miércoles, 8 de mayo de 2024

El talento y el coraje de Marjane Satrapi. Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades

Una niña iraní mira al frente, con los brazos cruzados. Lleva el velo, y cierta firmeza en los ojos. Apenas dos viñetas después, se ven hombres y mujeres exaltados con el puño levantado: empieza la Revolución Islámica. Aquellos dibujos, que dieron comienzo en el año 2.000 a Persépolis, cambiaron la historia de esa chiquilla, de la novela gráfica y, tal vez, incluso de Irán. Tanto que durante años a Marjane Satrapi (Rasth, 54 años) le siguieron reclamando que retratara a aquella joven, a lo que ella respondía: "Ha crecido". Se ha hecho mujer. Leyenda del tebeo. Cineasta. Francoiraní. Fiera opositora del régimen de su país. Y, ahora, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, como anunció ayer la fundación que entrega los galardones.

El jurado definió a Satrapi, residente en París, como "un símbolo del compromiso cívico liderado por las mujeres", la calificó como "una de las personas más influentes en el diálogo entre culturas y generaciones" y recordó que en Persépolis plasma ejemplarmente la búsqueda de un mundo más justo e integrador". Y ella, en una rueda de prensa por videoconferencia, dedicó ayer el galardón  a la lucha por la libertad en su país y al rapero Toomaj Salehi, condenado a muerte hace unos días: "Es la voz de todo el país"(...)

Así que este Princesa de Aturias reconoce muchas cosas a la vez, justo lo que suponen las obras de Satrapi. Ante todo, el talento de una narradora capaz de aprender y dominar nuevos formatos. Apenas tenía experiencia, además de llevar poco tiempo en la Escuela de Artes Decorativas de Estrasburgo, cuando construyó su obra maestra. Ella creía que nunca encontraría un editor, que todo terminaría en fotocopias para sus amigos, pero se convirtió en un hito para el tebeo.

Persépolis, editado en España por Reservoirs Books, dibuja una infancia en Teherán durante la Revolución islámica que en 1979, derrocó al sah de Persia y aupó al poder al ayatolá Jomeini, hasta su llegada a Europa, adonde la enviaron sus padres y reside desde entonces. La familia de Satrapi, acomodada y progresista, simpatizaba  en principio con la revolución, pero cuando esta fue dominada por los sectores islamistas derivó en un régimen teocrático que cortó las libertades individuales y se embarcó en una guerra con Irak en 1980, bajo la vigilancia de los Guardianes de la Revolución. Todo ello se narra en Persépolis. Pero tampoco Sattrapi sabía mucho de cine   cuando se dejó convencer para adaptar Persépolis a la pantalla, a cuatro manos con  Vincent Paronnaud. Recibió ex aequo el Gran Premio de Cannes de 2007 y, luego, la primera nominación de una creadora por el mejor film de animación en la historia de los Oscar.

El Princesa de Asturias también encumbra la valentía de una voz siempre dispuesta a decir lo que piensa. A detestar el uso del velo, como símbolo de sumisión, y a defender, al mismo tiempo, que las mujeres que quieran puedan usarlo. A definirse como "muy feminista" y rechazar tajantemente el patriarcado, así como la lucha concebida como mujeres contra hombres:"Nadie tiene derecho a dominar a nadie. Somos todos iguales. No hay razas, somos la raza humana". "Hay muy pocas diferencias entre un judío, musulmán o católico fanático. El problema de la religión es que impide a la gente hablar y reflexionar, pretende dar respuestas en lugar de suscitar preguntas" ...

"Vendí millones de libros y no sé cuántos centenares de conferencias di. ¿Cambié algo? Qué sé yo. ¿Desperté la curiosidad de la gente? Dí. Contribuí un poquito. Solo un poquito, aunque solo así se cambia el mundo" reflexionaba en noviembre con El País. Aunque, todavía hoy, no tiene claro el impacto real de la obra. "Funcionó porque fue un buen libro, honesto. Pero a menudo tengo la impresión de que estoy convenciendo a la gente ya convencida. Si alguien como yo recibe este premio, el mundo debe ir muy mal. No soy ni supersimpática ni super tolerante". 

Tommaso Koch. Madrid. El País, miércoles 1 de mayo de 2024.

No hay comentarios:

Publicar un comentario