante Falstaff. Desde la calle llama la atención su imponente fachada de ventanales redondeados. El arquitecto y diseñador de interiores Émile Houbion -que trabajó con Víctor Horta- lo construyó en 1885 y el interior fue modificado en 1903. Conviene prestar atención a los detalles: los vitrales de flores en la parte superior de las ventanas, las lámparas de las salas, los contornos de madera de los espejos, el barandal de hierro y las separaciones de las distintas salas.
Caminando desde la plaza Real hacia el Mont des Arts, en el número 2 de la Rue Montagne de la Cour, destaca un edificio construido en 1899 por Paul Saintenoy (1862-1952). Su fachada combina hierro forjado y una pequeña torre en la esquina superior izquierda. Fue construido con el objetivo de ampliar los almacenes Old England que se encontraban al lado. En la actualidad es sede del Museo de Instrumentos Musicales (MIM).
La antigua camisería Niguet, la escuela de la avenida de Roodebeek y la residencia Van Eetvelde son otras muestras de las huellas dejadas por el art nouveau en Bruselas...
Sara González Boutriau. El Viajero. El País,  viernes 5 de abril de 2019.   

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