El diario Le Parisien que adelantó la noticia, asegura que el presidente Emmanuel Macron, anunció su decisión de aceptar la entrada de Baker en el Panteón el pasado 21 de julio. "Es un sí", dijo a una pequeña delegación que había impulsado una petición en este sentido y que en 2019 recopiló casi 40.000 firmas. El expediente de Baker llegó al Elíseo en junio. Sólo unas semanas más tarde, Macron dio su visto bueno y lo anunció en un encuentro en el palacio presidencial en el que, según el diario parisino, se encontraban, entre otros, el escritor Pascal Bruckner, el cantante Laurent Voulzy, el ensayista Laurent Kupferman, la empresaria Jennifer Guesdon y Brian Bouillon-Baker, uno de los 12 hijos adoptivos de la artista.
La decisión de que Barker entre en el Panteón no es anodina en un momento de "fracturas" en el país y a menos de un año de las elecciones presidenciales en las que la extrema derecha amenaza con volver a situarse en la final, señala Le Parisien. "Es un mensaje muy fuerte de universalismo", declaró Kupferman, que lanzó la campaña de firmas , al rotativo.
"Josephine Baker encarna todo aquello que necesitamos en estos momentos, es decir, lo que nos puede unir. Ella es la prueba de que en la República francesa todo es posible. Que existe la igualdad de oportunidades. Y que además de los derechos tenemos también deberes", agregó. La panteonización de Baker "simboliza la imagen de una Francia que no es racista, contrariamente a lo que dicen algunos grupúsculos mediáticos" acotó Pascal Bruckner en declaraciones a la agencia France Presse. "Baker es una verdadera antirracista, una verdadera antifascista".
La petición promovida para panteonizar a la Venus Negra, uno de sus apelativos de la época, destacaba que Baker fue una "artista, primera estrella internacional negra, musa de cubistas, resistente durante la Segunda Guerra Mundial en el ejército francés, activista junto a Martín Lutero King por los derechos civiles en los Estados Unidos y en Francia con la Lica (Liga internacional contra el antisemitismo, la actual Licra)". Además, destacó Jennifer Guesdon, otra de las impulsoras del reconocimiento, fue una "mujer muy contemporánea: se casó varias veces, no tuvo hijos, pero decidió adoptar a 12 niños. Era un icono libre, también bisexual y masón", declaró a Le Parisien.
Baker, que falleció el 12 de abril de 1975, está enterrada en Mónaco, desde donde será trasladada hasta el Panteón. Es la segunda mujer que logra este honor bajo el mandato de Macron, que también decidió la inhumación en el templo de otro gran referente del feminismo francés, la exministra y superviviente de Auschwitz Simone Veil, en 2018.
Silvia Ayuso. París. RV. El País, lunes 23 de agosto de 2021
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