viernes, 10 de mayo de 2024

La nueva vanguardia. Ex Nihilo, los perfumistas de moda en París

Los fundadores de Ex Nihilo se han convertido en los perfumistas de moda en París. El secreto de su éxito arrollador es una innovadora máquina para personalizar las fragancias en tiempo récord. Estos no son los nepobabies de los perfumes. Ninguno ha nacido en Grasse ni tiene detrás cinco generaciones de narices que respalden su intuición. A pesar de todo, Sylvie Loday, Olivier Royère  y Benoît Verdier han creado Ex Nihilo, uno de los nombres más interesantes de un mercado al que no paran de crecerle marcas, y que nació con la ambición de ser la alternativa al lujo estereotipado o, como le dicen sus clientes saudíes, la nueva casta de los perfumes franceses.

Los fundadores de Ex Nihilo -una frase latina que significa "crear de la nada"-son una ingeniera graduada del MIT (Sylvie), un experto en mercados financieros (Olivier) y un maestro del marketing (Benoît). Precisamente Verdier cuenta de un modo muy gráfico de qué estaban huyendo cuando idearon el concepto de Ex Nihilo: "Viajo mucho y puedo identificar ese olor uniformado a aeropuerto internacional, ese sillage (término técnico que alude al arco olfativo de una fragancia) a duty free. Es el mismo olor en todo el mundo. ¡Lo odio! ¡Qué depresión!.

"Hemos encontrado el nicho en el nicho", dice y agrega: "Y no me gusta esa palabra 'nicho' porque ya no significa nada; la idea era revisitar la vanguardia francesa y colaborar sin límites con artistas de todas las disciplinas: moda, arquitectura, diseño. fotografía". Para los fundadores de Ex Nihilo la figura del "omnipotente director creativo" se ha quedado anticuada. "Somos más creativos y eficientes cuando trabajamos como personas que completan nuestras habilidades".

La boutique de Ex Nihilo del 352 de Saint-Honoré en París, la primera de la marca, podría ser una galería de arte. Además de las fragancias están sus nombres, elaboradísimos e imaginativos. Verdier es el encargado de nombrarlas. Cuenta que se inspira en Spotify, apunta varias combinaciones de sustantivos y adjetivos en su teléfono, y da muchas vueltas hasta que salen ideas como Fleur Narcotique, Lust in Paradise o Explecite.

Al entrar en la tienda, a la derecha está Osmologue, la máquina para personalizar los perfumes en tiempo récord. Un proceso que en un laboratorio llevaría varias horas. Se trata de descubrir las notas que resultan más personales al cliente. Si alguien quiere subir el punto de vetiver o de almizcle de una fragancia se puede conseguir. El resultado, que debe de ser casi único, se embotella y se sella con el nombre del cliente. Un certificado de autenticidad registra la fecha, el lugar y los ingredientes. Cada vez que se quiera reeditar la fragancia basta con entregar este documento en una de sus boutiques. Tiene 250 puntos de ventas en el mundo. En España se vende en Isolée...

Karelia Vázquez. El País Semanal, 29 de diciembre de 2023.

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