Desde entonces, Le Clézio considera que aquellas guerras coloniales son "la expresión de la injusticia". Así se expresó este lunes en el encuentro con la prensa organizado por Lumen, la editorial que acaba de publicar El amor en Francia, su nuevo libro de relatos. A lo largo de su vida ha transitado de país en país, de continente en continente -residencias simultáneas en Niza, Panamá, Seúl o Nuevo México-, lo que le ha permitido escrutar las distintas sociedades desde su mirada incisiva siempre atenta a los márgenes.
Igual que su admirada compatriota Nathalie Sarraute, que se sentaba en los cafés para escuchar hablar a la gente aunque no la entendiera, Le Clézio también se siente "un testigo ordinario" de la realidad que lo circunda, esté donde esté. "No tengo acceso a los secretos", asegura, así que son sus ojos, sus orejas y los periódicos su "única fuente de información". Lo mismo que reconoce la influencia de los grandes novelistas decimonónicos, en su obra quizás es más determinante "el reporte de amigos, antiguos conocidos...". Incluso sus propios nietos le ofrecen la jerga de la infancia, un territorio crucial en su escritura. "No es fácil adaptarse a su manera de pensar o hablar pero yo, que soy adulto, trato de acordarme de lo que era".
En general, "los actores de la realidad cotidiana que, sin ninguna autoridad, se relacionan en lugares públicos" son el centro de su literatura. En estos Relatos de los indeseables, tal y como reza el subtítulo de su nuevo libro, Le Clézio sigue a una ama de cría en una historia autobiográfica, a una chica que sufre una agresión sexual, a unos vagabundos en la frontera de México con Estados Unidos, a unos niños esclavos en Perú, a unos marginados en París, a un chico que vuelve a la selva panameña explotad por los narcos... En términos geográficos, "estos cuentos también ilustran el camino de mi vida", dijo el escritor.
No obstante, "en las situaciones más trágicas hay una chispa de luz", aseguraba Le Clézio, que no renuncia al amor en estos cuentos. "Hablo de problemas que mis lectores conocen mejor que yo", afirmó el Nobel francés, convencido de que ellos, con sus vidas corrientes, "no tienen esa capacidad" de trasladarlo a un texto. Para Le Clézio, esa es la verdadera "utilidad de la literatura" .Y a nivel personal, también es "una forma de oponerme a la política xenófoba de los gobiernos franceses, italianos, y acaso también españoles", dijo.
Le Clézio, en todo caso, no se considera "una persona de acción". Nunca ha participado en manifestaciones, por lo que el papel que puede desempeñar empieza y termina en el acto de escribir, normalmente a mano y en una mesa cualquiera, según dijo. Así y todo, confesó tener "dudas sobre el poder de la intelectualidad" para transformar estas perversas dinámicas...
Jaime Cedillo. El Cultural, 3 de octubre de 2023.
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