En 2018, la editorial Stock puso en marcha el proyecto Ma Nuit au Musée, una colección de libros en la que, hasta la fecha, 15 autores invitados han pasado una noche en vela rodeados de obras de arte y otros objetos para después narrar sus impresiones en forma de novela o ensayo. El proyecto, organizado en colaboración con el Museo Picasso de París, ha resultado en media docena de títulos inspirados por la obra del malagueño, así como en otras propuestas más allá de Francia: Leila Slimani se desplazó a Venecia para pasar una noche blanca en la Punta della Dogana; Diane Mazloum llegó hasta el Museo Nacional de Beirut, y dos autoras, la francesa Léonor de Recondo y la hispanocubana Zoé Valdés, coincidieron en elegir España como destino para sus experimentos artísticos-literarios. La primera instaló sus bártulos durante unas horas en el Museo del Greco de Toledo y la segunda hizo lo propio en el Thyssen Bornemisza de Madrid. y de esas experiencias surgieron los títulos La leçon de ténèbres (La lección de tinieblas) y Les muses no dorment pas (Las musas no duermen).
Con siete libros y dos discos como entradas destacadas de un currículo donde también figuran la práctica de la danza y el teatro junto con un pasado de activismo político de izquierdas, Lola Lafon lleva años acostumbrada a conceder entrevistas donde repasa una y otra vez sus coloridos antecedentes biográficos. Lugar de nacimiento, París. Fecha, 1974. Hija de padres francés y madre rusopolaca. Ambos profesores universitarios de Literatura, comunistas, destinados primero a Bulgaria y después Rumanía, países donde la autora se crio hasta los 12 años antes de regresar a Francia impregnada de una confluencia de culturas e idiomas. Al repetir este recuento de su hoja de vida, casi siempre faltaba un dato sobre el que Lafon no solía explayarse: además de esata identidades, es de ascendencia judía askenazi...
Cuando escuches esta canción, recién publicado en castellano por AdN, con traducción de María Teresa Gallego Urrutia, propone una suerte de ajuste de cuentas con ese olvido posiblemente no del todo inconsciente. El ibro forma parte de la colección Ma Nuit au Musée. Para su proyecto, el 18 de agosto de 2021 Lafon se encerró voluntariamente en la casa-museo de Anne Frank en Ámsterdam. Además de la conexión evidente con la niña alemana, su texto acabará pr revelar otras ramificaciones impredecibles. Nacida de un encargo, Lafon remarca que, incluso antes de recibirlo, esta fue siempre una historia que estaba destinada a contar. "Supe en un momento que era la oportunidad de hablar de mi relación con aquello que eludía y para evocar la figura de mi abuela", rememora...
Silvia Hernando. Babelia. El País, sábado 23 de septiembre de 2023.
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