viernes, 8 de octubre de 2021

Entre flores, espías y moda

A su hermana pequeña, Catherine, Christian Dior le regaló la perpetuidad. En 1947 bautizó con su nombre a la que sería una de las fragancias más célebres de todos los tiempos, su primera creación para la casa, Miss Dior. La anécdota es popular en los mentideros de la moda y cuenta que cuando el couturier y su musa Mitzad Bricard, elegían título para el jugo, apareció Catherine. "Oh, aquí está Miss Dior (la señorita Dior)", dijo Bricard, a lo que el creador replicó: "Miss Dior, aquí tenemos el nombre para mi perfume". Una anécdota tierna y sugerente que alimenta la leyenda de este chipre floral, pero que hace de Catherine un personaje secundario que pasaba por allí. En realidad, la historia de la pequeña de los Dior daría para una buena película porque tiene todos los elementos favoritos de Hollyvood: una familia que se arruina, espías, nazis, torturas, mucho amor y un inesperado renacer. Ahora, por primera vez, es protagonista de un libro, Miss Dior: A Story of Courage and Couture, escrito por la periodista británica, Justine Picardie.
 
Christian y Catherine se llevaban 12 años, pero esa diferencia no impidió una relación estrecha. "Catherine era aún muy pequeña cuando se padre se arruinó en la crisis de los años treinta y la familia se vió obligada a mudarse a Callian", explica Frédéric Bourdelier, director de cultura y patrimonio de la marca. "La muerte de su madre, cuatro años antes, la sume en una infancia triste y la priva de la educación que habría recibido en el círculo en el que había crecido".

Por aquella época, el que luego se convertiría en diseñador regentaba una galería de arte en París y en cuanto pudo se llevó a la capital a su hermana, con la que compartiría piso hasta 1939. Es imposible saber si Catherine fue su favorita, aunque si es la única de los cuatro hermanos que aparecen en las páginas de su autobiografía, Christian Dior y yo, recordando los primeros años de la II Guerra Mundial: "En junio de 1940, el desastre me lanzó (¡a Dios gracias! ) a la zona sur, me fue fácil reunirme con mi padre y mi hermana en su refugio de Callian, donde nos encontramos en una extrema necesidad. Habiendo descubierto que podía ser un campesino, decidí con mi hermana cultivar el escaso terreno que rodeaba la finca".

El punto de inflexión en la vida de esta heroína fue un encargo trivial: bajo a Cannes a comprar una radio y conoció al que se convertiría en su gran amor, Hervé des Charbonneries, por entonces un hombre casado. "Él, al igual que Christian Dior era un hijo de la Belle Époque. Miembro de la resistencia franco-polaca F2, la introdujo en la organización, "antes de enamorarse de ella, lo que cambiaría el destino de sus vidas". Era una veinteañera poco sospechosa  y se encargó de pasar mensajes mientras montaba en bicicleta..."Gracias a la valentía de Catherine, arrestada y torturada por los nazis, no se desveló nada sobre la localización de su compañero", dice el experto en patrimonio...

Falleció siendo una anciana de 90 años, rodeada de flores que convirtió en pasión y negocio... Convertida en empresaria, se trasladó al sur del país para dedicarse completamente al cultivo del jazmín y de la rosa. Sus clientes eran los perfumistas  de Grasse, precisamente esos que se habían rendido a la fragancia que llevaba su nombre.

Patricia Rodríguez. SMODA.El País, 27 de agosto de 2021

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