jueves, 19 de agosto de 2021

Los manuscritos perdidos de Céline, 77 años después

Louis F. Céline

Cuando el 17 de junio de 1944 Louis Ferdinand Céline huía con salvoconducto alemán hacia el exilio que le llevaría primero a Alemania y posteriormente a Dinamarca, era muy consciente de que en su piso de la rue Girardon de París dejaba manuscritos, muebles y demás pertenencias . Su mujer, Lucette Destouches, apenas tuvo tiempo de retirar las últimas piezas de oro en el Crédit Lyonnais, mientras él confiaba algunos papeles a su secretaria. Se embarcaron en un tren que partía de la Gare de l' Est hacia Baden Baden.

El 25 de agosto se produjo la liberación de París y el General De Gaulle dicto su famoso discurso en el Hotel de Ville: "¡París ultrajado! ¡ París roto! ¡París martirizado! ¡París liberado!". Los resistentes tuvieron por fin vía libre para ir a la caza de los colaboracionistas. Los famosos épurateurs (se conoce como Épuration leégale a los juicios realizados en Francia después de la liberación contra todos aquellos que colaboraron con la ocupación alemana) entraron en acción. Fue en esos días cuando alguien irrumpió en el piso de la rue Girardon y se llevó las obras que había dejado el escritor en un armario, entre las que se encontraban novelas como Casse-Pipe o Mort à crédit y otros tantos centenares de páginas. 77 años después, ese conjunto literario de leyenda ha aparecido en París, en uno de los hallazgos literarios más interesantes en lo que llevamos de siglo. 

Prueba de que jamás olvidó esos papeles es la cantidad de veces que el mismo Céline se encargó de repetirlo. En su obra De un castillo a otro, escribió : "No me han dejado nada, ni un pañuelo, ni una silla, ni un manuscrito". En una carta de 1950 a su amigo Pierre Monnier anotó: "Hay que decir bien claro que si Casse-Pipe está incompleta es porque los ladrones han tirado todo el final en los cubos de basura de la Avenue Junot". Y, días antes de su muerte, en Rigodon, su último y póstumo libro, escribió: "Ya me han quitado bastante, ya me han desvalijado bastante, todo se lo han llevado, eh, quiero que me lo devuelvan"...

El diario francés Le Monde ha revelado este descubrimiento siguiendo su rastro desde la Liberación  hasta hoy, sacando a la luz el capítulo que faltaba de una de las biografías más intensas, controvertidas y estudiadas del siglo XX. Él médico y escritor Louis Ferdinand Auguste Destouches (Courbevoie, 1894-París, 1961) es considerado uno de los autores literarios más influyentes del pasado siglo, dueño de un estilo transgresor, coloquial auténtico y reconocible. No en vano es, tras Marcel Proust, el escritor más traducido y leído de la literatura francesa del siglo XX. Genio para unos por la revolución que supuso el empleo de un lenguaje y un francés provocador, incisivo, nihilista y agresivo nunca leído hasta ese momento, y desleal y conspirador deleznable para otros, al reconocerse abiertamente antisemita y simpatizante nazi. Héroe de guerra para unos por su lucha como voluntario en la Primera Guerra Mundial, traidor colaboracionista para otros por sus repetidos panfletos contra los judíos durante y después de la Segunda Guerra Mundial...

Use Lahoz. París. El País, sábado 7 de agosto de 2021 

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