miércoles, 4 de octubre de 2023

Tamara de Lempicka, la mujer en llamas

Tamara de Lempicka y Chica en verde, obra de la pintora

"Mi obra es un autorretrato permanente" afirmaba, y es que todo en Tamara Rosalía Gurwik-Górska, es autorreferencial. Fue consciente de que su identidad y su propia imagen respondían a una construcción continua, a una performatividad. Se creó a sí misma como pintora, como amante y como diva. Fue absolutamente libre, decidida, una trabajadora compulsiva -llegó a pintar entre 12 y 14 horas al día, hasta el amanecer, y se pasaba ocho horas tomando apuntes del natural en el Louvre. Perfeccionista hasta la extenuación, fría y snob, perversa y depravada, pero también sincera, amante de la belleza, auténtica y vulnerable. Luces y sombras para un referente del feminismo y de la liberación sexual. "Vivo la vida al margen de la sociedad, y las reglas de la sociedad no se aplican a los que vivimos al margen", dijo la propia artista. Tamara fuma tres paquetes de cigarrillos al día, bebe, trasnocha, consume cocaína, conduce su propio coche, mantiene relaciones extramatrimoniales y homo eróticas públicas, incluso participa en orgías. Su vida y su obra se entrelazan implacablemente: el personaje eclipsa a la persona.

Su madre, una socialité judía le puso el nombre de Tamara por el poema homónimo de Mijail Lérmontov, un novelista y poeta romántico ruso que escribió los versos inspirados en una antigua leyenda georgiana basada en la representación fantástica de la reina Tamar de Georgia, la primera reina en gobernar el país por derecho propio en el siglo XII, así que su nombre ya resulta premonitorio del personaje que está por llegar. Toda su vida se envuelve de misterio. No está claro el lugar y la fecha de su nacimiento, probablemente en Varsovia, o Moscú. en1898. También se desconoce el paradero de su padre, un rico abogado judío que desaparece en extrañas circunstancias. Tras la separación de sus padres crece con su abuela Clementine y con su tía Stefa en Moscú, quienes la introducen en los círculos aristocráticos, incluido el mismísimo zar, y la agasajan con todas las comodidades. Con su abuela pasa un año viajando por Italia donde surge su pasión por los pintores del Quattrocento, que estudia y homenajea continuamente. Y también Bellini, Bernini, Miguel Angel, Caravaggio...

En 1914, con 16 años, se casa con Tadeusz Lempicki. Al año siguiente explota la revolución bolchevique y es arrestado. Lempicka cuenta que consiguió su liberación a cambio de sexo con el cónsul de Suecia. Se mudan a París y entre 1918 y1939 comienza su despegue artístico. Se matricula en la Académie  Ranson, donde recibe clases de Maurice Denis, creador del manifiesto modernista, del que aprendió la utilización de los pigmentos minerales, aplanamiento de lo volúmenes, la elevación del horizonte, también a realizar una personal síntesis entre clasicismo y modernismo. A partir de 1925 su carrera despega  con la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales y Modernas, que más tarde dio su nombre al estilo art déco...

La obra más importante de Lempicka fueron sus desnudos, en los que mezcla un clasicismo seductor, pero no obsceno, con cierta agresividad sexual. Su punto álgido será el retrato en escorzo de la La Bella Rafaela, una exuberante prostituta encontrada en la Rive Gauche de París que The Sunday Times considerará en 1973 "el desnudo más importante del siglo XX"...

María Marco. El Cultural, 24-7-2023.

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