Epicentro cultural de la ciudad, más de nueve millones de personas han pasado por el Museo Picasso Málaga desde su inauguración el 27 de octubre de 2003. Aunque ha ejercido también como faro para el turismo, se encuentra hoy en una crisis interna que, según explican sus trabajadores y extrabajadores, no es casualidad. Es fruto de una serie de factores que han ido minando las relaciones internas y han explotado cuando quienes rigen el camino del espacio menos lo esperaban, en pleno año Picasso.
La idea era celebrar la efeméride por todo lo alto y agrandar aún más la imagen internacional del museo. Pero el conflicto laboral que también ha traspasado fronteras, lo ha ensombrecido todo. "Si se hubieran hecho los deberes antes no se habría llegado a esta situación", cuentan fuentes conocedoras de lo que ocurre en las entrañas de la institución, que destacan el gran disgusto que todo ello supone para Bernard Ruiz-Picasso, miembro del patronato que rige la Fundación Museo Picasso Málaga. Legado Paul, Christine y Bernard Ruiz-Picasso. Esta entidad privada es la titular de la colección, los fondos del museo y su sede, el Palacio de Buenavista. La Junta, por su parte, inyecta entre tres y cuatro millones de euros cada año.
En los pasillos muchos apuntan a la desgastada relación entre la plantilla y José Lebrero, de 69 años, como uno de los factores que han desatado la incómoda situación. Lebrero llegó al cargo rn 2009 de la mano de Rosa Torres, entonces consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, pero la distancia con los trabajadores se ha ido agrandando. "Su objetivo siempre ha sido abrir el museo mucho más, algo que está muy bien, el problema es que cada vez hay más exposiciones, el auditorio acoge muchísimas actividades y los dos aniversarios han cargado de mucho más trabajo a la plantilla, que lleva más de una década perdiendo poder adquisitivo y viendo como la empresa los ningunea", cuenta un exempleado del centro. La misma fuente habla de que Lebrero ha ido cediendo poco a poco poder a la familia Picasso. "Ahora hay más exposiciones ligadas con artistas de la galería Almine Reich, pareja de Bernard Ruiz-Picasso", añade otra fuente que conoce bien las interioridades del museo. El patrono vitalicio, como también lo es su hermana Christine Ruiz-Picasso, ha respondido a El País que esta afirmación es algo "absolutamente falso". En cuanto al conflicto laboral, Bernard Ruiz-Picasso asegura sin entrar en detalle, que el centro sigue "las normas establecidas en las leyes"...
Nacho Sánchez. Málaga. El País, domingo 17 de septiembre de 2023.
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