jueves, 23 de mayo de 2024

Javier Santiso: "Editar es una lección de humildad"

Javier Santiso (Saint.Germain-en-Laye, 1969) es escritor y fundador de La Cama Sol, editorial de libros de poesía, arte y música. También es consejero de PRISA, empresa editora de EL PAÍS. Su última novela, Un paso a dos (AdN), bucea en el imaginario del pintor de la soledad, Edward Hopper. a través de los ojos de su esposa, la también artista, Josephine Hopper.

P.- ¡Qué aprende un editor escribiendo? ¿Y viceversa?

R.- La humildad. Editar es una lección de humildad. Es amar, dar, recibir, es algo único.

P.- ¿Cuál ha sido el último libro que le ha gustado?

R.- Curiosamente estaba leyendo el último libro de Paul Auster, Baumgartner, una maravilla de novela, justo antes de que falleciera. Pero es otro neoyorkino el que me está cautivando: Philipp Roth, con El animal moribundo. Luego diría que el último libro que me ha deslumbrado es La noche del corazón, de Christian Bobin. Un autor inmenso, de lo más grande.

P.- ¿El que tiene abierto ahora mismo en la mesilla de noche? Jean Genet. Otro autor nitroglicerina.

P.- ¿Uno que no pudo terminar?

R.- Proust. Ni siquiera lo pude empezar. Hasta ahora se me atragantó. Pero cada autor tiene su tiempo. Hay escritores que llegan demasiado temprano, otros demasiado tarde, simplemente no te hablan en un momento de vida.

P.- ¿Qué película ha visto más veces? Me gusta el cine francés, mucho. Verlas, volver a verlas, aunque sea en bucle, me encanta. Pero quizás la última que me dejo cautivado, sea otra, española. As bestas. Brutal.

P.- ¿La última serie que vio del tirón? 

R.- Bellas artes, que es una crítica demoledora del buenismo que también se ha metido en las artes.

P.- Si tuviese que usar una canción o una pieza musical como autorretrato, ¿cuál sería?

R.- La muñeira de Chantada. Porque con ella se terminaban todas las fiestas de mis veranos-

P.- ¿Qué suceso histórico admira más?

R.- Las idas y vueltas que dieron miles de españoles, emigrantes, desde Francia a España. Esa odisea la repetíamos con mis padres cada año, viajando de París hasta Santiago, desde Saint-Germain-en Laye, al lado de Versalles, hasta Cumeiro, una parroquia minúscula, perdida en medio de los montes y de los verdes, a dos pedradas de Lalín.

P.- ¿Qué está socialmente sobrevalorado?

R.- El buenismo. Hemos perdido el sentido de la verticalidad. Todo es ahora llano, allanado, sin horizonte. La verticalidad es el estilo en la escritura, es el trazo en la pintura, es erguirse de proa, sea cual sea la ventolera, sea cual sea el temporal.

P.- ¿A quién le daría el próximo Premio Cervantes? 

R.- Difícil. Pero quizás a Pere Gimferrer. Acabamos de publicar un libro con él en La Cama Sol este mismo año, junto a las obras de Miquel Barceló, Marineando.

De no haberse dedicado a los libros le habría gustado ser... Pintor. Escribir con el pincel. Ponerle colores a la vida. Los colores a veces son mucho más acertados que las palabras. Van recto al corazón, entrando por los ojos.

El País, sábado 11 de mayo de 2024.

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